CAPÍTULO DOS

1264 Words
ABIGAIL   La mayoría de los adultos jóvenes se mudan de casa de sus padres tan pronto como cumplen dieciocho y entran a la universidad, o simplemente porque quieren tener más independencia, pero ese no es mi caso, estoy cerca de cumplir veinte años y no sólo vivo con mis padres, sino que estoy bajo un régimen tan estricto de seguridad, que no se me permite siquiera manejar mi propio auto, ni ir sola a ningún sitio.   Y todo se lo debo a una mujer loca que se obsesionó con mi padre antes de que yo naciera, y ahora mamá cree que ella vendrá a secuestrarme en cualquier momento, sólo porque ha enviado unos cuantos mensajes, o regalos extraños, especialmente en mi cumpleaños, pero ni con toda la tecnología que ha desarrollado mi padre o los esfuerzos de decenas de investigadores privados y policía han podido encontrarla, por lo que desde hace años empecé a gestar la teoría de que esa mujer en realidad no existe y sólo es un invento de mamá para mantenerme controlada.   Supongo que quedó traumatizada con lo que le sucedió a sus amigos los abogados, quienes perdieron a su primer hijo en algún tipo de complot peliculesco en México, y es que francamente es difícil de creer todas esas historias que ellos nos han contado sobre lo que pasó hace veinte años, y aunque al principió les creí, cuando fui lo suficientemente mayor para entender lo suficiente, busqué en internet y no pude encontrar mucho, especialmente acerca de nuestra familia, sólo se mencionan incidentes aislados que francamente no son ni de cerca tan graves como mis padres y tíos lo cuentan.   De lo único que pude encontrar algo fue del cubrimiento que tuvo la noticia de la desaparición de la señora Pemberton cuando estaba embarazada, y cómo fue encontrada meses después en México, pero sin bebé, alegando que su hermano, que en realidad no era su verdadero hermano se lo había llevado; luego encontré algunos artículos, de revistas de entretenimiento principalmente, en donde afirmaban que ella en realidad había huido a México porque el bebé no era de su esposo y que allí se había deshecho de él, lo cual, tiene mucho más sentido que la historia que ellos contaron.   Pero no sabría decirlo con certeza, pues ellos son buenas personas y muy buenos padres, o al menos eso parecen, también hacen muchas obras de caridad y trabajan para defender derechos humanos y luchar contra el tráfico de niños, pero aún así, no entiendo cómo algo de eso tiene que ver conmigo, ¿por qué debo sufrir yo las consecuencias de algo que sucedió hace tanto tiempo?   Miro con molestia la revista de negocios que hay en el auto, y la imagen de mi madre me observa desde la portada, sí, la CEO más importante de la última década, una de las personas más influyentes del mundo, según las letras gigantes que acompañan su foto, la cual me recuerda lo mucho que nos parecemos físicamente, a excepción del color de ojos, pero lo poco que nos parecemos en nuestros modos de ser y de percibir el mundo.   Yo quiero vivir una vida tranquila y feliz, alejada del ruido de la ciudad, del ajetreo del diario vivir de las personas demasiado preocupadas por el dinero y sus trabajos, por sus parejas y sus ansias de ser más importantes que los demás, quiero tener una casa en las montañas o frente al mar, lo suficientemente grande para mí, y no una gigantesca mansión en la que nadie sabe realmente dónde están las cosas y con suficiente espacio para albergar unas diez familias completas, quiero trabajar en algo que me guste y viajar por el mundo, quiero ser libre de todas las expectativas impuestas sobre mí desde el segundo en el que nací.   Mi madre en cambio quiere gobernar el mundo.   Ella es inteligente, decidida, astuta, ambiciosa -en el buen sentido-, y generosa, pues detrás del éxito de su enorme grupo empresarial, está el hecho de que ella ha buscado implementar los mejores beneficios para sus empleados, los sueldos más altos del mercado, menos horas de trabajo, todo tipo de coberturas médicas, un programa para que puedan tener su propia casa, el cual inició después de que varios de sus empleados perdieran sus casas por causa de un huracán y ella en respuesta creara una compañía de construcción la cual les reconstruyó las casas a ellos completamente gratis y sólo le cobró al estado el costo neto para construir las otras casas, lo cuál no sólo le ganó el respeto de muchas personas que incluso fueron hasta el extremo de pedirle que siguiera los pasos del abuelo en la política, sino que también se ganó el odio de otras empresas de construcción que buscaban hacer mucho dinero a partir de los contratos con el estado para la reconstrucción de las viviendas.   Gracias a todo esto, las personas literalmente se pelean para entrar a trabajar en alguna de las empresas del Grupo Graham, todos los días hay filas de personas llevando sus hojas de vida, y a mi madre constantemente la abordan personas en cualquier lugar al que va, pidiéndole trabajo o caridad, y ella siempre trata de ayudarles como mejor pueda; y al final del día, ella se termina llevando a los mejores para su compañía, lo cual ha dado como resultado que ésta haya tenido mucho mayor crecimiento que el resto de empresas de su misma área.   Bueno, eso y el hecho de que tiene a mi padre, quien es básicamente el encargado de crear todos los productos innovadores que los han puesto por delante de sus competidores, especialmente su software de reconocimiento facial, el cual, aparentemente creó por mí, para lograr encontrar a la mujer loca y capturarla para que yo pueda estar a salvo, aunque no lo hayan logrado aún, y eso nos lleva de vuelta a mí.   Después de describirlos a ellos básicamente me siento como la oveja negra de la familia, y ni siquiera he hablado de mi galardonado tío Joshua, el pianista famoso, de mi tía Lucy y su clínica veterinaria pública, o de su hermano el oncólogo; básicamente todos en esta familia tienen algún tipo de logro espectacular que los diferencia de las demás personas.   Y luego estoy yo.   Quien me diferencio de los demás por ser la única alumna de la universidad con seguridad privada y cuyo máximo logro ha sido ser elegida presidenta del consejo estudiantil en la universidad, algo que luego de haberme sentido orgullosa por días gracias a mi arrasadora votación, descubrí que la única razón por la que obtuve la gran mayoría de los votos es porque básicamente nadie más quería el puesto, y ahora entiendo por qué, pues mis labores son extremadamente aburridas, los profesores y el decano me tratan como una niña rica inútil, y los estudiantes sólo se acercan a mí para que interceda por ellos cuando han cometido alguna falta grave.   Y la reunión del consejo de hoy podría haber sido una más de las largas horas de aburrimiento en las que sueño con mi casa en las montañas, de no ser por la llegada inesperada de él.   Él, que entró a la sala de juntas como si estuviera en su casa, se sentó sin saludar a nadie, se quitó la chaqueta y la arrojó a la silla del lado dejando expuestos algunos tatuajes, mientras se pasaba la mano por su cabello largo, en un gesto exasperado y luego miró a todos con molestia, hasta que sus ojos se posaron sobre mí y se abrieron con sorpresa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD