El viaje se me hizo eterno e incómodo por aquella situación nada agradable, sin tener un fundamento bueno mi hermana parecía detestarme. Sin pensarlo bajé del auto, no sabía por qué Luisa estaba molesta, pero tampoco era de mucha importancia, lo único que me había causado el camino fue cansancio. Ya no tenía ganas de esperar a Noah, solo quería dormir y dormir para después seguir durmiendo. Entre a la casa, sabía que mamá había llegado del trabajo por las bolsas en la cocina. Este iba a hacer el primer día que dormía de nuevo en su casa, era algo raro. Sin más seguí mi camino hasta tomar las escaleras y subirlas con flojera extrema. Al llegar al segundo piso me dirigí directo a mi habitación, sin poder evitarlo observé el pasillo contrario y observé a Luisa entrar a su habitación má