Capítulo 19:
Aiden
Miré aturdido a Samir, sus ojos brillaron con un color rojo intenso. Habia pronunciando la palabra "Tua", miré a a Alekey y ella observaba con confusión a Samir.
Comprendí todo en ese entonces, Alekey era la Tua cantante de Samir y éste su mate. Pero Alekey apenas y había cumplido sus dieciséis años por lo tanto no podía reconocerlo aún como mate.
-¿Qué hacen vampiros en el territorio? -preguntó ella acercándose a mi-
-Son nuestros aliados. -murmuré y ella asintió-
Samir estaba controlando sus impulsos por lanzarse sobre Alekey. Como mujer lobo ella tenía cierto resentimiento hacia los vampiros pero el deseaba poder acercarse más a ella.
-¿Por qué me miras así? -preguntó a Samir-
-Eres mi tua... -respondió el-
-¿De qué está hablando Aiden? -preguntó Alekey confundida-
-Es como cuando nosotros encontramos a nuestro mate, Alekey. Los vampiros encuentran a su Tua cantante. -expliqué-
-¿Soy su tua cantante? ¿El és mi mate? -dijo confundida y asentí-
-Samir ella aún no puede reconocerte como su mate, debe cumplir los dieciocho para ello. -expliqué y el asintió-
-Llevo ciento doce años esperando no afectará si ahora que la encuentro espero dos años más. -dijo sonriente-
-Entonces... ¿Cuándo tenga dieciocho lo reconoceré como tal? -preguntó ella-
-Sí Alekey. -respondí-
-Bien, entiendo.. Yo wow, ésto es raro. -murmuró sonrojada- Por cierto, ¿piensan irse a algún lado? -observó a todos-
-Hoy comienza la guerra entre Los Oscuros y nosotros. Debo matar al que causó ésto a Zafiro y proteger a los nuestros. Vayan al refugio que hay en el sótano de mi casa, Alekey. Todos deben refugiarse, muchas cosas pasarán a lo largo del día. -dije y ella asintió con temor- Prometo que para el final de día, Zafiro estará mejor.
Ella asintió, me abrazó y antes de irse le dio una mirada a Samir. Suspiró y pronunció algo que nos sorprendió a todos.
-Cuidate vampiro, tenemos mucho que hacer luego. -dijo y se fue al pueblo-
Sonreí y Samir parecía idiota viéndola ir a casa. En fin, ahora llegaba el momento de la verdad. Tomé una bocanada de aire, dos manadas lycantropas estábamos unidas a pesar de todo y además un Clan vampiro también estaba de nuestro lado.
-Hoy comienza la guerra pero hoy también terminará. ¡Andando! -exclamé-
Todos comenzaron a meterse al bosque, me transformé y una vez que Seth tomó el control, nos retiramos de mi pueblo y emprendimos rumbo hacía el paradero de esos desgraciados.
Lo mataré. Cortaré su cuello con mis dientes.
Habló Seth, sonreí ante aquello me agradaba la idea de que así pagará aquel imbécil que había tocado a mi mujer.
...
Cinco horas llevabamos, cinco malditas horas. El aroma del malnacido estaba intacto y era como un sendero invisible que yo percibía. Mis lobos marchaban detrás de mi, sedientos de pelea, de lucha, de venganza.
Finalmente nos acercabamos a un gran palacio, algo antiguo y en mal estado. Gruñí al percibir el fresco aroma de Greg. El estaba aquí con los suyos, el viejo palacio de Drácula era su refugio.
-¿Ahí están? -preguntó Zack por el link-
-Sí. -respondí-
Caminamos con sigilo por los alrededores del palacio. Lo rodeamos y elegí a mis hombres más fuertes para entrar. Reah entró junto con diez de sus guerreros y Samir con otros diez y yo con diez también.
Suspiré y una vez dentro guíe a todos a la azotea, ahí es donde nos esperaban. Ya nos habían notado y aguardaban pacientemente por nosotros.
La adrenalina comenzaba a fluir por mí cuerpo y tenía ansias de atacar y matar a alguno de esos hijos de puta pero debía ser precavido.
Por primera vez decidí no dejarme llevar por mis instintos animales. Tomé una bocanada de aire y me preparé mentalmente para lo que sería una masacre.
-Calma tu agitado corazón. -habló Samir-
Le gruñí , ya que el no podía hablar mentalmente. Finalmente estábamos a una puerta de distancia. Con mi hocico la empuje y ésta produjo un chirrido irritante para nuestros débiles y finos oídos.
Del otro lado estaban presente los culpables de la perdida de tantas vidas inocentes y del deplorable estado de mi mujer.
-Quien diría que tendríamos visitas. -pronunció un rubio-
-Greg debemos darles una cálida bienvenida. -habló el pelinegro a un castaño que apareció detrás de ellos-
Greg... El era quien se había atrevido a tocar a MI mate. Sentí todo mi cuerpo tentarse y una ira incontrolable atravesó por todo mi ser. Lo quería, quería a Greg... muerto.
Me hice a un lado y lentamente comenzaron a ingresar todos mis guerreros. La sonrisa burlona no se quitaba del rostro de los cabecillas del clan enemigo.
-Conde Samir. -habló nuevamente el rubio- Jamás pensé que estarías en nuestra contra. Somos la misma r**a, la misma sangre.
-¿Jamás? Yo jamás pensé que atacarian a su propia r**a. Sólo son un par de inútiles con poderes que no merecen. -respondió Samir con molestia-
De un momento a otro mi visión se volvió nula. Alguien estaba controlando mis sentidos y lo estaba haciendo para claramente perjudicarme.
-No veo, demonios no veo. -pensé con desesperación, lloriqueaba llamándo la atención Samir y su hermana-
Entonces oí la voz de la hermana de Samir, ella pronunció unas palabras en otro idioma que no comprendí y lentamente recuperé la visión.
-No seas tan cobarde como para usar tus poderes en eso, Gregory. -dijo ella- Pelea sin trucos.
-Sólo estaba jugando. -respondió el y sonrió de lado- Tu me tienes un gran odio, tu aura oscura se ve desde lejos. -me habló a mí-
-Acabaré contigo imbécil. -dije y el sonrió aún más, estaba metido en mi mente el muy desgraciado-
-¿Por qué están aquí? Falta tiempo para una guerra. -habló el pelinegro-
Seth intentaba tomar el control de mí, los instinto asesinos querían salir. Estaba teniendo una lucha interna, comprendía la impaciencia de mi lobo al ver tanto palabrerio y pérdida de tiempo pero debíamos ser precavidos.
Deja de retenerme. ¡Retrasas lo inevitable!
Debes calmarme, j***r. No es cualquier vampiro, estoy dispuesto a morir en la batalla pero asegurándome de que Zafiro salga sana y salva.
¡Matalo de una vez entonces!
Suspiré y sacudí mi cabeza cubierta por el pelaje n***o brillante de lobo.
Continuará...