CAPÍTULO 6

985 Words
RENZO VILKOV -El ausente ha decidido aparecer. Estaba pensando en poner carteles de "SE BUSCA" con tu nombre- King me determina y mueve la cabeza en señal de negación. No tenía planeado verlo pero tengo trabajo del cual ocuparme. -señor- sus ojeras son evidentes. Las noches en vela que ha pasado junto a su prometida deja en evidencia que hasta un capo de la mafia puede tener sentimientos. -hijo de perra. Te di una maldita orden. Volar el cargamento y no morir en el intento. ¿y de qué me entero?- cierra su computadora de un solo golpe. Junta las manos buscando las palabras adecuadas. -que secuestras a una mujer y te la llevas como si fuera un perro abandonado. ¿Dónde está ella?- levanta la voz logrando que retumbe en toda la oficina. Desquita su frustración sirviéndose un trago. -perdió la memoria- es lo único que digo. Deja el vaso a un lado para mirarme levantando una ceja. -¿ella está bien?- niego. -Su condición era deplorable. Su cuerpo estaba lleno de golpes y presentaba algo de desnutrición- suspira. Se reclina en su asiento moviendo la cabeza. -Rivas se perdió del mapa. Ocurrió una matanza en su mansión. Todos sus empleados fueron encontrados muertos. A excepción de un par que los llevó consigo. Algunos dicen que decidió por fin aliarse con el enemigo. Maldito hijo de perra- empuño las manos. El mal nacido envió un cargamento que resultó ser una completa trampa y para empeorar las cosas envía a una mujer indefensa como regalo. -para joder mas las cosas. La mujer de Romanov está en estado crítico. Fue llevada esta noche a rusia El hijo de perra cortó negocios conmigo, porque, por mi culpa su mujer terminó así- quiero preguntar por el estado de su esposa pero me detengo. -lo lamento- -olvidemos a ese maldito engreído- Me tira una carpeta. -Necesito que estés en frente de un trato. No puedo poner a la cabeza a Titán porque el hijo de perra es capaz de liarse con la mujer del socio. Stefano los acompañará- reviso los papeles, todo parece en orden, pero niego. No puedo dejar sola a Angela, esta misión me llevará al menos dos días fuera de casa. No puedo dejarla sola y más sabiendo que no sabe ni calentar un agua. -no puedo hacerlo- King empieza a reírse. Pero se calla en segundos transformando su rostro en uno más frío. -¿Te estoy preguntando si quieres ir? Te estoy diciendo que vas a ir a esa reunión. Fin. Llévate a Lucas contigo- abre su laptop ignorándome. Teclea el aparato lo que da fin a la reunión. Tomo los papeles. Me acerco a la puerta. -cómo está ella- se queda en silencio por unos segundos. -viva, pero como si no lo estuviera- pego la frente en la puerta. -dejé flores en su tumba- entiende enseguida. No espero respuesta y salgo. Camino por los pasillos hasta que una delicada voz me detiene de golpe. -no quiero más sopa. Dile a Tore que necesito hablar con él- aprecio su reflejo en el cuadro. Ha perdido peso, y el brillo ha desaparecido. Empuño las manos. -oh. Tráeme dos barras de chocolate y dile a King que si te despide les pondré Hall y no King a los nenes- sonrío y salgo. Llegando a casa reviso los alrededores. Todo parece en orden. La casa tiene un sistema de seguridad que me alerta si ocurre algún percance. La alarma no ha sonado así que todo está en orden. Abro la puerta encontrándome una sala completamente desolada. Enciendo las luces para encontrarme a mi ángel sentada en la alfombra. Dejo las llaves a un lado. Me acerco esperando que emita algún sonido y nada. Parece ida. -Malysh- no responde. Suspiro sentándose a su lado. Coloco una mano en su rodilla. Recuesta su rostro en mi hombro. -odio no tener memoria- empieza. -crees que soy una prostituta así como lo dijo Titán- ¿escuchó? maldito hijo de perra voy a partirle la cara otra vez. -no, no lo eres- paso el brazo por su espalda y la pego a mi cuerpo. No me detiene y me alegra que no lo haga. Me siendo un protector a su lado, como una bestia que cuida a su cría. Pero ella no lo es. -cómo lo sabes Ren- pega su rostro en mi pecho. Me rompe el corazón cuando empieza a llorar. Acaricio su cabello. -no veo malicia en tu mirada y si fuiste o no eso. No voy a juzgarte angel. Jamás- Levanto su rostro que está cubierto de algunas lágrimas, su nariz de punto está roja y se ve tan vulnerable que me dan ganas de encerrarla en una esfera, lejos de la malicia humana. Lejos de este mundo de mierda. Paso el pulgar por su mejilla. Cierra los ojos unos segundos y el movimiento de sus labios logra tensar mi cuerpo. No, no puedo pensar eso. Me prometí cuidarla. Soy su protector. Su protector. Angela posa su mano en mi pecho y el recorrido de sus dedos levanta mis alertas. Su respiración cambia. -lo dices enserio- asiento. Su palma acaba en mi cuello. Cierro los ojos por instinto. Los segundos parecen horas y siento que el tiempo se detiene cuando sus labios terminan en mi mejilla. El beso es tan lento que el calor de su boca despierta algo que creí muerto hace muchos años. Se aleja y esa mirada cielo logra ponerme nervioso. Paso la mano en su rostro, acuna su cara en esta y se ve más angelical que nunca. -no me gusta que llores Malysh- suspira. -que significa ese apodo- sonrío. -bebé- frunce el ceño apoyando la mano en el suelo acercando su rostro. -¿me ves como una niña?- deslizo mi dedo por su pequeña nariz. -ese es el problema Angel- acerco más mi rostro. -que no te veo como eso…-
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