Capítulo 3

1465 Words
Dos días después las cosas seguían igual que siempre o casi, David y yo entramos en confianza muy fácil, vuelvo a repetirlo, no es tan egocéntrico como muchos de su edad y eso me agrada, me hace sentir que es una gran persona y lo que podido notar. Hoy Andrés y yo debemos retroalimentar todas las cuentas de la semana, es una extensa y fastidiosa lista de contabilidad, papeleo, etc. Nuestra confianza ha aumentado, creo que ya no sólo nuestra relación es de trabajo, suele comentarme de su prometida, de cómo estuvo su día, entre otras cosas. -¿Qué tal estuvo tu tarde ayer? –Olvidaba que ayer tuve mi tarde libre (sucede una vez a la semana) -Mmm... Salí a ver una película con un amigo. – -¿Lo conozco? –Seguía observando los papeles al frente suyo como de igual forma yo miraba la laptop. -Sí, claro. Es David Manston. –Noté como instantáneamente me miró con el ceño fruncido. -¿David? ¿Mi socio?- -Sip – Dije sin levantar la mirada. -¿Desde cuándo te hablas con él? –Dejó los papeles sobre la mesa mirándome fijamente. -Mmm, hace algunos días.- -Oh... ¿Y ahora son buenos amigos, no? – Escuché un tono irónico en su voz. Enserio está... celoso? Podía notar como me miraba, yo comencé a reír de forma exagerada, j***r desde cuándo le importaba quienes eran mis amigos. -¿Qué? –Su ceño se frunció aún más- ¿De qué tanto te ríes? -Andrés... -No paraba de reír- Me lo estoy imaginando o... estás celoso? -Yo? Por favor no seas ridícula, ¿cómo se te pasa eso por la cabeza?- Se levantó enojado de la silla. Eso último me dolió, vamos, no pensaba que estuviera celoso porque gustara de mi o algo similar, simplemente por amistad. -Okey, disculpa. –Dije algo seria.- He terminado, el archivo lo envié a tu drive, no olvides tu cita mañana a las 6 a.m con el Doctor Winstong. Me levanté guardando la laptop y ordenando el lugar, podía sentir la mirada de Andrés mientras realizaba todo esto. -Melanie... - Lo ignoré tomando mi bolso- Ya, Melanie, lo siento ¿sí? -No te preocupes no debí decirlo.- -No, no,  sé que no lo dijiste con una mala intención, solo que... bueno.- -Sólo qué...? –¿A qué estaba jugando? -Es verdad. –Podía ver como intentaba mirar a otro lado, evitando la... ¿vergüenza? Reí. –Descansa, Andrés O'Brain. -Vamos. –Tomó su bolso y se dirigió a la puerta. -¿A dónde? – -Te llevo a tu casa. –Sonreí, pero salí del lugar junto a él. En el camino me mencionó que tenía hambre: -Te gustaría ir conmigo por algo casual? No sé, una pizza? Creo que eso es lo que come la gente normal –Reí ante ese comentario tan absurdo. -Está bien, yo igual tengo hambre- Nos detuvimos en la primera pizzería que encontramos. Observábamos la carta detenidamente. -No podrás creer hace cuantos años no como una pizza- Dijo Andrés concentrado en la cantidad de sabores que había.  -Pues, para mí la primera opción es la vegetariana. – Andrés reía- Vamosss, si quieres ser fat por un día hay que hacerlo con toda.- No podía dejar de reír, ustedes también tienen su amigo mala influencia? Pedimos una pizza familiar, mitad vegetariana y la otra mitad mexicana, al parecer Andrés amaba el picante. La acabamos toda pero yo creo que los dos no queríamos saber nada de comida en semanas. -Creo que esto de pedir una familiar fue una pésima idea - Mencionó Andrés mientras se tomaba el estómago con una mano-  Y por cierto, comes muchísimo. Yo no paraba de reír – Esperabas que pidiera ensalada y agua? Lo siento, nunca me voy a matar de hambre por sorprender a un hombre. Estuvimos un largo tiempo tirados en la mesa esperando dejar de sentirnos como dos barriles, lo que causaba mucha gracia la situación.   -Ya no estoy llena – mencioné luego de un largo rato hablando de cosas random- Vamos por un helado? Los ojos de Andrés se desorbitaron –Disculpa? Donde guardas toda esa comida? Yo no dejaba de reír, al final accedió y llevamos el helado para el camino mientras nos dirigíamos a mi apartamento. Llegué a mi apartamento agotada, estaba muerta, entonces me deshice de los tacones y me tiré en mi hermosa y cómoda cama, después de meditar un tiempo pude notar que no estaba mi bolso, seguramente lo habré dejado en el carro de Andrés. Después de casi 2 minutos de estar mirando al techo sonó el timbre... -¿Quién podría ser a esta hora? -Pregunté, seguro vino a traer mi bolso. Qué tierno Me levanté y caminé sin ánimos hacía la puerta, al abrirla, me quedé petrificada.... No podía procesar nada, era como si mi mente estuviera en blanco, hasta mi cuerpo. Era Jackson!!! el asqueroso de mi hermanastro, cuando por fin bajé de las nubes intenté cerrar la puerta de inmediato, pero el usó su cuerpo para evitar que la cerrara y entró. -¿Que acaso no te alegra ver a tu hermano? -Dijo entre risas. -¡LÁRGATE DE AQUÍ! -Le grité, y lo empujé contra la puerta. Me sostuvo de mis muñecas y me tiró al suelo, pude sentir una punzada aguda en mi espalda, lo mire e intenté gatear hasta mi habitación, pero él me tomó del cuello y me empujó contra el sofá de nuevo, intenté tomar su mano entre la mía para para soltarme pero al parecer era inútil, lo podía ver sonreír... Besaba mi cuello, era asqueroso, LO ODIABA!, me sostuvo las manos con fuerza, podía sentir como dejaba de tener sensibilidad, su otra mano la llevó a mi cuerpo tocándolo lentamente... -¡YA BASTA!! NO OTRA VEZ! Por favor… -Le supliqué en sollozos. -No, no, no... No digas nada, solo... solo debemos ser felices - me dijo al oído mientras pasaba su mano por todo mi cuerpo. HIJO DE... COMO ESPERA QUE SEA FELIZ ASÍ!!! Está trastornado Cerré los ojos esperando un milagro pero solo sentía sus asquerosas manos tocando mi cuerpo y una lágrima luchando por salir... El timbre sonó de nuevo. Grité de la alegría en mi mente. -Quédate aquí, no salgas.- Me dijo apuntándome con un dedo- Cuando abrió escuché una voz familiar, busqué en mi cabeza intentando saber quién era. -¿Se encuentra Melanie? - -No, ¿quiere que le diga algo?- Dijo Jackson. ¡ANDRÉS!! Era Andrés!.. Salí corriendo a la puerta gritando su nombre... -¡Andrés! Estoy aq...- Jackson me tomó del cabello y me tiró al otro lado de la sala golpeándome fuertemente en la cabeza, fue lo suficientemente fuerte porque comencé a ver muy borroso, Andrés claramente lo notó y empujó la puerta, gritó mi nombre pero me encontraba medio inconsciente y cuando logré abrir los ojos noté que Jackson lo golpeaba, lo golpeaba y lo golpeaba... Y caí. Me desperté con un dolor muy fuerte en mi cabeza, veía una persona en frente. -¿Estás bien? -Me preguntó muy dulce, era Andrés. -Que... Ay!- Sentí una punzada y me llevé la mano a la cabeza. -Acuéstate, no te preocupes… solo dime, ¿Quién era él? -Abrí los ojos y dirigí la mirada a la ventana que se ubicaba al otro lado, era de noche. -Ess.. Ess... -¿Es? -Me preguntó haciéndome sentir más inquieta. -Mi hermanastro. -¿Tu Hermanastro? porque intentaría abusar de ti? -Abrí mucho más lo ojos que la otra vez. -¿Cómo sabes eso? - -Bueno, al intentar ayudarte pude notar que tu ropa estaba algo... desordenada, y no creo que te hayas quitado la ropa al frente de tu hermanastro ¿O sí? - -Quizá.- Ni siquiera sabía lo que decía, solo no quería aceptarlo. -Bueno, sí, quizá, pero el golpe que te dio no fue porque te ama ¿Verdad? y no creo que me haya golpeado porque sí.- Pude ver sangre en la parte inferior de su ceja y el rostro algo morado. -¡Dios! Lo lamento... - Intenté levantarme pero él no lo permitió. -No te preocupes por esto, no es nada. Iré por hielo, te debe doler la cabeza. Estuvo la noche a mi lado, creo que hasta quedarme dormida. Me levanté al día siguiente y encontré una nota en mi mesita de noche. Mel, no quise despertarte, tómate el día libre. Nos vemos mañana. Andrés. Dios y luego por qué una se enamora sola. Me vestí y fui a trabajar, vamos no me iba a quedar a morirme en mi casa, llevo años cargando con esto y ya sé que debo hacer en estos momentos. 
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