Capítulo 4

1309 Words
Andrés se enojó un poco al verme pero le dije que me sentía realmente bien como para quedarme encerrada en la casa, hoy habíamos firmado un contrato muy importante para todos y todos los de la oficina tenían planes de ir a un bar cercano a tomar algo, la verdad no me caería nada mal, llevaba tiempo sin salir. -¿Tienes planes? -Me dijo Andrés mientras arreglábamos todo para irnos. -Pensaba ir con los chicos a Mood's- -Pues yo no, así que creo que iré con ustedes. El ambiente estaba realmente bien, los cócteles no paraban de llegar y la verdad nosotros tampoco parábamos de tomar. Francis, un chico de contabilidad me invitó a bailar y la verdad no lo hacía nada mal, me seguía el ritmo y eso era lo importante. Luego sonó una canción muy de moda, de este género que todos escuchan... Las chicas se movían de una forma espectacular y deseé intentarlo. -Lo has bailado? -Le pregunté a Andrés. -Una que otra vez -Respondió con una copa en la mano, la tomé y la dejé en la mesa, lo jalé del brazo y lo llevé a la pista. Tomó la iniciativa moviendo mis caderas, yo solo seguía su ritmo, debo decir que me impresiona como se mueve, me había mencionado que no sabía hacerlo bien, pero creo que se equivoca. Le di la espalda contoneando mis caderas siguiendo el movimiento de sus manos en mi cintura, podía sentir su respiración en mi cuello y como mordía fuertemente su mandíbula cuando me acercaba más a él. Luego de un tiempo la mayoría ya estaba completamente ebrios o se habían ido, estaba afuera a punto de tomar un taxi un chico se acercó observándome detenidamente, luego pude ver como lanzaba la mano a mis nalgas. -Qué mierda te sucede? -Dije alejándome un poco. -Hoy quiero una zorrita en mi cama -Se reía como enfermo, seguro estaba drogado. -Ven aquí! Jaló mi brazo empujándome en una esquina del callejón, MIERDA NO DE NUEVO, cerré mis ojos como una estúpida pero mi subconsciente me pedía a gritos defenderme, por lo que lanzaba golpes a donde fuera ya que estaba muy oscuro y no podía ver casi nada. -Quédate quieta perra! – Dijo el tipo luego de dejar su puño en mi cara. No sabía qué hacer, pero luego pude sentir que alguien lo alejó de mí con brusquedad. Volteé y vi a Andrés golpeando con fuerza al tipo, luego el recibió un golpe, pero logró tirarlo al suelo y así daba los golpes de forma directa. Ahora resulta que soy la princesa en apuros. Esa idea me irritaba. -Basta! Andrés basta! -Estaba muy rojo y no reaccionaba, otros 2 hombres tuvieron que separarlos. -Quédate aquí -Me dijo y caminó por el callejón hacia la calle. Pude ver el auto de Andrés acercarse. -Súbete -Me dijo, más bien me ordenó... -¿Si puedes manejar?- Estaba algo asustada por su estado -Me ofendes -Dijo abriendo la puerta del copiloto. -Olvidé decirte que tengo tu laptop, si quieres pasa por ella.- Dije casi al llegar a mi apartamento para cortar la tensión del ambiente. -Está bien.- aún podía ver como presionaba su mandíbula. Llegué y le dije que se pusiera cómodo, él tomó la laptop ya que se encontraba en la mesa principal. -¿Está todo bien? -Le dije algo preocupada. -¿Por qué no lo estaría? -Aún estaba serio. -Bueno... No has dicho nada desde el incidente de ahora.- Se acercó a mi estante donde estaban mis botellas de alcohol y sacó una de vodka. -No dejaré que nadie más te haga daño.- Y destapo la botella tomando directamente de esta. Necesito algo para procesar lo que acabo de escuchar, ¿qué debo esperar de eso? AAG, Melanie deja de malinterpretar todo!! Pero es que eso sonó taaaan romántico... Después de tomarnos toda la botella (Y otras 2 más) estábamos como seguramente saben embriagados. No pude negarme ya que luego de ese comentario no sabía qué decir!! Así que solo tomé y tomé. Empezamos a reír como nunca, nos reíamos por todo, hasta que Andrés dijo: -Qué calor! deberíamos quitarnos la camisa.-Y rió, seguramente lo dijo bromeando pero la calentura mandaba más que yo. -¿Sabes que sí? -Le respondí haciendo el acto- El abrió los ojos, pero igualmente se retiró su corbata y su camisa. Sentí sus ojos pasar por todo mi cuerpo, era intimidante pero mucho más excitante. -¿Te gusta el ejercicio?, Me encantan tu abdomen.-Dijo pasando su mano por mi estómago. -Me encanta! -Reí, sintiendo mi piel erizarse. Luego sus manos toman mi rostro y me acercaba cada vez más a él. Hasta que sentí sus labios sobre los míos. Caminábamos hacía la cama mientras nuestras prendas se quedaban en el camino. Cada vez me besaba más fuerte, bueno yo también lo hacía, no podía negar que se sentía estupendo y su lengua jugaba perfectamente con la mía, luego bajó sus manos hacía mi sujetador soltándolo, tocaba mis pechos de forma muy tierna, desabroché su cinturón siguiendo con su pantalón, puse mi mano en su entré pierna y escuché su gemido en mis labios. JODEER perdí la cordura con ese sonido, no pensaba nada, seguramente él tampoco porque me recostó en la cama y comenzó a besar cada parte de mi cuerpo, ¿enserio? estaba tan caliente que no quería más besos maldita sea ¡quería acción!... Lo tumbé boca abajo en la cama y saqué su bóxer, sintiendo el rose de su m*****o junto con mi entrepierna, pude ver cómo se mordía sus labios y eso me motivó a seguir. Me acerqué a su oído susurrando: -Te quiero adentro de mí, ahora. Sus pupilas se dilataron al instante y me giró con fuerza. El placer era taan grande j***r, no sabía si era el alcohol, saber que lo deseaba tanto y pude tenerlo o alguna otra cosa de este mundo pero se sentía tan bien TAN BIEEN. Quizá estaba mal pero eso no me importaba ahora, me encantaba y punto. Sentirlo dentro de mí era el paraíso, y no me importaba nada más ahora mismo. Vi la luz del sol filtrarse por mis cortinas. Me levanté con un dolor de cabeza infernal, estaba con vista hacía mi mesa de noche, -con razón- Pensé, había una botella tirada en el piso, pero no sólo eso, había ropa tirada en el piso, me miré y estaba desnuda, miré a mi lado y había un hombre abrazándome con fuerza, NO ERA SOLO UN HOMBRE ¡ERA MI JEFE! -OH MIERDA! -Dije casi gritando y tapándome con las cobijas blancas. Andrés se levantó cerrando los ojos por el sol. -¿Qué ha sucedido? -Le dije. Se asustó al escucharme y volteó bruscamente a verme. Y luego levantó la cobija y pudo verse, estaba desnudo y yo igual, podía ver en su rostro la exasperación. -N-no, no sé- Dijo tocándose la cabeza- Me duele muchísimo mi cabeza. -A mí igual- dije, aunque me dolía mi estómago, mi miré y noté una mordida -Oh mierda! -¿Qué pasa? Dijo quitándome la cobija -Sin decir que vio mis pechos (Y algo más)- Y observando el lugar de la mordida. -Tienes otra en el cuello- Lo dijo mientras me miraba. -¿Acabas de notar que estamos desnudos cierto?- Mencioné aun notando como me veía desnuda. -Sí, eso parece - -Y sabes que tienes una prometida…- Mierda! porqué dije eso, aunque sabía que era verdad. -Si... -Y luego que notó la indirecta muy directa y abrió los ojos, tomó su bóxer rápidamente que se encontraban tirados como toda la ropa en el suelo. Yo hice lo mismo pero no tan desesperada, me dirigí al lado en que estaba él para buscar algo de ropa cómoda en mi armario.
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