Un mes y medio después....
Yoongi rebuscó en su armario por otro minuto más, y para esta altura su ceño ya estaba fruncido. —Mocoso, ¿dónde están mis camisas?— No estaba siendo nada nuevo el que no encontrase alguna de sus prendas.
Jimin giró junto a la silla —¿Seguirás llamando mocoso a tu novio?— Había estado tratando por dos largas semanas que Yoongi lo llamase por su nombre o al menos que le dijera de otra manera.
Bufando —Cuando dejes de decirme alfa tonto entonces lo pensaré, ahora dime, mis camisas ¿dónde están?—
Una sonrisa algo malvada se cruzó en las labios de Jimin —Las quemé, eran horrendas— rió un poquito y puso los ojos en blanco cuando recibió una mirada —Bien, no las queme— Se puso de pie y salió de la habitación, yendo hacia la no muy reciente habitación libre. Volvió con las camisas en mano —Las deje en el armario de al lado—
—¿Cuándo dejarás de mover las cosas de su lugar?—
—¿Cuándo dejé de dibujar?— Era simple, él solia guardar algunas de sus cosas, la mayoría, dentro del armario que compartían. Y bien, frecuentemente hacía lugar. —De todas formas, tienes mucha ropa— le volvió a recordar.
Yoongi tomó una camisa color blanca —Sabes que no es mi culpa, mi madre no deja de comprarme ropa o lo que sea que le parezca lindo—
—Lo sé, lo sé, le dije que parara pero al parecer no pasara ponto— ¿Eran molesto? Si, pero era mucho más divertido y agradable. Ella estaba siendo una verdadera madre, y el padre de Yoongi no se quedaba atrás. Mucho más tiempo pasaba y las cosas parecían mejorar.
Suspiros se escucharon para luego visualizarse las sonrisas de ambos.
—No te olvides esto— Jimin agitó en el aire una cajita con pastillas. —No te gustaría tener problemas en medio de la reunión, ¿verdad?— Ahí estaba ese sentimiento molesto de nuevo, diablos, odiaba tener celos —O conmigo— La cajita fue tomada de su mano —Toma una antes de irte, tú, ya estas apestando— Su nariz cosquilleaba ante el aroma que se estaba volviendo un poco más intenso.
Yoongi no hizo más que obedecer, después de todo lo que decía el mocoso era verdad, había que evitar problemas incómodos e indeseados.
—Bien, volveré en una hora, aunque tratare de estar antes— Se acomodó el saco marrón —Ya sabes, estoy siendo obligado a ir— Le echó una mirada aguda.
Poniéndose de pie Jimin tomó el reloj en el escritorio y se acercó al alfa —Te obligé porque me obligaron, Taehyung no me dejaba en paz ¡Lo sabes!— Cubrió la muñeca izquierda de Yoongi con su reloj. —Hora de irse—
Dejaron la habitación.
—Ya conoces las reglas— Ah... Yoongi seguía insistente con esas tontas reglas —O ve con Jean—
—Jungkook— volvió a corregirle —El se llama Jung Jungkook, deberias de ya saber el nombre de la pareja de tu hermano—
Yoongi rió —Ellos no son pareja, el chico solo lo ve como un amigo. No pasara nada entre ellos—
Por supuesto, pensó Jimin, pues aun no le había dicho a este tonto alfa que Kook estaba algo así como cambiando de parecer con respecto a San. —Hablaremos después— Lo empujó fuera de la casa. —Estas llegando tarde, Taehyung acaba de enviarme otro mensaje, el décimo— ¿Debería de bloquearlo? Era lo más seguro.
Entonces Yoongi ahora ya no quería irse, pero tuvo. —Estaré pronto en casa— su mano, su pulgar acarició la mejilla abultada de Jimin. Luego lo beso en los labios. —No hagas nada estúpido—
—Digo lo mismo—
Jimin ingresó a la casa una vez observó el auto desaparecer a lo lejos. Estiró sus brazos y caminó hacia la cocina, estaba sediento y con muchas ganas de perderse en los libros de la biblioteca, lugar donde ya había puesto muchos de sus libros. Cuando la bebida dulce en su vaso se terminó la puerta se escuchó, supuso casi de inmediato de quien se trataba.
—Yoongi me envió un mensaje— Fue lo primero que dijo Jungkook al abrirse la puerta.
Jimin solo lo dejó pasar, así solía ser ahora, Yoongi salía y él tenía como niñero a su amigo de enfrente. —Estaré en la biblioteca—
Jungkook asintió y lo siguió, oh, él no estaba con las manos vacías, traía consigo su portátil —Y yo estaré ocupado con algo— lucía un tanto frustrado.
—¿Aún sin ninguna idea? Se te acaba el tiempo— Jimin solo logró poner nervioso a su amigo.
—Uh... es difícil, aunque pensé en algo— Dejó su portátil sobre la mesa cerca de la ventana de la biblioteca, tomó asiento y siguió diciendo:—Pensé en...— Se ruborizó de inmediato.
Jimin fue rápido en decirle —No quiero saber—
—Esta bien, pense en hacer algo con frutillas en el medio— Ahora Kook podía solo morir de la vergüenza, —Y no tiene nada que ver con él, solo paso... y-yo vi, eh, uh... vi a-
—Solo detente— rió un poquito —Estás siendo tan obvio— Caminó hacia uno de los estantes y alcanzó un libro —Sé que no es casualidad que no puedes pensar en otra casa que no sean frutillas, después de todo ese es el aroma de San, ¿verdad?—
Una risita nerviosa y divertida fue lo que dejó escuchar Jungkook, aun así negó con ojos muy abiertos —Solo es mi fruta preferida, y pensé que-
—Kook, se que te está empezando a gustar San, el otro día prácticamente me lo confesaste— Tomó asiento en la silla al lado de su amigo. Y antes de empezar con su lectura su mirada recayó en la pantalla, —Te dije que serías bueno en esto—
En las últimas semanas Jungkook se había encontrado realmente entretenido y fascinado por el diseño gráfico, ahora simplemente su portátil estaba lleno de programas de este estilo. —Es divertido, me gusta—
—¿San?—
—Si, me gus- ¡No!—
Jimin le sonrió sospechoso —Claro— silbó.
Jungkook trató de ignorarlo, concentrándose en crear, en diseñar, el nuevo logo de la heladería que se encontraba a unas diez cuadras de su casa.
... Solo había pasado media hora y el timbre de la casa se escuchó; Hubieron tres toques, fue en el tercero donde Jimin suspiró y codeó a Jungkook, —Ve a ver quien es—
Un minutos... dos minutos, tres minutos. Jungkook se puso de pie y caminó casi refunfuñando en todo el camino hacia la puerta principal. —¿Si?— No reconoció de nada a la persona que estaba viendo ahora.
—¿Y tú eres?—
—Jungk- no debería de dar mi nombre a un extraño— Kook estaba a nada de cerrar la puerta.
—¿Esta Yoongi? Soy Namjoon, el hermano de Park Jimin, vengo a buscarlo—
Oh, Jungkook pudo reconocer la historia, si bien él sabía que su amigo había sido dejado al cuidado de su vecino, de Yoongi. Lo dejó pasar y lo olfateó mientras cerraba la puerta detrás suyo. Un alfa. —Uh...-
Namjoon se giró y su sonrisa sutil no se borraba, estaba contento de volver a casa y de que hermano también lo hiciera. Ahora solo esperaba que no fuera asesinado por éste al dejarlo por tanto tiempo con una persona difícil de tratar, aunque lo más seguro es que Yoongi también se hubiera vuelto loco en este tiempo.
—¿Ahora me dirás quien eres?—
—Oh... soy amigo de Jimin, uh, y vecino de Yoongi—
Namjoon ladeó la cabeza —¿Amigo de mi hermano?— Sonrió aún más —Me alegra escuchar eso, ¿y eres un beta al igual que él, cierto?— Pues no podía oler nada.
Jungkook negó algo apenado —Soy un alfa— Pero luego se extraño de algo —Y Jimin es un omega— Pensó que tal vez el chico se había confundido, a cualquiera le podía pasar. —Y Yoongi, él no está—
Correcto. —¿De qué hablas? Mi hermano es beta, no un omega— ¿Acaso estaba bromeando con él?
Kook no supo qué decir, rascó su nuca algo confuso también —No, no es un beta—
Unas pisadas se escucharon provenir de arriba, se puso ver a Jimin —¿Namjoon?— su expresión perdió todo su buen humor de hace unos momentos —Tú, que estás...-
Ignorando lo escuchado anteriormente Namjoon volvió a sonreír y se acercó a su hermano menor. No tardó en desordenar animadamente los cabello de este. —Hora de volver a casa, vamos, te ayudare a hacer las maletas—
—Yoongi no está— Jimin estaba tan quieto en su lugar.
—Lo esperamos—
Claro... —Hermano— Jimin lo llamó débilmente.
—¿Ocurre algo?—
—No puedo irme— no hubo titubeo en su voz, ya se había preparado para este momento aunque hubiera esperado que su tonto hermano al menos le avisara algo.
Namjoon detuvo todo movimiento, —Se cual es el motivo por el quieres permanecer más tiempo aquí, pero debes volver a casa. Seguirás leyendo todos los libros de Agust— Esto era lo que temía Namjoon, que su hermano actuará como el fanático que era. —Podemos venir a visitarlo cuando quieras—
Jimin se vio en pánico, no quería irse, no iba a irse. —¡No volveré a casa!— Y fue rápido en subir las escaleras y correr hacia la que ahora era su habitación también. Se encerró.
Eh... Jungkook solo se quedo como un espectador, pues ¿debería de intervenir? Aun así no sabía cómo.
Bueno, aquí vamos, Namjoon lo siguió, golpeó la puerta. No obtuvo respuesta. Los minutos pasaron, y Namjoon estaba perdiendo su buen humor. —¡Vamos Jimin! ¡Nuestros padres nos están esperando en casa!— Nuevamente intentó abrir la puerta al girar repetidas veces la perilla. —¡Jimin!—
—¡Habla con Yoongi primero!—
—¿Eh? ¡Vamos, estoy seguro que él estará feliz por la noticias, ya lo conoces o no!—
Abajo, en el primer piso Jungkook se giró al percatarse que alguien ingresaba a la casa, suspiró aliviado al ver que era Yoongi. Rápidamente le hizo saber que:—El hermano de Jimin está arriba—
Y efectivamente, se le escuchó a Namjoon llamar a su hermano. También se le escuchaba a Jimin gritarle en respuesta. Pero todo se silencio cuando las últimas palabras dichas en tonos altos por Jimin se escucharon claramente:
—¡Yoongi y yo somos pareja, pero dejame decirte que todo es culpa tuya!—
Namjoon apretó con fuerza, sin percatarse, la perilla de la puerta. Tanto sus venas como sus colmillos se hicieron notar. Sintió otro aroma. Giró su cabeza y se encontró a su supuesto amigo muy quieto en la escalera. Yoongi retrocedió con cuidado, no tenía miedo, no, solo estaba asegurándose de que no fuera empujado por las escaleras.
—Tenemos que hablar— Fue lo que Yoongi le dijo una vez estando en el living.
Namjoon no era alguien intimidante, de hecho se le caracterizaba por ser alguien torpe, distraído y muy amigable. Oh bueno, a menos que te metas con su familia y sobretodo con su hermano menor. Su instinto protector era fuerte.
—¿Pareja? ¿son una pareja? ¿escuche bien?—
Yoongi no iba a retroceder, no había motivos para hacerlo, pues si su amigo quería golpearlo estaba en todo su derecho, después de todo estaba como algo así robándole a su hermano menor. Uh, pensarlo de ese modo no sonaba nada bien. Pero en fin, —Lo somos— fue lo más serio posible.
Jungkook caminó en puntitas sin hacer ruido alguno y tomó asiento en la tercera grada de las escaleras.
—Solo te pedí que cuidaras a mi hermano— Un gruñido desde el fondo de su garganta se hizo escuchar.
—Lo cuide, y las cosas terminaron así... mira, soy serio, ¿si? Estoy algo así como jodido por el mocoso, me enamore— Decirlo en tonos altos se alguna forma se sentía penoso, pero tan agradable. —Lo siento—
Todo empeoró en menos de cinco segundos, Namjoon no fue nada compasivo en propinar un certero golpe en la mejilla contraria, fue duro y con tanta fuerza. Ese golpe podría haber hecho pedazos cualquier mandíbula. Fue pura suerte que solo le haya causado un corte y un labio roto a Yoongi, y era bastante obvio que en esa zona se formaria un gran y notorio hematoma. Y bien, no sería solo esa única zona, pues Namjoon no parecía querer frenar sus golpes, digamos que no estaba del todo satisfecho.
Yoongi no estaba del todo seguro si debería defenderse ahora, o solo dejarse golpear. Pero estaba muy seguro de que alguien no se vería muy feliz que digamos. Esquivó el tercer golpe.
En su encierro Jimin comenzaba a sentirse abrumado, la sensación de que algo malo estaba ocurriendo le hizo tomar la decisión de dejar la habitación con cierto apuro. Fue cuando escuchó gruñidos y palabras enojadas, rápidamente dio con el panorama que se había esperado. De toda formas, no estaba siendo nada agradable.
—¡Namjoon!— Jimin gritó en alto, esquivando a Jungkook en los escalones. —¡Detente! ¿¡Te volviste loco!? ¡Yoongi!—
Fue una suerte que la puerta no haya sido cerrada, ya que aquello no le hizo perder el tiempo a Yongsun, ella solo intervino y sujeto a Namjoon en una especie de llave. —Supongo que eres el agradable hermanito de Jimin— Lo soltó y empujó lejos.
—Sabía que no tenía que venir— Comentó Matthew desde la entrada.
Por otro lado San paso haciendo caso omiso a lo que sea que esté ocurriendo y tomó asiento al lado de Jungkook, y él simplemente se acurrucó a su lado. Jungkook solo pudo abrazarse a la baranda mientras controlaba su ruidoso corazón.
Pronto las miradas fueron a parar sobre la pareja. Jimin no tenía una buena expresión y Yoongi estaba peor, pues acaba de recibir dos buenos golpes en la misma mejilla.
—Hay hielo en la heladera...— Jimin tocó el golpe. —Eres un tonto— Se giró y dio con su hermano —Tú también lo eres ¡él es tu amigo!—
—¡Un amigo no se involucraría con tu hermano menor!— Namjoon estaba muy fuera de sí ahora mismo. —¡Nos iremos ahora mismo!—
Jimin dio unos pasos hacia Namjoon mientras mostraba ahora su ceño fruncido y su mal humor —No me iré, me quedare con ese tonto alfa y fin de la discusión— Antes de girarse le hizo saber una última cosa más —Y, no soy un beta, soy omega. Ve a decírselo a nuestros padres— No volvió con Yoongi, ya que ahora mismo necesitaba algo de hielo. —Ahora, todos vayanse— Miró a todo mundo.
Pero Jungkook chilló, —¡Jin-hyung!— él aún no había terminado el logo para su heladería...