Quadraginta et Septem

2995 Words

Sean se paró de su cama después de estar procesando lo que iba a hacer en ese día. La verdad era que aparte de todos los pendientes de la empresa, no tenía que hacer la gran cosa, simplemente necesitaba llenar y firmar papeles para que salieran a los diferentes departamentos. - Vaya día - Musitó una vez que abrió las cortinas y notó que en su ventanal caían sin cesar gotas de lluvia. Aunque los días lluviosos no fuera la suyo, siempre intentaba acompañarlos con una buena taza de café, o una de chocolate caliente para acompañar lo que restaba del día. Conforme pasaban las horas y todo lo que necesitaba hacer, comenzó a aburrirse, por lo que sacó su celular para poder hablarle a alguien y así quedar para hacer algo en la tarde. - ¿Qué pasó? - Alexander contestó tajante por lo q

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD