Diecinueve años atrás Otra vez con los mismos gritos de siempre. Estoy escondida entre las cobijas deseando que mis padres terminen de discutir. —Diana no empieces, vengo llegando cansado —se quejó papá. —Sé que estás con ella—gritaba mamá. —No estoy con ella, ni con nadie—le respondió papá— Ella fue solo una vez. Y se acabó. —Y lo estoy pagando caro—gritó mamá— Cargo con lo que no es mío. Esta vez no entendía bien lo que pasaba, a qué se refería mamá. Ella siempre habla cosas sin entender. Pero eso sí me hizo poner atención. —No digas estupideces —le dijo papá—Tú aceptaste y ahora te aguantas. —No me queda de otra. Sería el fin de esto y no quiero. —Entonces que no se vuelva a hablar nunca más Diana. —¿Por qué si te he amado siempre? —se escuchó a mamá en llanto— ¿Por qué