Todo parecía un sueño, Ashton siendo mi violador, Leticia en el hospital con muerte cerebral, esperando ser desconectada. Y ahora nos estaban asaltando, hasta que usaron las palabras más fuertes “Nos perteneces y señora” sé que esa señora es Diana Smith y lo sabía de mano. Ella me iba a encontrar y todo por mi gran boda, por los periodistas y mis fotos en las revistas. Me sentía totalmente perdida. Cuando me traté de mover sentí que me tenía abrazada y eso me dio seguridad, aunque no debería, tratándose de él. En el fondo mi corazón tenía la duda si realmente Ashton lo hizo, pero no es momento de pensar en eso. Mi mente está con Lety. Quise abrir los ojos, pero me pesaban los párpados, sentía mucha debilidad.
—Despacio pequeña—susurro Ashton.
Abrí poco a poco mis ojos y me quedé viendo a Ashton a los ojos, esos ojos tan hermosos.
—¿Adónde vamos? —susurre con voz carrasposa.
Solo quería saber si estábamos a salvo.
—A tu casa—volvió a susurrar muy tranquilo.
—¿Qué pasó? —Mi voz salió un poco más normal.
—Nada que tengas que preocuparte mi amor.
Y con esas palabras me deje llevar por mi cansancio.
Cuando esta vez desperté me di cuenta de dos cosas: la primera, que amaba estar en mi cama y la segunda que todo lo que había pasado era verdad. Cerré los ojos y supe que me iba a quedar sola con mi pequeño. Empecé a abrir mis ojos y realmente estaba en mi habitación, al levantarme vi que ya no tenía mi vestido de novia, sabía quién lo hizo. Vi que tengo puesta la hermosa bata de seda color palo rosa que un día antes la había comprado para él, la odie en este instante. Caminé a mi vestidor buscando algo para tapar mejor mi cuerpo, no quiero nada que lo excite y tampoco quiero estar excitada por él. Salí satisfecha, con un suéter muy grande y una licra, me hice una coleta y salí de mi habitación en busca de gente, cuando iba caminando escuché voces de hombres en mi oficina, y me detuve de golpe—creo que se me está haciendo costumbre escuchar conversaciones— me pareció extraño ya que nadie entra ahí sino es con mi llave, eso quiere decir que hay otra llave, bueno eso pensaba, porque por lo visto si hay otra y eso me molesta mucho. Caminé decidida, llegué a tocar la manija y escucho la voz que tanto me persigue en los sueños, y en la que intento ayudar. Por fin me armo de valor e interrumpo abriendo la puerta de un solo golpe. Y me quedo ida viendo un fantasma, o puede que sea mi imaginación, hasta que habla.
—Pequeña—Ashton viene directamente a mí y yo me alejo por instinto—¿Qué haces despierta? —dijo susurrando.
Lo ignoré por completo.
—¿Se puede saber qué pasa aquí? —pregunté asombrada de lo que mis ojos veían.
Morris se me acercó y salí corriendo a sus brazos.
—Aquí estoy cariño—se le cortó la voz.
—Pensé…—se me cortaba la voz a mí también—pensé que estabas…
—Shhh… no, no, aquí estoy—me tenía en sus brazos.
—Pero si esto es lo más lindo que han visto mis ojos—me dio un vuelco el corazón cuando escuche la voz de mi querido hermano mayor.
—¿Qué espera mi princesa? —me tendió sus grandes brazos.
Por un momento dudé, pensando que mi mente jugaba conmigo. Pero no quise hacer mucho caso y me solté de los brazos de Morris para ir corriendo a ver a uno de los hombres que más amo
—¿Estás realmente aquí? —me dejé llevar por las lágrimas—Larry.
—Shh no llores mi princesa—su voz siempre tan tranquila.
—Pero, pero—no podía formular palabras.
—Es una larga historia—sonrió—pero antes déjame felicitarte por el pequeño y boda, lo hiciste bien.
Me puse tensa e imagino mi rostro pálido porque la cara de los dos hombres que he querido se contrajo también.
—Eso también es una larga historia—volví a ver a Ashton quien se le veía cansado y por un momento sentí lástima—pero no es por mucho tiempo, me voy a divorciar.
—Isabella—fue una advertencia, sabiendo que no es momento.
—Ashton—contraataque, fulminando con la mirada.
—¿Qué pasó aquí? —Larry estaba un poco tenso.
—Ashton hizo algo—dije tratando de reaccionar normal—pero no es momento de hablar.
Los dos se quedaron hablando conmigo de cosas menos complicadas por el momento. Realmente parecía todo un sueño, tenerlos aquí conmigo, Larry llevándose bien con Morris de verdad que parecía un sueño. Ellos estaban felices de mi embarazo, y eso me hizo sentir en casa. Por ratos veía a Ashton molesto, porque ellos tocaban mi vientre y también se que era el no poder estar en su regazo, cómo siempre.
Después de un momento me levanté y los dejé que fueran a darse un descanso. Busqué en toda la habitación a Ashton, pero me di cuenta que ya no estaba en la sala así que por fin me dio el espacio que tanto quería. Salí y me fui directo a la habitación Lety para estar sola y pensar bien. Cuando abrí la puerta, me asusté viendo a Ashton sentado en el sofá individual que Lety tenía en la habitación de ella. Nos quedamos mirando fijamente por un momento. Y me deje llevar por el momento, y se le veía destrozado, su rostro cansado y tenía ojeras. Eso me hizo preguntarme si había dormido algo. Vi que tenía un vaso en sus manos, y por el color del líquido estoy segura de que era jager. No llevaba saco ni corbata, solo una simple camisa blanca y sus jeans.
—¿Qué haces aquí? —pregunte
—Necesitaba pensar…—contestó con voz ronca.
Me iba a ir cuando su voz me detuvo.
—Solo, déjame explicar lo que sucedió—me estremecí.
Lo fulmine con la mirada.
—Ashton, ¿cómo vas a explicar eso? —dije molesta— Con solo pensar que fuiste, me destroza el corazón y la vida. Me hace recordar que ese día quise morir, es más se siente igual que hoy. Una completa mierda.
—No es necesario que hables así—murmuró molesto.
—¿En serio? Me vas a decir como tengo que hablar—solté una risita— Ahora te importa como hablo.
Se me quedó viendo y yo le devolví la mirada desafiando, sé que me estoy comportando como una niña.
—Isabella—me habló como si yo fuera una bebé que no entiende bien— Siempre me vas a importar, pase lo que pase —su mirada me penetraba—. Así que no digas tonterías y no me hagas más daño, no solo usted está sufriendo mucho. Cuando me enteré de.... Déjame explicarte por favor—suplico.
No le debo nada, pero mi corazón pedía a gritos que lo escuchara.
—Explícate y déjame en paz, para poder seguir con mi vida y darle a Lety un buen funeral.
Me acerqué para sentarme en la cama que era de Lety.
Su suspiro fue pesado,
—Isabella mis padres fueron muy exigentes en aquella época. Fue un año muy difícil para mí, estaba en un momento de mucha presión en la universidad, y no solo eso, Christopher en esa época pasó por algo muy difícil, no lo pude dejar solo. Entonces mis padres en vez de comprender me exigieron demasiado y me comencé a sentir muy ansioso. No sabía cómo desahogarme, nadie lo entendía, y solo Christopher, pero él… bueno como sabes, las demás personas piensan que por tener dinero tu vida es perfecta y sin complicaciones, pero no es así. Así que me mezcle con gente mala y no solo yo, sino que lleve a mi primo y aprobamos por las drogas, sabes que en el mundo de arriba esa es la mejor solución de los problemas—se quedó callado por un momento— y me descontrole Isabella, me hice dependiente de la cocaína y de otras que no te puedes imaginar, me sentía sin presión hasta que mis notas se fueron bajando y reprobé ese año, y no solo yo sino también Christopher y eso fue una bomba para la familia Blake, porque su hijo los había humillado.
No parecía que los padres de Ashton fueran así.
Me quedé en silencio, porque sabía perfectamente de lo que hablaba, lo sentí con mi madre. pero nunca quise andar en malos pasos, seguí escuchando.
—Además de todo lo que había pasado, mis padres se enteraron de mi adicción y esa fue la gota que derramó el vaso. Mis padres hablaron con una de mis tías que vive, bueno ya sabes donde vive. Mi madre la llamó, para decirle que si me podía tener ahí por un tiempo mientras ellos resolvían mis daños y las cosas se calmaban, sabía que era por el problema que había hecho antes de salir de la universidad.
Eso me llamó mucho la atención y pregunté.
—¿Qué hiciste?
Se puso tenso.
—Tuve un conflicto con un compañero y lo dejé inconsciente de la paliza que le di—se quedó viendo el trago que tenía en la mano y se lo llevó a la boca para tomarlo todo—. Casi lo mató Isabella.
Sé que él es así, volátil. Pero no como me lo describe.
—Mi tía accedió y me fui antes que los demás. Stephen y yo nunca fuimos muy allegados, como los demás, pero él pertenecía a nosotros. Aunque él siempre contó conmigo nunca salimos juntos solos. Yo por mi propia cuenta salía por ahí y así—me volvió a ver y su rostro se contrajo— Sabes, tenía una idea en aquel tiempo que él salía con alguien, porque hizo un cambio muy grande y ahora lo entiendo, fuiste tú—sabía que esas palabras de dolían— Ese fin en la tarde tuve un encontronazo con mi padre porque no había cumplido con la parte del trato, mandarme dinero. Yo dependía de eso Isabella, porque ocupaba el dinero para poder comprar la cocaína y lo otro. Nos gritamos mucho, y sé que él tenía la razón. El padre de mi compañero me estaba denunciando y sacándole mucho dinero a mi padre. Cuando corté la llamada me vi en el parque cerca de donde vivía tía. Alce la vista y había un mercedes estacionado y de ese coche se bajó un hombre para abrirle a una mujer muy elegante Creo que había escuchado la discusión.
Empecé a negar con la cabeza, esperando a que no fuera la señora que me imagino.
—Ashton no puede ser—no quería escuchar lo que me iba a soltar
—Isabella, solo quiero que entiendas, que estaba enfermo, y necesitaba dinero para el maldito vicio.
—¿Qué te propuso ella? — dije en un hilo de voz.
—Recuerdo que ella se bajó con elegancia y me entregó una foto de una joven muy hermosa—se me quedó viendo con admiración, pero fue un breve momento—. Me dijo que ella me podía dar una gran cantidad de dinero si le hacía daño a la joven de la foto, cuando dijo eso de su bolso sacó un fajo de billetes y me lo entregó diciendo que el resto me lo da cuando el trabajo estuviera hecho—murmuro, y su cuerpo se contrajo—. Estaba cegado por el vacío Isabella.
—Pero ¿qué te hizo pensar en violarme? ¿Porque no me pegaste u otro tipo de daño? —pregunté alterada.
—Porque ella antes de irse me dijo (Hágale lo que mi querido esposo me hizo, violarme eso lo destroza) Se subió al coche y se fue. Pero después de ahí todo es n***o, no recuerdo nada.
—Ahora entiendo porque cuando me miraste de esa manera—dije en un susurro—. Ashton yo te vi esa noche y luego no te vi más.
—Ya te dije que todo es muy raro, no recuerdo nada—hablo entre dientes.
— ¿Cómo sabes que fui esa joven?
—Cuando me contaste tu historia y luego de Stephen, sumé dos más dos—negó con la cabeza—. También el día que Stephen vino por explicaciones, me dijo que él recordaba verme salir de la habitación de él, dice que tomé una botella de vodka y me fui a beberla en la calle. Cuando me levanté al otro día, eso sí lo recuerdo, me llegué a sentir sucio, y no paraba de sonar mi iPhone. Nunca tome la llamada y tampoco cobre el resto del dinero, había caído tan bajo Isabella que toda mi vida he cargado con eso. Después me di cuenta de que necesitaba ir a un programa para desintoxicarme, hablé con mi padre y me ingresaron.
Eso me hizo tener una duda.
—¿No recuerdas lo que hiciste? — se dé una droga que hace eso.
Negó con la cabeza.
—Stephen ¿sí? —volví a preguntar.
Saqué mi modo de investigadora.
—Él sí—dijo muy pensativo.
Se hizo un silencio en la habitación, mi cabeza giraba con tanta información que no podía creer que, ¿será que Stephen planeo esto? Y si era así ¿qué gana con mentirnos?
—¿Sabías que era la novia de Stephen, antes de que yo te contara?
—No en ese momento. Me enteré hace poco, que eras Amy Rose
Lo que me sorprendió fue lo fácil que se echó la culpa. Claro Ashton estaba dañado en aquel entonces y no poder recordar le afecta más.
—Si no te acuerdas ¿cómo puedes pensar que fuiste tú?
—Estaba enfermo, Isabella lo más seguro si fui—se le veía decaído.
—¿No estás al cien por ciento?
Negó con la cabeza.
—¿Qué pasó luego?
—El señor que andaba con tu madre me llegó a buscar a la casa de mi tía al otro día, como no conteste, me quiso dejar el dinero. Aun así, me negué a recibir el dinero. Sabes creo que era un tal Bernal.
Fue como que me cayera un cubo de agua fría, no pude retener las lágrimas, llegué a pensar que era Morris
—Lo siento tanto Isabella… —susurro— De verdad que daría lo que fuera por retroceder el tiempo y jamás hacerte daño.
Sabía que Ashton era una víctima más de mi madre y sus manipulaciones, pero tampoco era un niño, aunque si bien sabía que cuando una persona es drogadicta hace cualquier cosa por conseguir su droga. No sabía qué pensar porque estaba pasando mucho en mi vida. Al parecer Ashton en su totalidad no sabe si fue él, además no solo eso, da por sentado que si lo hizo. En mis años pasados había querido vengarme de quien me destrozó, pero sabía que Ashton fue uno más de mi madre así que era de ella de quién me quería vengar. Otra cosa a él no recordar no lo ayuda mucho.
Cuando me di vuelta para ver por la ventana vi como a siete hombres fuera si formular la pregunta Ashton contestó
—Se incrementó tu protección por lo que nos pasó hoy en la madrugada—lo volví a ver —. Desde hoy ellos nunca se separan de ti.
Otra pregunta rondaba en mi cabeza.
—Lety supo ¿quién eras?
—No—dijo con total seguridad.
—Sabes desde que reuní el rompecabezas fui en busca de la foto que me habían entregado de ti y vi el gran parecido. Pero seguía sin creerlo, hasta que llamé a mi agente de seguridad y le di la foto tuya de antes a la de ahora y salió que si eras tu.
Debía aprovechar esta oportunidad, para hacer preguntas.
—¿Desde cuándo sabes eso?
—Te estas aprovechando con las preguntas—sonrió de medio lado—. Desde hoy cuando nos escuchaste discutir.
—¿Tus padres y tus primos saben?
—Sí, después de mi rehabilitación me desahogue con ellos. Pero mi relación con mis padres todavía es difícil para mí. Sabes recordé que el único que no sabía fue...
—Stephen...— termine.
Asintió.
—Sabías que entre a trabajar en tu bar porque pensé que había sido Matt por su gran parecido.
Se sorprendió por lo que le dije.
—No, no sabías—susurro— Tiene sentido.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí. Aunque viéndolo bien. No nos conocemos Ashton. Nos casamos sin pensar bien las cosas.
—No tengo nada que pensar. Yo te amo pequeña.
Dijo viéndome a los ojos, y en sus ojos vi su amor puro por mi.
—Necesito tiempo Ashton. Tengo que dirigir todo esto.
Ashton asintió con la cabeza y eso me hizo recordar que lo había mandado a investigar, salí corriendo a mi antigua oficina, sabía que Ashton veía detrás de mí.
—¿A dónde vas?
Cuando, vamos caminando por el pasillo, todos mis recuerdos vinieron a mi mente, en esa oficina fue donde había llevado toda mi investigación, hasta que el último correo no lo había querido leer, porque había dado por terminada esta vida.
—¿Qué pasa? — pregunta Ashton detrás de mí
—No leí mi último informe que me mandó Jeff porque estaba tan entregada a la enfermedad de Lety, a las empresas y a ti que no lo vi necesario, pero ahora sí. Quiero saber desde cuando tenía la verdad en mis narices.
—Yo quiero saber de qué hablas.
Entramos a mi oficina.
Mis ojos se encontraban con Larry y Morris, en mi MacBook y mis carpetas esparcidas sobre toda la mesa.
—¡Hey princesa! —dijo Larry poniendo la carpeta que nunca me anime a leerla, la de Stephen—¿leíste esta carpeta?
Negué con la cabeza y él me vio como si estuviera loca
—¿No has leído este informe?
—No—me sorprendía que me preguntaste eso, como sabían ellos de eso—¿Cómo sabes de mis carpetas?
—Pero mujer ahí está el culpable de quien te….
Larry no pudo terminar con la frase, en su rostro se notaba su ira.
—Pero si ya se quién fue.
—¿Cómo lo pusiste?
—Ayer o hoy, la verdad no se ni que fecha estamos, pero después de la boda los escuché hablar y cuando salí de ese lugar me dijeron lo de Lety.
Sentía una amargura tan grande que no podía evitar que se me hiciera un nudo en la garganta.
—¿No hiciste nada? —camina Larry de un lado a otro
—¿Qué quiere que haga si está aquí conmigo a mi lado? —Sollocé nuevamente, porque todo esto es muy difícil para mí—¿Qué quiere que hacer con mi esposo y padre de mi hijo?
Morris y Larry se me quedaron viendo sin entender lo que estaba diciendo. Morris se acercó a mí limpiando mis lágrimas, Ashton gruñó. Todos los volvimos a ver y él no disimuló su desagrado.