Thomas — todos se reunieron tal y como les había dicho la secretaria, que había una reunión de emergencia. Yo no aparecía estaba en mi oficina apreciando la cara de cada uno, —se veían triunfantes como si hubieran ganado un gigantesco premio, qué pena ser el causante de toda su desilusión malditos vegetes insoportables. Pero mi mujer aún no estaba presente si mi mujer, Emilia lo era no soy posesivo, pero con ella mi dominio era total, me hacía posesivo y celoso al extremo nada podía medirlo y nadie se atrevería a contradecirme. Al fin mi ninfa entraba por esa puerta tan ella altiva y con esa frialdad que emana, su sensualidad natural emboba a todos, así ellos no quieran verla, su aura los estremece aunque lo nieguen sé que le tienen miedo. Mandé un mensaje a su celular par