El ultimo dia
Emilia O'Connor es una hermosa joven sencilla. Su aspecto era como un hada de cuento, piel muy blanca, cabello castaño y ojos dorados, era tan bella que cualquiera moría por su hermosura.
Tenía una belleza natural que era la envidia de muchas, su fresca y pura presencia no siempre pasaba desapercibido.
Era hija de unos de los más grandes magnates empresariales del país, su madre era una actriz famosa, la cual la abandono por su carrera "prefería seguir siendo una estrella, a vivir por su hija"
Decidió tener un perfil bajo, nunca la veían en eventos, ni hacía acto de presencia en cenas o reuniones, en si ella no era conocida en el medio que sus progenitores estaban, nadie tenía el gusto de conocer a la hija del afamado magnate Roger O'Connor.
Emilia
Mi vida transcurría muy tranquila entre estudios y trabajo, estaba en segundo año de administración de empresas en la universidad central, como cualquier joven a mi edad, tomaba el transporte público para movilizarme me gustaba la vida sencilla.
No usaba ropa cara, la compraba en rebajas y promociones modestas, nadie en si conocía mi verdadera identidad y me trataban como igual, o en algunas ocasiones el bullying no faltaba.
Mi popularidad era invisible, para ser sincera conmigo misma, solo tenía una amiga
Charlotte Wesley, ella era la única en saber mi verdadera identidad, ya que éramos como hermanas desde la escuela.
Vivíamos juntas en un apartamento fuera del complejo universitario, ya que nadie quiso compartir habitación con nosotras, para todas éramos los... "bichos raros"
Éramos felices en nuestra burbuja, me limitaba a estudiar, aprender a tocar guitarra y piano, lo primero que hicimos fue meternos en un curso de cocina, porque tuvimos un accidente un poco casual y casi quemamos el departamento ¿quién iba a saber que los sartenes se encienden solos?
Lo último que hicimos fue conseguir trabajos de medio tiempo, no queríamos seguir siendo una carga para nuestros padres, aunque tuvieran todo el dinero del mundo, al menos el mío.
Era feliz así, Charlotte completaba mi vida y no me hacía sentir sola, aunque ella era una enamoradiza empedernida y sus noches eran algo locas.
Rápidamente pasaron dos años, estábamos por terminar la carrera.
A Charlotte sus padres le regalaron un crucero para ella sola y ella ya imaginaba sus días soleados, pero más sus noches agitadas.
Avise a mi padre sobre la graduación, él entendía muy bien a su hija al no querer entrar en ese mundo que él se movía, por eso solo me visito y felicito llevando un mega ramos de flores.
Rogger O'Connor
Mi niña hermosa, ya eres toda una mujer, ahora podrás tomar el manejo de las empresas — dije sonriendo, me senté en el sofá abrazándola y mimándola, ella siempre será mi bebe.
Mi niña, tu padre ya está viejo necesita un descanso de todo, y solo confía en ti, para poder dejar todo atrás.
Como sé que no te gusta nada relacionado con este mundo, te dejaré a mi entrañable amigo y consentidor tío Dylan Swan, lo veraz más tarde.
Ella se emocionó tanto, por la confianza que depositaba en ella, pero en quien más podía confiar, ella era mi vida entera.
—"Tú no estás viejo, eres todo un adonis a tu edad" — me dijo, riendo los dos a sus palabras.
Mi bella solo tú piensas eso. Pero no llores eres grande, fuerte y muy sensible mi cielo, debes aprender a cuidarte.
Y ahora te dejo, me voy a mis asuntos, no te diviertas mucho en tu fiesta ¡está bien! deposite un beso en su frente con amor y melancolía eso pasaba cada que la veía.
—Lo se papa, jamás me excedo lo sabes, aún no decido ¿si ir o no? La loca amiga que tengo por amiga tampoco se decide y sola no pienso ir.
Está bien mi pequeña, solo cuídate.
—Si papá
Por cierto, me enteré que tu mamá estará en el país ¿iras a verla?
Emilia
Lo miro un segundo y sonrió triste.—Yo no tengo mamá ¿o se te olvido? ella lo dijo el día que se fue.
Los cielos me dieron en compensación al mejor padre del mundo, señor O'Connor ¿está de acuerdo con eso?
—"Claro que si señorita O'Connor"— me dijo mi papá.
Lo adoraba con mi vida y eso jamás iba a cambiar.
Mi papá se fue y me quede sumida en mi soledad.
Llorando un poco al recordar las duras palabras que mi madre dijo antes de irse, ellos pensaron que yo no había escuchado nada,
¡grave error! los escuche y cada una de sus palabras me rompieron el corazón en pedazos tan pequeños que fue difícil recogerlo y volver a pegarlos
Charlotte
¡Emilia, por Dios que esperas para arreglarte! entre como huracán a su dormitorio, no perdería oportunidad de un último ligue.
—No quiero ir —me dijo desanimada Emilia.
Gire a verla y vio esos ojitos rojos e hinchados y me sentó a su lado —Querida que paso de nuevo, sabes que puedo matar alguien si te lastima ¿verdad?
Mis clases de boxeo nos servirán un mundo ¿o aún lo dudas?
—Jamás dudaría de tus habilidades —dijo riendo —pero la persona que hizo esto, señalo su cara, es alguien inalcanzable para nosotras entiendes.
¿No me digas que Tom Hiddleston nos rechazó?
—jajajajajajajajaja —su risa fue estridente — me dijo —¡Charly estás loca!
Me hice la ofendida, tomándome el pecho y secando lágrimas inexistentes en mis ojos la obra teatral era mi especialidad.
Me has ofendido regacho sabes.
Emilia
Tonta le dije sin parar de reír.
Suspire después de tanto reír — es la señora Minerva Freeman
—¿ Está en el país?
Ahora Charly entendió mi comportamiento un tan osco y triste.
—Esa señora no es nada nuestro, así que mueve ese trasero pesado de la cama y arréglate ¡hoy será nuestro último día de universidad!, y será inolvidable — me dijo.
No creas que voy a ligar en el último día ¡ni lo sueñes! — me levante de la cama para ir al baño.
¡Lo sé amor, tú eres solo mía! — me dio una sonora nalgada y emprendió la huida, en serio adoraba a esa loca.
Charlotte Wesley, si te agarro te mato, le grite corriendo tras ella.