Thomas No, nos dimos cuenta de la hora hasta que vimos todo oscuro, al parecer los empleados se habían retirado hace algún tiempo, después de toda la descarga de lujuria nuestros cuerpos estaban demasiado cansados, nos quedamos profundamente dormidos abrazados. Hace ya un buen rato, Molina me había enviado un mensaje —se encargaría de todos nuestros pendientes, ¿al parecer hoy usted va a estar demasiado ocupado atendiendo a la señorita O'Connor?, me escribió el muy desvergonzado. Claro que los mensajes no terminaron ahí, uno más abajo de ese decía, —di la instrucción para que nadie entre a molestar o interrumpir, su “conversación” jefe. Lo confieso eso me dio algo de vergüenza, pero ya que importa de igual manera se van a enterar de nuestra situación amorosa y más tarde qu