Emilia La luz del sol entro por la ventana dando directo en mis ojos que lentamente fui abriendo para acostumbrarme.Mire a Thomas dormir placidamente con tanta paz y una felicidad hace mucho tiempo perdida, que la emoción se instaló en mi ser.Este gran hombre, mi hombre, mi galán, mi héroe, mi protector, ahora era mío, solo para mí y de nadie más. Enseguida recordé todo lo que hicimos anoche, una vergüenza total se apoderó de mí, que sin razón alguna tape mi rostro con la sabana, pues no quería dar cara con todo lo que sentía. Que cara voy a ponerle apenas se levante, tenemos que trabajar y eso lo hacemos juntos, como voy a lograrlo si las imágenes de como nos devoramos salvajemente persistían en mi memoria, muy frescas sin querer quedar en el olvido. Thomas ¿Ahora te avergüen