Megan se había mudado al pueblo Chester algunas semanas atrás. La vida en la ciudad era demasiado agitada y su doctor le recomendó un lugar con un ritmo más lento, aunque debía seguir tomando sus medicamentos para la ansiedad. El aire fresco de Chester y la tranquilidad, había hecho maravillas en su salud mental. La gente del pueblo era una historia diferente. Les encantaba mirar fijamente, incluso señalar, probablemente porque era nueva y apenas se aventuraba a salir. Al menos en la ciudad tenía el anonimato. Megan sacó su receta de medicamentos, ya que se le habían terminado, y necesitaba comprar más, no tenía auto así que decidió caminar, la distancia entre su departamento y la zona comercial no era mucha, al momento de llegar a la zona notó que había una farmacia, un bar, una ti