—¿Qué es esto? —Ella ve el plato asqueada. —Cannolis, es el postre, son muy ricos, ¿Quieres probarlos? —Él estaba bastante confundido. —Si claro, se ven bastantes ricos. —Se tapa la boca y los ve con desagrado. —No lo has probado y ya tienes un gesto de que no te gustan, no finjas. —Se ríe un poco, no quería hacerla sentir mal. —Perdón, es que tengo náuseas, se ve delicioso pero solo tengo ganas de vomitar. —Esto ya no era normal, tal vez podía ser el avión. —Solo prueba uno. —Agarra un cannoli y se lo lleva a la boca, ella se lo come y queda feliz. —Mmm delicioso —dice dichosa del sabor. —Por supuesto que es delicioso. —Ella asiente y se levanta, corre nuevamente al baño, «Otra vez no» se queja Alessandro en su mente. *** Durante el vuelo Sam no se ha despegado de aquel baño, Ale