—Entiendo, seguramente deben estar preocupados, ¿Por qué no los llamas? Sería bueno que ustedes vivan acá, considero que Ale necesita estar en su país. —Sam aprieta sus labios. —Si es por eso, yo también necesitaría vivir en mi país. —Antonella se impresiona un poco. —¡Oh! Lo siento, mis intenciones no es que abandones tu vida por Alessandro. —Se enoja un poco y se va. Sam se siente mal un poco por eso pero no era explicable que como puede ser posible que se tenía que hacer las cosas por el bienestar de Alessandro como si el nada más importara, decidir entre vivir en Italia o Venezuela para siempre, cuando los dos amaban demasiado su país, uno de esos países sería visitado en vacaciones, si todo iba a ser así, elegir en qué país vivir, entonces sería mejor quedarse en Argentina. Ahora S