La idea de Alessandro era un poco descabellada, él quería que María y Esteban sintieran lo que es ser engañado, sentía que no le había quedado de otra, Esteban gusta de su novia y aun así, Alessandro ama a Sam, no la dejaría por nada del mundo, haría lo que sea por ella, su venganza en sí estaba finalizada, él estaba con la chica que ama y Esteban está dolido por eso, y él en algún momento tenía planeado decírselo, este chico está lleno de secretos. María lo besa, Alessandro queda en shock y la empuja cuando reacciona.
—¡Déjame en paz! ¡Yo amo a Sam! —Se da la vuelta y logra escuchar.
—¡Tú nunca volverás a amar después de haberme amado! —Alessandro la ignora y se va, encuentra a Lourdes en la barra y no ve a su chica.
—¿Has visto a mi novia? —pregunta de mal humor.
—Ella te estaba buscando pero no sé qué sucedió que salio con Esteban —responde Lou sin interés alguno.
—¿Disculpa? –Cree haber escuchado mal. Estaba molesto.
Alessandro sin pensarlo dos veces salió en busca de su novia, él no quería que estuviera cerca de aquel chico, todo su amor por ella es real, eso lo tiene muy claro y no pensaba renunciar a ella, siente que es la mejor chica que podido encontrar y tener. Algunas veces Alessandro recuerda que juró vengarse pero cuando ve a Sam, es un plan más de vivir siempre a su lado que de vengarse de las personas que le hicieron daño, Alessandro sonríe por cada lindo recuerdo en donde ella lo hace feliz, debe contarle la verdad y no quiere ser odiado.
Al salir de la disco ve a Esteban abrazando a su novia, eso lo puso aún más furioso, se acerca a ellos casi que echando humo y toma a Esteban de un tirón para separarlos, lo golpea en la quijada y este le regresa el golpe, la gran pelea por Sam había comenzado.
—¡Alessandro! —Se sentía una estúpida por preocuparse de aquel mentiroso—. ¡Ya basta! ¡Ayuda! —gritaba desesperada.
Personas del club comienzan a salir y los detienen sosteniéndolos de los brazos. Sam estaba molesta también. Agustín tomaba a Alessandro de los brazos.
—Bro, ¿Estás bien? —susurra en su oído, Alessandro no le contesta, su rostro había sido golpeado, estaba botando sangre pero no más que Esteban, Ale tenía muchas ganas de matarlo por asi decirlo.
—¡Váyanse todos! ¡No sean chismosos! —resopla Lourdes echándolos de la escena. Se fueron algo desanimados, querían ser entretenidos. Solo quedaron Lourdes, Agustín, María, Esteban, Sam y Ale.
—¡Suéltame! —exige.
—No —Agustín responde firme.
—¡Hazlo ya! —Cualquiera podría temerle, Agustín al fin lo suelta pero estaría listo para calmarlo nuevamente. Alessandro ve a Sam, los dos estaban enojados—. ¡¿Qué mierda hacías con él?! —Los dos se miraban como si se querían asesinar.
—¡Yo no puedo estar con Esteban pero tu si puedes bailar y besarte con María! —responde con ironía—. ¿A ti que te importa con quién o no este? Y no me digas que es porque me amas porque eso es pura mentira, al menos Esteban si me quiere, él si es sincero conmigo, cuando debería ser mi «Novio» quién me cuente tus secretos. —Alessandro se preocupa pero a la vez estaba perdido, ¿Por qué uso las comillas en la palabra novio? ¿Acaso ya no lo son? ¿Era sarcasmo? Otro lio más y no se han disfrutado lo suficiente.
—¿A qué te refieres? —Sam le pone los ojos en blanco y ve a Esteban, el cual saco su celular para escuchar aquella nota de voz.
«Toma eso imbécil, ¿Qué se siente que te quiten a tu chica? Puedo vengarme de ti ahora que sé que te gusta Sam, esto será por lo que me hiciste con María, se siente horrible que enamoren a tu chica y luego la dejes, ¿Cierto? Sobre todo que lastimen el corazón del amor de tu vida, es triste que te hayas enamorado de mi amiga con derecho, cosa que ella a quien ama es a mí, ya no pierdas tu tiempo, pero si quieres por lo menos imaginarte a Sam, pues ella es muy buena en la cama» Fin del audio.
Alessandro queda en blanco, no sabe que decir.
—Nena yo lo puedo explicar. —Se acerca a ella pero se aleja de él—. Lo siento.
—¡Aléjate de mí! —Sigue retrocediendo y él no hace caso, no desea perderla, no quiere estar en un infierno. María toma el brazo de Alessandro para detenerlo.
—Déjala. —La vio como si fuera poca cosa y se soltó de ella para luego ir detrás de Sam.
—¡Váyanse de aquí! Ya cumplieron su objetivo. —María no se quería ir pero Esteban la convenció, estos dos no se cansarían nunca pero ya no tenían que hacer más nada ahí—. Agus, Lou, ¿Ustedes también podrían dejarnos solos? —Ellos asintieron y casi se iban pero Sam los interrumpe.
—No se vayan, quiero decir algo para que esto quede muy claro. —Los tres le prestan atención.
—De acuerdo —responde Lourdes. Sam mira a Alessandro
—Terminamos, no podemos estar juntos Alessandro, no somos nada y nunca podemos sentir nada, solo fuimos y seremos siempre amigos con derecho. —Estaba cegada de la rabia, no estaba pensando las cosas, solo quería herirlo como ella lo está—. ¿Solo me usaste? Para vengarte, no me importa porque yo no te amo, solo te ilusione para vengarme, ¿Qué se siente que te hagan lo mismo? —Justo donde más le duele.
—No digas eso, vamos a tranquilizarnos y hablarlo con calma, yo de verdad te amo. —Estaba en serio dolido.
—Si me amaras, no me hubieses usado para tu estúpida venganza donde no tenía nada que ver. —Lagrimas no bienvenidas comienzan a salir de Alessandro y de Sam.
—Mi amor, yo te amo, en serio, quería vengarme, pero antes, antes de saber que realmente te amo preciosa. —Quería acercarse pero ella le coloca una mano en su pecho para detenerlo.
—Cállate, mentiroso, ¿Por qué no me dijiste? Creo que hasta te hubiese apoyado, lo que más me duele es que me mientas Alessandro. —Cierra sus ojos con fuerza.
—No digas tantos pretextos amor, nos amamos ahora, ¿Eso no es lo que importa? Dejemos de vivir en el pasado. —Trata de solucionarlo.
—Se deja de vivir en el pasado cuando se cierra, y por lo visto, tú no has cerrado ninguna de ellas. —Alessandro peina su cabello hacia atrás exasperado.
—Sam, lo siento, siento no haberte dicho nada, usarte antes para una venganza absurda, pero estas equivocada, si te amo, si te amé, solo estaba ciego, tanto en mi inseguridad, desconfianza, baja autoestima, mi venganza, por eso estaba ciego, no veía mi presente traumada en mi pasado pero ahora lo veo, solo contigo veo felicidad, te juro que desde que supe que sentía cosas por ti, deje de vengarme y de usarte, no tiene sentido de que me trates asi Sam, estuvo mal mentirte y prestarte para algo que no estabas informada, pero es ilógico, ¿No? Te amo y él te ama, solo quise hacerlo sufrir mientras te amaba. —Sam podía comprender esa parte, era ilógico, ninguno de los ibn a salir lastimados porque se aman, lo que le afecta Sam es la mentira, ¿Cuántos secretos tendrá él? Y lo peor de todo, ¿Cuándo confiara en ella? Siempre se entera por los demás.
—No puedo amarte, como dijiste en el audio, soy buena en la cama y creo que solo sirvo eso para ti, ¿No? Entonces quedemos como éramos, solo amigos con derecho, tú no me amas y yo no te amo, no tenemos sentimientos, solo sexo. —Él se niega.
—¡Deja la ridiculez Sam! Eso fue antes, ahora solo quiero pasar el resto de mi vida contigo, ¿Para qué te quiero a medias si puedo tenerte completa? Te amo Sam. —La toma de la cintura y la ajusta a su cuerpo.
—No puedes tenerme completa, no confías en mí, así no podemos ser pareja. —Tal vez aun ella lo seguía probando, no lo sé, pero estaba cometiendo una estupidez de volver a ser amigos con derecho.