Irina…
Por la mañana al levantarme, miré mi teléfono, tenía casi sesenta llamadas perdidas de Collin, debería bloquear su número, pero necesito comunicarme con él para el divorcio y toda la documentación legal.
Miré a la pantalla un buen rato, son demasiadas llamadas para alguien que nunca me ha prestado atención, parece que las cosas ahora son al revés, aún recuerdo aquella vez que lo llame de esa forma y con esa desesperación y solo era para pedir un poco de su apoyo y compañía, eso fue hace tres años…
…
–Hicimos todo lo que pudimos, pero ha fallecido, lamento mucho su perdida.
El médico nos dió la noticia en el hospital, mi abuela había sufrido una caida en el jardín y la llevaron al hospital, pero ahora ya no estaba.
–Llamaré al abogado –indicó mi madre –. ¿Tienen servicio funerario?
–No, señora, podemos entregarle el cuerpo, pero los servicios funerarios son aparte, ¿tienen algún seguro?
–No lo sé –respondió con amargura –. Esa anciana debió anticipar esto, mi esposo era quien se encargaba de estás cosas, pero él falleció hace unos años, se supone que estaba a mi cargo porque mi hermano se fue a vivir al extranjero, pero no tengo idea de lo que debo hacer.
–Llamaré al forense, seguro le dará las indicaciones.
Mi madre se quedó reprochando sobre lo que pasaba, Jasika estaba en el extranjero estudiando, yo no sabía muy bien que hacer, cuando mi padre falleció mi abuela se hizo cargo de todo, pero ahora ella no estaba, encima del dolor que sentía por su perdida tenía que preparar un funeral, no sabía ni por donde empezar y lo primero que hice fue llamar a Collin, necesitaba un abrazo o algún apoyo, él era mi esposo, apenas llevábamos dos años juntos y me había tratado bien, además seguro que podía saber cómo podíamos enterrar a mi abuela, mi madre no se veía del mejor humor y hasta preguntó si el hospital se podía hacer cargo de su cuerpo, yo no quería dejarla aquí, quería que fuera al lugar donde estaba mi padre, ahí podría ir a verlos a los dos.
Tomé el teléfono, apenas pude ver los números, es una suerte que él estuviera en mis primeros contactos, sonó y sonó, no respondió la primera vez, volví a llamar, sé que casi no lo molesto, pero esto era una emergencia, lo necesitaba.
–Hola.
–Collin –titubeé –. Collin, ¿dónde estás?
–Estoy trabajando, Irina –respondió –. Te he dicho que me cuesta contestar en el día ¿Qué quieres?
–Perdón por molestarte, Collin, estoy en el hospital y necesito que vengas aquí.
–¿Te pasó algo?
–No… pero es que mi abuela falleció y necesito que vengas.
Podía escuchar algo de ruido al fondo, no sé dónde está, nunca lo molesto para nada en el día, sé que debe estar ocupado trabajando, así que lo llamó, lo veo hasta que regresa a casa, pero hoy lo necesito.
–Estoy muy lejos del lugar, llama al servicio funerario y que se encarguen de todo.
–Pero Collin, por favor, ven conmigo, te necesito.
–¿Para qué? –cuestionó –. Tu abuela ya está muer.ta y todo tardará mucho, que la preparen y mañana que sea la sepultura estaré ahí.
“Collin, ya es hora”
Esa era la voz de una mujer.
–Ya me voy, trataré de llegar al funeral, has lo que quieras, tienes dinero en las tarjetas, adiós.
–Collin, yo…
Me quedé con las palabras en la boca porque ya había cortado, me había cortado la llamada, miré el teléfono con un enorme dolor en el pecho, el cuerpo tembloroso y frío por la soledad, mi madre ya estaba hablando con el forense para decirle que no le interesaba el cuerpo, me limpié las lagrimas y respiré profundo para tomar algo de fuerza.
–Yo soy su nieta, por favor dígame que hacer.
–Señorita, creo que su madre ya decidió.
–No –contesté –. Soy Irina Fritz, mi esposo es el director de las empresas Fritz, tengo mucho dinero y le voy a agradecer su asesoría para poder darle el funeral que mi abuela merece, ¿le parece?
Collin me había abandonado en el momento que más lo necesite, pero al menos me dio una idea, me dijo que tenía dinero, si no sabía qué hacer, podría buscar quien lo hiciera y pagarle.
El médico se mostró más amable, me dejó que fuera con él, mi madre dijo que tenia cosas que hacer y se fue, llamaron a una funeraria y me dijeron todos los servicios que ofrecían, el médico coordino con ellos, todo pasó tan rápido que ya no llamé a nadie más, no podía hacerlo, el cuerpo me temblaba y no podía hablar, entre ellos me ayudaron, tomar el teléfono me recordaba que Collin dijo que estaba ocupado, mi madre también estaba ocupada, todos estaban ocupados, solo estaba yo.
Después de que prepararon el cuerpo y lo llevarán a una pequeña capilla en el cementerio donde pasé la noche recordando todos los momentos con ella, como me consentía y me quería, por la mañana llegó un sacerdote a dar un pequeño servicio y cerraron la caja, la llevaron al lugar justo al lado de mi padre donde la sellaron.
–Lamento mucho su pérdida. –El sacerdote me dio sus condolencias –. Si necesita algo...
–Muchas gracias, estoy bien –contesté antes de que terminará, seguramente le dio tanta lástima verme sola, lo último que quería era la lástima de alguien.
Él lo entendió y luego se fue.
Ahí sola me dejé caer al suelo, por supuesto que Collin no apareció, fue en ese momento donde supe que las dos personas que había querido tanto y me apoyaban incondicionalmente ya no lo iban a poder hacer más, solo me quedaba hacer las cosas por mí misma.
"Si no eres feliz en el matrimonio, está será tu salida"
Por dos años, yo había hecho todo para ganarme el cariño de Collin, incluso trataba de no molestarlo y lo había apoyado en todo y ahora que lo necesitaba, él no estaba aquí, me había cortado la llamada e ignorado, desde el principio no quería casarme con él y no iba a ser feliz, ni siquiera era una persona con la que podía contar, solo podía contar conmigo misma.
–Voy a ser feliz un día, abuela, estaré bien, descansa y no te preocupes por mí.
Ella me había dejado una salida y la iba a tomar, su deseo siempre fue que sus nietas fueran felices, Jasika estaba estudiando medicina, lo estaba logrando y yo también lo haría, cuando terminé, me levanté y regresé a la casa, iba a ser la mal.dita mejor esposa del mundo por tres años más y cuando el contrato se acabará podría irme, así fue como empecé a formar un plan.
–Señora Fritz.
–Sí.
–La señora…
–¡Irina! –escuché el gritó de Shelly que corrió a abrazarme –. ¡Irina! Lamento muchísimo no haber estado ahí, perdóname por favor, me acabo de enterar de tu abuela, debiste llamarme, ¿cómo estás?
Sentir la calidez de su abrazo fue bastante agradable, Shelly era así, pero no quería preocuparla, así que me tragué mis lágrimas.
–Estoy triste –suspiré –. Pero ya mi abuela estará descansando, es lo mejor.
–¿Quieres que me quede contigo?
–En realidad… quería pedirte un favor.
–El que quieras.
–Podrías decirme como entrar a MFYE.
Ella me miró, como si algo anduviera mal, pero nada andaba mal, yo estaba bien, ya había recogido los pedazos de mi corazón.
–Sí, yo te puedo ayudar, pero segura que estás bien, no quieres hacer algo más, tomarte unos días de descanso.
–Sé que es algo difícil de entrar y es mejor tener algo que hacer, ¿no?
–Supongo.
Debía participar en todas los eventos y actos de las esposas, además de las fiestas que vamos juntos, tenía que ser una buena esposa, discreta sin llamar demasiado la atención, pero si estar en los principales grupos y moverme con las personas influyentes, mi familia ya era una así que no tenía problema con eso, además de encontrar la forma de ser económicamente independiente, algo a lo que Collin no tenga acceso, también encontrar una copia de ese contrato y cumplir con todo, no debo dejar ir nada, lo único que quiero es irme de está de jo.dida ciudad para siempre.