La bailarina de Harry Death

Capítulo 9: Una fiera

Harry

Salgo de la habitación, no antes de ver su escultural cuerpo, es preciosa, una Diosa, aunque esas marcas en su cuerpo lo dañan todo, esos moretones que por mi culpa están en su cuerpo

Luiss, Luiss voy por ti

-llévenme al bar de Luiss- hoy lo que menos quiero es conducir, solo de pensar que ese imbécil también quiere abusar de ella me enferma, sé que es una prostituta ese es su trabajo, pero que ese idiota la quiera obligar a acostarse con él, eso merece un castigo uno pequeño, claro.

Llegamos al bar de mala muerte y me recibe nuevamente esa víbora

-sabes a quien llamar zorra- lo espero en su cochina oficina nuevamente, los tragos son caros eso no lo niego, pero ni todo el oro del mundo puede ocultar la calaña de hombre que es.

-se-ñor que hace us-ted aquí- me giro y lo veo, tiembla como una rata de alcantarilla

-sabes a que vengo Luiss, lo sabes perfectamente- me siento en su silla y lo miro nuevamente- me desobedeciste lo sabes muy bien- juntos mis manos

-seee-ñor yo hice lo que pude, pero esa zo-rra me…- me levanto abruptamente tomo una de sus preciadas botellas y lo estampo contra la pared

-que pasa Luiss a que le temes, acaso hiciste algo mal-

Veo como se arrodilla como la rata que es

-lo lamento señor, jamás va a volver a pasar, se lo juro por lo que más quiera- ruega por su vida

-cuanto- es lo único que pregunto

-¿Cuánto de qué?- no puede ser más imbécil

-cuanto por tu zorrita- veo la emoción en su rostro, es un arrastrado

-veinte millones- dice sonriendo, enserio va a pedirme esa cantidad por esa mujer.

-qué tal si hacemos esto- me acerco a él y sonrío

-a esos veinte le quitas el cero- saco mi arma y la dejo encima del escritorio-te daré 2 millones por ella y también a eso súmale que aun sigas con vida- veo como palidece

-per-o señor-

-lo tomas o lo dejas, 2 millones y tu vida- comienzo a jugar con mi arma- o si quieres te doy los veinte millones, pero tu vida va incluida en el combo, entonces a quien le entrego esos 20 millones-

Sonrío por el miedo que veo en su rostro y eso es lo que más me gusta de mis presas, sentir el miedo de mis víctimas.

-te doy 2 días para pensarlo- estoy por Salir de su oficina- pero antes de eso, mereces un pequeño castigo-

-saben lo que tienen que hacer con él, pero no lo maten... aun..-

-¡señor!, se lo ruego- escucho sus gritos y rio felizmente

-no quiero que nadie ingrese a esa oficina escuchen lo que escuchen- están todas las mujeres que trabajan aquí

-si señor- todas sonríen alegremente -gracias- me dice una de ellas, pero veo el temor en su rostro

-tu nombre- ella se acerca y alza su rostro

-Mia, se-ñor- vuelve a bajar el rostro, ahora la recuerdo perfectamente

Salgo de ese lugar nuevamente

-a casa- es lo único que digo

Llego a casa, voy directo al cuarto, pero escucho unos gritos y cosas rompiéndose, pero mi sorpresa fue mayor cuando veo a estas dos mujeres discutiendo, Emily esta por propinarle una patada a Eda

-¡¿Qué está pasando aquí?!- se detiene en el acto y la empujo bruscamente, Eda se levanta de golpe

-esta mujer comenzó a insultarme, solo vine a la cocina a por algo de comida- grita Eda

-eso es mentira Harry, ella vino con aires de grandeza a venirme a ordenar- alza la voz Emily

-eres una perra mentirosa, tu comenzaste a insultarme- Emily se me acerca

-Harry no le creas a esta perdida, ella miente-

-¡¿Cómo me llamaste zorra?!- Eda se le va encima y la escena me parece hasta algo graciosa, pero no es momento para eso, intento alejar a Eda, pero ella patalea mucho

-te calmas de una vez- alzo la voz

-no te creas Harry, suéltame, quiero enseñarle a esta mujer a respetarme- la sujeto fuertemente, prácticamente la abrazo para que no se mueva

-tú, prepara algo para Eda lo quiero en 15 minutos- ella me mira sorprendida

-no quiero nada de esta mujer, es capaz de ponerme veneno en la comida-

-¡te calmas ya!-

-espero que no seas estúpida para hacer eso- esta mujer se sigue removiendo, ya me duele la cabeza

-no tengo tiempo para solucionar pleitos de mujeres- tomo su cuerpo y la llevo en mi hombro, pero ella sigue pataleando

-pero que pasa aquí Harry, amigo a donde te llevas a esta chica- no le veo la gracia

-no quiero que me molestes ahora estoy ocupado Max- llevo a Eda al cuarto y la tiro en la cama

-no soy un maldito saco de papas imbécil- esa boquita

-es mejor que te calmes de una vez- grito

-no, no me callo esa mujer me dijo que era una perdida, una zorra y que no debería estar cerca de “su Harry”- recalca

-¿estas celosa?- enarco una ceja

-me importa una mierda con quien te acuestes, pero esa mujer me respeta- tiene la cara roja y el cabello revuelto respira muy fuerte

Veo que su ropa esta rasgada, bueno mi ropa prácticamente voy a mi armario y saco otra camisa

-cámbiate pareces una loca- me mira enojada, veo que se levanta

-a dónde vas- se gira y me mira

-a donde más al baño a cambiarme- sonrío

-lo haces enfrente de mí, no hay nada que debas ocultarme- se enoja y comienza a quitar su ropa y está completamente desnuda ante mi

-no te pongas nada y acuéstate en la cama- hace lo que le pido, lo hace de mala gana

-y ahora qué, vas a violarme- gira su rostro

-no comas ansias, cuando te recuperes podremos jugar- le giño un ojo

Traigo un ungüento para colocárselo en los moretones, con esto no le quedaran marcas

-no te muevas- comienzo a colocarlo por todo su cuerpo, los moretones ya están verdes algunos, cuando toco sus heridas su cuerpo tiembla

-ábrelas- tiene moretones en sus muslos

-ni lo pinces pervertido- me quito mi camisa y la coloco en su parte intima -ahora si ábrelas-

Cede y comienzo a colocar el ungüento en esa parte, cubre con sus manos su pecho y trata de no mírame, dejo un beso en su muslo

-que haces-

-silencio- lo digo serio

-esto apesta, que es esto- no contesto su pregunta, como pudo pelearse con Emily en el estado en el que se encuentra, aunque dio guerra eso no lo niego, es una fiera en todo el sentido de la palabra

-¿enserio te acuestas con ella?-