Mientras veo como lo atienden, envió un mensaje rápido a sus padres y a los míos, para luego escuchar atentamente las instrucciones que me dan, afortunadamente solo tiene lesiones en su cuerpo, para luego volverme a acomodar a su lado. Tengo los ojos empapados en lágrimas, me cuesta parar de llorar cada vez que lo veo, él esta aun adormilado por la medicación que le dieron.
En el momento sus padres llegaron me encuentran recostada en la barandilla metálica de su cama, con los ojos llenos de lágrimas y sorbiendo mocos.
— ¿Mi hijo, le paso algo? – pregunta su madre alarmada, seguida del padre de Oliver
— Afortunadamente solo fueron golpes, nada grave – respondo intento sonar calmada.
— ¿Necesitas que te acerque a tu casa? – me pregunta su padre.
— Si, pero no me quiero separar de él.
