Estamos en el aeropuerto esperando a abordar el avión, escucho cuando nos llaman y por primera vez nos encontramos los dos con nuestras respectivas familias, y por un instante sentí que lo nuestro es mas formal de lo que quizás nosotros mismos nos propusimos. Nos despedimos de nuestros padres a quienes dejamos alegremente hablando entre ellos, mi madre tiene algo de lagrimas en los ojos y aun me suenan las palabras de la madre de Oliver. Cuídame a mi hijo, que no haga locuras en esos carros… — para luego darme un abrazo cálido de despedida. Nuestra relación cada día que pasa es mas cercana, de alguna forma se empezó a volver costumbre pasar algunas noches fuera y nuestros padres no dicen nada, por lo general, a la mañana siguiente nos tienen desayuno, aunque aun no somos capaces de queda