Parte 5

1478 Words
Un día más, gracias a Dios era viernes, último día de trabajo por esta semana, me encontraba recibiendo a una señora que llegó con su chihuahua, la señora estaba muy preocupada porque el perro se había tragado una goma para recoger el cabello. La señora quiso que la atendiera la doctora Bracho, según la vieja, perdón la señora, era muy amiga de la Doc y por eso no quería ninguna otra que atendiera a su "lulu" Una vez la señora entro al consultorio de la doctora, yo suspire de tranquilidad, el tono de voz y los chillidos de la clienta daban dolor de cabeza, pobre animal que vive con ella y tiene que calársela día y noche. Siento mi teléfono vibrar encima de la mesa del mostrador así que lo tomo, y no puedo creer lo que ven mis ojo, alguien me está llamando. Llamada entrante Dios_griego29 Mis manos están sudando así que las paso por mis pantalones para secarla, trato de tomar el celular y me doy cuenta que mis manos tiemblan, cuando por fin logre tomarlo la llama finaliza, maldigo internamente, ¿Quién me mandara a ser tan tímida? ¿No pude tomar el maldito teléfono de una vez? Estaba torturándome y revolcándome internamente en mi desgracia cuando veo que otra vez vuelve a llamar. -ho...hola Dije con la voz muy baja. -¿hada? Pregunto - sí, si soy yo.... -¿por qué no seguiste respondiendo anoche? - esa voz, esa voz creo  haberla escuchado antes. Pero una voz ronca, sexy y de esas moja bragas. Y las mía ya estaban casi mojadas. -disculpa me quedé dormida- mentí -¿de verdad? ¿Tanto te  aburrí como para que te quedarás dormida?. Oh, no, no quiero que piense eso, ¿Pero qué le digo? Dile la verdad tonta! Me dijo la vocecita de mi cabeza -no, no, vale, te diré la verdad. Dije, tome un poco de aire y el guardo silencio esperando que yo continuará.- lo que pasó fue que eso último que dijiste hizo que... hizo que.... empecé a decir pero me quede muda, tenía mucha pena de confesar lo que me hizo sentir. -¿qué hizo? Pregunto, y se podía apreciar en su voz un poco de picardía. Haciendo que mi corazón bombeara más fuerte. -hizo que te deseara ¿Vale? Estas conforme? Dije con mi cara roja como un tomate -no, no estoy conforme ¿Dime que hiciste para calmar el deseo? ¡¡¡QUEEE!!! Acaso quería que le dijera si me toque pensando en el -nada, no hice ¡nada! -¿no te tocaste pensando en mí? Porque yo si me toque pensando en ti! ¡Oh, por Dios! ¡Oh, por Dios! Se masturbó pensando en mí. -¿en serio? -claro nena, no soy de hacer eso pero tu cuerpo es de una diosa y me encanta, me gustaría recorrerlo completo. Pero dime ¿te tocaste o no? -no, me fui a bañar con agua bien fría, Además nunca lo.... - y deje la frase inconclusa.  - ¿nunca qué? -¡nunca me he tocado! Dije tan pero tan bajo que no creo que me haya escuchado. -eso hay que solucionarlo, ¿tal vez está noche? Oh! Quería que me tocará! Y él va a ayudar. De repente me acordé que es viernes, viernes de chica con mi amiga. -maldición! Dije en voz alta para luego taparse boca con la otra mano, ¿En qué momento se me había ocurrido aceptar salir con mi amiga. -¿sucede algo? -esta noche no puedo. Tengo una cita. PI. PI. PI. Se escuchó del otro lado de la línea. ¿Corto la llamada? No lo podía creer. Seguí trabajando, normalmente pero con mal humor, estaba enojada él me había cortado la llamada.  Salí del trabajo y aun me encontraba de mal humor. Llegue a mi casa y después de comer me senté frente a mi ordenador e inicie sesión como todo los días en internet. Dios_griego29: Disculpa, ahora me quedé sin saldo y sin minutos, por eso no pude seguí con la llamada! Había sido eso! Y yo aquí amargándome pensando que él me había cortado la llamada. Hada-madrina69: tranquilo, no te preocupes! Dios_griego29: y bien me decías que tendrás un cita es noche? Hada-madrina69: si, una amiga me invito y no pude negarme, aunque ahorita me arrepiento. Dios_griego29: ¿te arrepientes? Hada-madrina69: si, por que me perderé la oportunidad de tener una conversación muy placentera con un hombre que tiene un cuerpo de infarto. Dios_griego29: lástima ese hombre también quería tener esa conversación muy placentera. Y ¿Dime dónde irás? Hada-madrina69: no lo sé, ella es la que me llevará ¡quién  sabe a dónde! Tal vez sea el club que esté de moda. Dios_griego29: ok, tal vez nos veamos y allá. Dios_griego29 se ha desconectado. ¡Qué otra vez! Se desconectó y no me dejo responder, ¿Qué quiso decir con "tal vez nos veamos allá”? --*-* hot" era el que se encontraba de moda. Nos acercamos a la barra y pedimos un par de chupitos, los bebimos mientras hablaban y reíamos de cualquier cosa. Dios_griego29: hola, espero estés disfrutando, aunque hubieses disfrutado más conmigo.-  recibí el mensaje e inmediatamente una sonrisa de tonta se dibujó en mi rostro y Helen se dio cuenta. - Por Dios And!, ¿Quién te escribió para que te pusieras como tonta? Dijo mientras trataba de leer el mensaje. Ella siempre de cotilla. -no es nadie- respondí apartando mi celular, luego disimuladamente respondí. Yo: lo normal que puedo disfrutar con mi amiga. Estoy en el club "hot"- Dios_griego29: qué casualidad yo también estoy aquí! ¡Que! ¡Hay madre mía! ¿Él está aquí? Empecé girar mi cabeza como la del exorcista para buscarlo. ¿Pero cómo buscar a alguien que no conoces? Yo: bueno espero que disfrutes.- respondí, porque aunque moría de ganas de ver y saber quién era, mis miedos a ser rechazada me lo impidieron -And, deja esa teléfono y vamos a disfrutar- dijo Helen a lo cual hice caso, perdió otras rondas más de chupitos, por lo cual ya me sentía un poco mareada. -vamos a bailar- dijo Helen después de varias rondas más, me tomo de la mano y me levanto casi me caigo, mis piernas ya estaba un poco débil a causa del licor en mis venas, y ambas empezamos a reír fuertemente captando la atención de varias personas. Caminamos hasta la pista de baile aun riendo, nos movimos al ritmo de la música, tenía los ojos cerrados y mis manos al aire moviendo mis caderas cuando siento unas manos fuertes sujetando mi cintura y pegando su dura erección a mi trasero. Me volteó inmediatamente y veo a un hombre, un poco más pequeño que yo, pero sus brazos se veían fuertes, tenía la sonrisa más cínica que había visto. -¿pero qué te pasa? Digo alejándome de ese hombre, y más cabreada por el abuso de confianza de este tipo. -no te hagas la del rogar nena, yo sé que quieres- me dijo tomándome duramente de la cintura nuevamente y pegándose a mi pecho, estaba tratando de besarme a la fuerza. -¡SUÉLTAME! Grité, pero el tipo seguía intentando besarme. Ya lágrimas estaba empezando a salir. -Me parece que la señorita ha dicho que la sueltes! - dijo una voz gruesa a mi espalda. El hombre me soltó inmediatamente lo vi que trato grueso, pero aun así le hizo frente a mi salvador, yo voltee para saber quién era y quede sorprendida. De todos los hombres buenos y samaritanos, tenía que ser ¡el! ¡Era el!  
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