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1831 Words
¿Por qué tenía que ser él? ¿Por qué tenía que ser Adams? Él quería salir conmigo y sé que aprovecharía esta ocasión para obtener lo que quiere. -¿por qué no vienes y me obligas? ¡No te creo capaz! Dijo el hombre asqueroso. -¿quieres ver como si soy capaz? Porque te aseguro que te arrepentirás- habla Adams con tanta calma que en vez de dar tranquilidad da es miedo, sus palabras esconde algo más que un simple amenaza. -¡já! ¡Eso estar por verse! Y dicho eso se lanzó a golpear a Adams, este esquivo el golpe y de una vez se lo devolvió dándole de lleno en el estómago. El hombre se dobló por el dolor, agarró un poco de aire y se enderezó y se volvió a lanzar al ataque contra Adams, ambos empezaron a golpearse fuertemente, la gente empezó a rodear a los dos hombres que se peleaban, mientras que yo quedaba aún lado pidiendo que pararán, la música dejo de sonar pero ellos seguían en su lucha. Nadie me hacía caso, ¿Dónde mierda están lo de seguridad? Alguien me tomo del brazo y me saco del círculo de personas y me guió a través de otras más que intentaban salir de club, yo aún no veía quien me lleva arrastra, estaba un poco oscuro y también por las lágrimas que salían y que no me había dado cuenta que habrían brotado de mis ojos. Cuando salimos al exterior, el aire de la noche me dio de lleno en el rostro, y sentí una tranquilidad, lleve mis manos a las mejillas y limpie las lágrimas que caían, la persona que me saco del club me tendió un pañuelo, levante mi rostro y ¡Oh! ¡No! Hoy era la noche de las sorpresas. Frente a mí, tendiendo un pañuelo estaba mi jefe, y yo no reaccionaba, ¿Señor sería mucho pedirte por segunda vez que hubiese sido otra la persona la que se dignara a salvarme? Seguía allí aún sin tomar el pañuelo, lo que hizo que el de pronto con mucha delicadeza se acercará poco a poco a mi rostro y con el pañuelo iba limpiando mis ojos. -Deberías de elegir mejor a tus amigos. - dijo, oh no, él pensaba que ellos andaban conmigo. -no, no, ellos no andan conmigo, ando sola, bueno con una amiga ¿Dónde está Helen? Pregunte. -tu amiga se fue con mi amigo, y pensé que andabas con el que bailabas, ya que cuando tu amiga se fue tú estabas con él. -¿Qué? Yo estaba con mi amiga bailando, Cuando el tipo ese llegó.-dije algo indignada y molesta. -bueno, no sé cómo fue, solo sé que tú estabas con tu amiga bailando y mi amigo se acercó a ella, y llego ese tipo y se acercó a ti, entonces ella desapareció con mi amigo, y yo me fui a la barra y después escuche todo el alboroto que formabas con tus amiguitos. -¡que no son mis amigos!- exclame entre dientes, para no gritar a mi jefe. - si como digas. Ahora dime ¿Dónde vives?... -¿Para qué quieres saber dónde vivo? Pregunte -para llevarte. No pretenderás que te deje aquí sola, cuando mi amigo se fue con tu amiga y te dejo aquí tirada- responde -no, no, no, yo puedo tomar un taxi. Rechazo su ayuda. -claro que no, yo te llevaré, no dejaré que tomes un taxi a esta hora y mucho menos después de lo que pasó. Argumenta -¡que yo puedo irme sola! Dije ya enfadada por la insistencia de el por querer llevarme. - dije, que te llevo y punto, es una orden. Buje como un toro salvaje, como se atrevía este hombre sexy, a obligarme a irme con él solo por ser mi maldito jefe. - ¿se está valiendo de su condición para imponerse? Casi grité. - sí, y no grites, cuando estés en tu casa ya me lo agradecerás. - y dicho esto me volvió a tomar de la mano y me arrastró por las calle como niña que no quiere ir al colegio. Llegamos a un lindo Audi R8 color rojo, este auto no lo había visto pensé. De haber sabido que montaría en este bello auto no me hubiese negado. -y bien a donde te llevo? Dijo una vez estuvimos dentro del auto, le di la dirección y el arrancó directo a mi hogar. No dijo ni dije nada en todo el camino, después de unos 40 minutos aparcó frente a mi edificio. Estaba por bajarme del auto cuando él me hablo. - que pases una buena noche señorita Vélez. -buenas noches señor Fitcher - dije un poco nerviosa- gracias por todo. - dije y baje de allí casi corriendo, no era bueno estar en un lugar tan cerrado con mi maldito jefe sexy. Llegue a mi apartamento y me fui directo al baño, necesitaba a ducha relajante. Era alrededor de las 2 de la mañana y ya me encontraba en mi cama. -Dios_griego29: ¿Cómo está la chica más sexy que conozco? Espero ya estés en tu casa y puedas conversar contigo un rato ;-) Yo: estoy estupenda, y más ahora que me escribes, y si puedo hablar contigo, de hecho ya estoy en mi casa en mi cama. Dios_griego29: no puede decir eso y pretender que no te imagine acostada allí. ¿Dime como estas vestidas? Yo: eso es justamente lo que quiero, imagíname acostada entre sábanas rojas y para que completes tu fantasía te diré que no llevo nada puesto, me bañe y literalmente me lance en la cama completamente desnuda. Llamada entrante Dios_griego29 - ¡hola! Dije un poco tímida, no creía que él me llamaría, una cosa era escribí todas esas cosas a decirlas por llamada. -¡Dios! Nena, no sabes cómo me pone imaginarte así- Dijo con la voz más gruesa y sexy que he escuchado, -¿cómo te pongo? - dije ¿De dónde coño saque eso? Yo la mujer más tímida, le estoy empezando a hablar sucio y sexy a un hombre, esto se cuenta y no se cree- -me pones caliente y duro, uff me dan unas gana enorme de tocar cada centímetro de tu piel. Ya hiciste que me diera calor, esta ropa me estorba. - pues, entonces ¿por qué no te la quitas? Así estaríamos a mano, ¿No crees?- esta Andrea que habla no la conozco, creo que mi yo interno tomo el mando. -no tienes ni que pedirlo dos veces. Voy a colocar el teléfono en alta voz mientras voy quitando mi ropa, así te escucho y tú me escuchas si interrupciones. ¿Sabes? Me tienes completamente duro! -¿cómo me dices eso? Estoy completamente desnuda y me estás haciendo humedecer. -¿me quieres matar acaso? -me gustaría hacerlo, pero de placer! -¡Mierda!- dijo con la voz aún más gruesa. - nena, no se dice eso estando lejos, ¿Que me has hecho? Parezco un adolescente ni en mis tiempos de juventud me ponía así de duro con sólo escuchar tu voz -pues no te creas que yo estoy tranquila, también me tienes toda excitada. -hagamos algo- dice después de unos segundos en donde sólo escuchaba su respiración acelerada.- coloca tu teléfono también en altavoz. -listo- -bien, ahora, ¡tocate! -¿qué? ¡No, no, claro que no! -pero ¿por qué no? -¡no sé cómo hacerlo! ¡Nunca lo he hecho! -yo te guiaré. Harás todo lo que yo de diga. Y tú me irás describiendo lo que sientes y si te gusta. - Lo pensé durante unos segundos, ¿Que podría perder? Yo no lo conocía, ni el me conocía a mí! -está bien, dime que hago. -me gusta que estés dispuesta a esto y eso me excita aún más - valla que si estaba dispuesta. -vas a utilizar tus manos como si fuese las mías, quiero que empieces cerrando tus ojos, ahora con tu dedo índice empieza a recorrer tu cuerpo muy lentamente, no te apresures. Empecé a hacer todo a medida que él lo decía y ya me estaba sintiendo en el cielo. -¡oh! Si, si, esto me gusta- dije. -oh si nena, me gusta escucharte. Ahora toca tus senos, masajéalo, aprieta suavemente y suelta. ¿Te gusta? -sí, sí, me encanta, sigue, ¡dime más! -¿qué hago? ¿Por qué actuó así?, nunca he hecho esto, y aquí estoy como una pervertida escuchando las ordenes de un hombre que no conozco y que me tiene excitada -lleva un dedo índice a tu boca, y humedécelo, ahora con tu dedo húmedo acaricia uno de tus pezones, ahora estíralo y suéltalo de golpe. -oh, sí, sí, siento... siento... ¡oh Dios mío!- esto se siente demasiado bien. ¿Por qué no lo había hecho antes? -¿que sientes nena? -oh! Mierda no sé cómo describirlo, es algo nuevo. -nena, ya basta de juegos, ya estoy duro y quiero que ambos nos corramos al mismo tiempo.- no dije nada mi respiración se aceleró aún más y se me dificultaba hablar. - Vuelve a llevar tu dedo índice a la boca pero incluye el de medio también, ahora colócalo encima de tu clítoris y masajea, siente como te vas humedeciendo aún más, frota haciendo más presión. -ya no aguanto, quiero tenerte dentro. -maldición... dice y escucho como jadea. Su respiración se aceleró y yo me siento morir de placer ¿se puede morir de un orgasmo? -ne...nena, mete tus deseos dentro de ti. Has presión un poco y mueve lo circularmente dentro de ti. -¡oh! ¡Dios mio! ¡Oh, Dios!.... -ahora, mete y saca tus dedos, maca tu ritmo cariño, imagina que soy yo quien entra y sale de ti. Mientras que yo imagino lo mismo. -¡estoy en el mismo cielo! Ahhh. Ahhh. Estoy a punto de correrme- digo jadeando. -yo también nena, yo también, sigue, anda sigue,  quiero escuchar cuando te corras. Maldición ya no aguanto, ahhhhhh!!!!! -AHHHHHHHHH. -grité cuando llegue al orgasmo después de dos años sin uno. Solo se escuchaba nuestra respiración entre cortada, por lo que acaba de suceder, me encontraba en el maldito paraíso mi corazón iba a mil por hora. -es...esto fue alucinante. - dije después de sentir como mi corazón se calmo -cielo, esto no ha sido nada… Espero algún día me des la oportunidad de mostrarte en persona todo lo maravilloso que puedo ser. -después de esto creo que buscaré la oportunidad de que eso suceda. Dije más segura. -esperaré ese día con ansias. -creo que es hora de colgar- dije - gracias por todo. -no tienes por qué dar las gracias cariño, yo también disfrute. Que pases buenas noches y sueña conmigo. - ¡eso no lo dudes! - dije y después colgué esta noche dormiría entre nubes de algodones.
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