Luciano Pov: -Al fin estamos a solas, hermano- le digo a Leandro quien se encuentra admirando el despacho que alguna vez le perteneció a él- necesitaba hablar contigo. La sorpresiva escena que acaba de pasar en la salón principal nos dejó a todos boquiabiertos y mi padre desconcertado, furioso y triste. Fue una sorpresa ver como mi hijo defendía a aquella chica, pero me sentí verdaderamente feliz ver que él defendía ese sentimiento que le dedicaba a aquella chica. Por otra parte después de la conmoción mi papá y Matteo se fueron con rapidez sin dar ni una sola palabra, yo quise hablar con Leandro, tenía que preguntarle tantas cosas y hablar con él. Fueron casi 18 años sin verlo. -Es irónico ¿No crees?- empieza él mientras toca las estanterías llenas de libros- Tu hijo está enamorado d