No puedo contener las ganas que tengo de entregarme a Robert, él está brindando a mis días la emoción que antes pensé que había desaparecido de mí, los dos sonreímos estando tan conectados.
Robert me está reviviendo del infierno que siento que vivo cada día, no comprendo qué es esto tan emocionante, pero quisiera gritar que yo sí lo merezco.
—Ahora si te das cuenta que las angustias pueden desaparecer si estamos juntos, tus labios son tan adictivos que espero tenerlos para toda la vida, sé que eso suena bastante ambicioso porque deben existir muchos hombres que tienen el mismo sueño, pero sé que dentro de tu corazón todos no están y espero solo ser yo. Antes de que me adviertas sé cuál es mi lugar. —Robert da un paso para atrás, lo menos que busco es que él retroceda, porque antes debemos avanzar más, con las manos entrelazadas sintiendo que solo existe nuestro universo.
—No me digas eso, que me haces sentir como una estúpida, presiento que perdiste estabilidad con Xiomara por mí. Robert tu vida no la puedo destruir y menos dañar tu corazón, pero te digo eso de labios hacia afuera, porque hacia dentro no quiero que nunca te alejes de mí y prefiero que te borren de la mente al mundo entero menos a mí. —Me hago yo misma ver cómo soy frágil cuando estoy enamorada.
—Yo exactamente me siento igual, aunque yo ya lo soy, no me importa lo que opine la gente siempre serás lo más importante para mí; sé que no estoy equivocado al amarte Alison. —Él no me suelta y precisamente me bajo de las nubes para darme cuenta que otra vez estoy en la realidad, y muchas personas nos están viendo, lo cual jamás va a ser conveniente para mí.
—Esta conversación la podríamos dejar para después, recuerdas que te dije que estoy bastante enfocada en trabajar no me gustaría para nada abusar de tu confianza, porque sé muy bien lo aplicado que eres Robert, nada a comparación de lo que yo soy —digo nerviosa ahora él me está intimidando, tal y como yo lo hago con todos, pero Robert es el primero que lo hace conmigo.
—De mí puedes solicitar todo lo que quieras, jamás será un sacrificio hacer algo por ti. ¿Alison tú quieres? —él habla, sin embargo, lo interrumpo.
—Todavía no estaríamos preparados para dar ese paso, así que solo ten un poco más de paciencia. Simplemente espero que otra mujer no me vaya a ganar tu amor. —Sonrío y él me besa, sin embargo, ahora le impregna una chispa de pasión.
—¡Me encantas! —exclamó emocionada.
—Tú a mí mucho más, ahora este día será inolvidable para mí, ya que logré avanzar contigo. —Él me abraza y busca besarme, pero esta vez no lo dejo, ya que alcanzó a ver al profesor Emiliano muy cerca.
—Buen día muchachos —Emiliano saluda y continúa caminando.
—Sabes Alison que admiro tanto al profesor, él es un gran ejemplo a seguir según lo que he escuchado, tiene todo lo que algún día deseo lograr; éxito, dinero y por supuesto a la mujer que ame a su lado —Robert halaga al profesor, mientras que yo solo puedo suplicar para que él no haya visto nada, Emiliano debe pensar que soy una chica a la que en el amor le va mal y logrará conquistarlo.
—Discúlpame es que olvidé unas cosas. —Le doy un beso en la mejilla a Robert despidiéndome.
—Sé que no estás lista, pero hace un instante me estabas besando. —Robert tiene una risa bastante coqueta.
—Hablamos después —me voy, definitivamente tengo que distanciarme de Robert, él solo me hipnotiza y me descontrola. Ahora debo mentalizarme para negar a Robert, ante alguna pregunta que me haga Emiliano.
Camino rápido y veo que él entra a un salón, justamente está solo como yo tanto lo necesito.
—¿Necesitas algo? —dice Emiliano actuando como si yo fuera cualquiera.
—Solo venía de pasada —digo eso porque se me ocurre sé que parezco una tonta.
—Bueno entonces siendo así no te interrumpo Alison. —Él vuelve a concentrarse en sus malditos asuntos.
—Tú jamás harías eso Emiliano, espero no pasarme de confianza por llamarte por tu nombre, pero cuando siento confianza con alguien es una afinidad que es imposible poder ocultar, —logró que él pierda su concentración, su sonrisa me deja muchas oportunidades abiertas.
—Qué bueno, eso es lo que me asombra lo arrolladora que eres, tienes una actitud increíble y pues yo te debo parecer bastante aburrido, absolutamente todos los alumnos me llaman profesor, no obstante, tú puedes decirme como quieras. —Él se quita su cuerpo, sin embargo, sin necesidad de que se quite la camisa, se nota el cuerpo ejercitado que lleva debajo.
—Si me obsequias tantos permisos puedo tomármelo demasiado en serio —habló con voz muy baja.
—Me imagino Alison ¿Y tú mamá? —él pregunta, no puede ser que él esté más interesado en ella, esto no me puede estar pasando a mí.
—Ella está bastante ocupada en sus cosas, pero evidentemente en la conversación que tenemos los dos Emiliano, ella sobra. —Retuerzo mis ojos y esto me comprueba que únicamente Robert sería el indicado.
—Si me imagino —Emiliano responde, no puede ser que ya nada interesante tengo yo si no es mi mamá. No puede ser precisamente ella, aunque está algo apurada y eso es bastante raro.
—Alison —dice mi mamá con una voz afanada.
—¿Le pasa algo señora? —pregunta Emiliano llegando hasta donde ella, siento que se están mirando diferente.
—No, pero gracias por la preocupación —ella dice, la conozco tan bien, que se muy bien que le está coqueteando.
—¿Entonces mamá? —elevo mi voz.
—Necesito de ti Alison —ella habla.
—¿Acaso no te das cuenta que estoy ocupada? —Aprieto mi boca del enfado que me entra.
—Yo las dejo solas. —Emiliano se va, yo solo muevo mis manos por la desesperación.
—Quieres que me afane, pero todo lo echas a perder —digo.
—Tienes que cumplir una petición que me están pidiendo. —Ella me acomoda el cabello, no comprendo en qué problema se metió, pero me está asustando.