Una voz llega por mi espalda, prácticamente susurrándome, no puedo negarme a mí misma que me acaba de gustar pues los vellos de mis brazos lo demuestran de inmediato, erizándose por completo.
—¿Supongo que no debes tener planes? —pregunta Robert, de inmediato lo vuelvo a mirar dándome cuenta que sus mejillas están sonrojadas, definitivamente que él me servirá demasiado para tenerlo cerca, es completamente manipulable para que me cumpla cada uno de mis deseos.
—Algo así, pero no puedo despreciar a una persona tan amable como lo eres tú Robert. —Se me sale una sonrisa involuntaria, tal parece que él me hace sentir demasiado cómoda.
—Pues qué maravilla escuchar eso, Alison, en realidad tienes un nombre muy hermoso —la voz de Robert se interrumpe por su garganta, sé muy bien que debe estar nervioso.
—Gracias, pero tengo unos asuntos por resolver. —Volteo mi rostro y noto que el profesor está muy concentrado.
—Siendo así será para otra ocasión. —Él gira su cuerpo para irse, estiro mis manos y lo detengo, en realidad no me haría nada de daño distraerme.
—Robert, acepto… Bueno conocer una parte de la universidad a tu lado. —Le agarró la mano cuando de repente la voz de una mujer nos interrumpe.
—¡Mi amor! me imagine que estabas bien ocupado —dice aquella mujer con su voz que ya me está empezando a estresar.
—Ella es —hablo, tal parece que ya voy a empezar a tener enemigos.
—Soy Xiomara Gómez, la novia de Robert y me imagino que usted es una de sus nuevas compañeras. —Ella empieza a jalar a Robert hacia ella, produciendo que yo sienta esto mucho más retador. Porque entre más me nieguen estar cerca de Robert con más ganas me meteré por sus ojos.
—Sí, pero tal parece que ya por hoy no voy a obtener más ayuda de Robert. Seguramente es mucho más interesante que este con su novia. —Levantó una de mis cejas, se supone que para amar se necesita dos y Robert no la quiere, yo misma me encargare de que ese sentimiento nunca tenga que crecer.
—Obviamente siempre estaré en primer lugar. —Ella voltea un poco el rostro de Robert para besarlo, pero alcanzo a sentir que él solo está haciendo conexión conmigo.
—Es que con esa intensidad es imposible no serlo. Ya me doy cuenta que hay personas muy amables, pero al mismo tiempo algunas que solo demuestran su veneno. —Me retiro de ahí, sé que ella me está mirando con envidia.
Ya todo me está pareciendo bastante insoportable, pues tengo que ser amable hasta con esa estúpida que ni siquiera lo alcanza a merecer; ahora ni yo sé cómo darle explicaciones a mi mamá porque el profesor, destacó con sus ojos más a las demás que a mí.
Observó cómo camina con prisa Robert, él lo hace hacia mí, no me cansaré de reconocer que él, es el hombre más guapo que he conocido; lastimosamente tiene el gran defecto de ser pobre.
—Alison —él habla fatigado— Tengo demasiada vergüenza contigo, Xiomara solo fue grosera. —Robert está excusándose, por algo que le corresponde a ella.
—No tienes que apurarte Robert, antes puedes ir con ella porque si te ve conmigo solo te ganaras problemas, es que jamás había conocido una mujer tan insegura como ella y no debería serlo porque tiene un hombre maravilloso. —Cruzo mis piernas, sé que le llamó la atención, sin embargo, Robert no es capaz de aceptar que le gusto.
—Ella tiene su manera de ser, pero no permitiré que ella te tropiece —él expresa, pero no me puedo quedar con las dudas que están que salen de mis labios.
—No voy a provocar más, además sé muy bien que cuando uno está enamorado todo lo ve perfecto. —Acomodo mi cabeza de medio lado analizando a Robert.
—Esto no te lo debería confesar porque hasta ahora te conozco, pero me das mucha confianza. Xiomara y yo estamos en una gran crisis, ella no puede controlar sus celos y eso ha fracturado mucho nuestra relación. Sus inventos jamás tienen un fin, porque cada mujer que conozco tengo que negarle hasta mi amistad, de hecho, es por un amor que ya no existe —él está aceptando con sus palabras lo que ya sospechaba.
—Yo tampoco me he llegado a enamorar, supongo que la vida cambia cuando se encuentra a la persona ideal. —Abrazo a Robert, sé que él no lo esperaba y esa es la idea. Quiero que se aferre desde ya a mí, para destruir a esa mujer.
—Si es cierto. —Él se va alejando de mí.
—No puede ser, Robert soy una atrevida discúlpame; pero a veces me siento tan frágil y tener a alguien como tú que me hace sentir importante, es algo bonito. —Conozco exactamente como fingir para envolver a los hombres.
—Eso no lo digas ni de broma Alison, sé que seremos muy buenos amigos. —Él besa mi mano, de hecho, lo mejor de todo es que está de espalda y no se dará cuenta que su novia viene hacia aquí.
—Yo me convertiré en la persona con más fidelidad hacia ti, te aseguro que nada de lo que vivas conmigo te arrepentirás. —Me hago ver tan frágil, él tal vez quiere ser mi protector y yo se lo permitiré.
—Esas palabras tuyas me gustan Alison —expresa Robert, yo apenas me tocó mi frente, necesito que él piense que me dan angustia los problemas que pueda pasar, aunque en realidad lo disfruto tanto.
—¿Crees que mi corazón aguanta tantas cosas que tú haces Robert? Le voy a especificar todo a usted, no dejaré que se aproveche de mi novio, entienda que él tiene dueña y esa soy yo. —Xiomara jala de una manera agresiva a Robert.
—Ahora quiero devolverle una pregunta, que tal vez por caballerosidad Robert no se la hace ¿Usted cómo hace para tener tanta habilidad para manipular? Ya que obviamente lo que existe aquí no es amor. —Me rio busco ofender a esta mujer, probablemente hasta que la vea destruida no tendré satisfacción.
—No estamos en la obligación de responder todas sus locuras. Robert vamos mi amor —ella solo da órdenes, las cuales estoy que mando al carajo, veo como Robert se aleja, pero sé muy bien que él quiere es estar aquí.