Nuevamente estoy aquí analizando todo a mi alrededor, porque las cosas no pueden seguir escapando de mis manos, precisamente cuando soy yo la que merece todo.
Ninguna mujer podrá nunca superar mi belleza, eso es lo que más me han dejado claro las manos de distintos hombres sobre mi cuerpo, claramente que todo lo hago por mi mamá, ella sin duda me guía desde su experiencia.
No debe ser nada sencillo ser una mujer tan bella, pero al mismo tiempo sentirse sola, porque precisamente es lo que ella me demuestra siempre.
—¡Alison! —exclama desesperada mi mamá.
Sin esperar ni siquiera un poco salgo corriendo, ya que constantemente mi mamá se la pasa alterada, en verdad eso me angustia cada vez más.
—¡Qué sucede! ¿Estás bien? —preguntó directamente.
—¿Acaso eres tan tonta, para no darte cuenta de la crisis en la que estamos Alison? —Ella extiende sus ojos.
No comprendo si todo lo alcanzó a percibir como lo más cruel, pero tal vez tiene razón en algunas cosas.
—¡No lo soy mamá! —terminó por gritar, trato de controlarme, pero no puedo siempre.
—Pues tal parece que sí ¿Hace cuánto no traes dinero? Esperaba con muchas ansias que tú me apoyaras Alison, sin embargo, lo único que logras conseguir son problemas. —Mi mamá se cruza de brazos.
Me lanzó impulsivamente para agarrarla, ella como algo que ya es normal tiene una mala actitud hacia mí.
—Sé muy bien todas las fallas que tengo, no tienes que restregármelas a cada segundo. Es que deberías comprender que no es nada sencillo —no dejó de rezongar, aun cuando de nada sirve.
—Sabes que los únicos pasos para llegar al perdón, es doblegarte Alison. Yo te amo infinitamente pues soy la mujer que te dio la vida, por eso tengo todo el derecho para ubicarte en la vida —ella habla, dando un montón de rodeos para decirme algo.
—Ese papel de nobleza no te queda para nada bien mamá ¿Estás buscando que me acueste con algún hombre? Sabes que la mayor parte de las veces odio mi vida, es que tú la transformas de la peor manera. —frunzo mis hombros como una niña malcriada pequeña, pero ni eso le remueve un poco la conciencia a ella.
—Entonces intentas decir que soy la peor persona que puede existir, todo lo hago por tu bien. Alison busco el mejor futuro para ti, —ella baja su cabeza, no logro entender del todo, parece que el aprecio que le tengo me hace confundir más las cosas.
—¿Según tú cuál crees que es? —pregunto, todo ese misterio ya me tiene desesperada.
—Vas a empezar a estudiar, allí utilizarás la inteligencia que a veces parece que se te alcanza a esconder. —Ella me observa, su mirada me está haciendo dar mucha inseguridad.
—¿Qué quieres que haga? así que nos vamos ya mismo. —Ella me aprieta con su mano mi brazo, llevándome hacia afuera.
Entramos en el auto, mi mamá conduce como si estuviera escapando de alguien, de repente frena, todo para mostrarme a un hombre bastante maduro, con un cabello cenizo que por obvias razones lo hace ver más llamativo, pero claramente de lo guapo que está.
—¿Y esto? —digo cuando mi boca se está llenando de saliva.
—¿No vayas a negar que ese hombre está bastante guapísimo? —Los ojos de mi mamá también brillan al instante.
—Sin duda sería imposible hacerlo, pero no entiendo que es lo que te traes, a veces no alcanzó a entender muy bien lo que tratas de decir —evado a mi mamá, pero difícilmente ella se confunde, pues sus propósitos están bien definidos.
—Todo es tan sencillo como a ti te gusta, simplemente utiliza tu belleza para seducir a ese hombre. —Ella señala al hombre mayor y eso me está dañando la mente, se nota por encima que bastante dinero si tiene.
—Pues te demostraré que eso haré a la perfección —respondo prácticamente porque sí, pues algo en mi me genera dudas.
—Ya estás matriculada allí, todo depende de ti. Solamente recuerda que podrás tener todo, con solo parpadear. —Ella abre la puerta, me bajo de inmediato y voy directamente para allá, como si todo fuera una simple casualidad.
Camino con mi rostro elevado fijando mis ojos solo en aquel hombre maduro, que para nada está mal, todo lo contrario, es distinto a todos y eso me gusta porque podré presumirlo a él con quién sea.
Un fuerte golpe me detiene, mis libros caen al suelo y mi rostro termina tropezado sobre los pectorales de un hombre, mis fosas nasales se abren al sentir una fragancia que definitivamente me llama la atención.
—¡Discúlpame! En verdad no quería para nada lastimarte —habla fatigado un chico que tal parece tener mi misma edad, pero se ve tan diferente a todos los hombres que conozco, por encima se le nota lo inteligente, además tantos libros en sus manos lo demuestran.
—He no debes preocuparte. —Busco continuar, no obstante, él se atraviesa rehusándose a que yo pase—. Es que tengo muchas cosas por hacer —digo de inmediato, él solo me está sonriendo de una manera muy bella.
—No quiero parecer un acosador, ahora mucho menos el primer día que nos conocemos, sin embargo, mis disculpas pueden llegar a ser una guiada por la universidad ¿qué dices? —pregunta él, de inmediato me doy cuenta que mi mamá me está mirando; ella siempre me recordara cuál es mi verdadero objetivo.
—Otro día estaría perfecto, seguramente nos veremos muy seguido. —Me retiró, dejándolo con la mano estirada. Me divierte tanto saber cómo enloquecer a los hombres.
No puede ser ese hombre ya no está por ahí, solo debo rogar para que él termine por ser uno de mis profesores, es que eso sería lo ideal. Ahora por culpa de mi mamá tengo que hacer lo que tanto odio que es estudiar, camino acelerada, puesto que voy tarde.
Abro la puerta y todos están sentados, pero lo más maravilloso es que aquel hombre mayor está dictando mi primera clase.
—Tal parece que el reloj se le movió señorita —dice el profesor, mientras que yo analizo todo lo que él lleva encima, obviamente si es un hombre muy poderoso.
—Tuve algunos problemas, pero ¿Puedo seguir? —Mi rostro angelical sale de inmediato, deseo tanto que él sienta que soy una chica inocente.
—Las normas no son así, pero podría estar haciendo una excepción —aquel hombre mayor deja ver una gran sonrisa.
—¡Gracias! —Paso, por un lado, rozando muy cerca mi piel contra la de él, empezar desde ya a que sienta deseo por mí es lo que busco.
—Sabía que te encontraría de nuevo —él chico que me parece ser buena persona se coloca de pie, tal parece que seguía su turno para hacer algo—. Hola mi nombre es Robert Vargas, soy un apasionado por los negocios, tengo toda la disposición para aprender —él dice, no sé porque, pero siento que solo me está hablando a mí.
—Que bien Robert. Como ya les había explicado a todos, soy Emiliano Montoya; estoy disponible para todos, no solo como su profesor también como su amigo, solo nos faltas tu —el profesor se está refiriendo es a mí, no sabe cómo va disfrutar llevar una amistad conmigo.
—Mi nombre es Alison Vega, soy demasiado carismática y sobre todo amigable. —Me siento de nuevo, sé que los ojos de cada hombre que está aquí quedó puesto sobre mí, pero sobre todo los de las envidiosas que no aceptan que yo sea tan bella.
—Bueno tal parece que deben tener ya un pequeño receso —habla el profesor, me coloco de pie para ir donde él, sin embargo, parece que está tan distraído con una mujer que no me llega ni a los talones. Ahora todos mis malditos planes deben ser modificados.