Capítulo 5: Nada se puede recuperar

1035 Words
Robert Llegó hasta donde Xiomara, ella estira sus manos y me acuesta sobre su busto, mientras que consiente mi quijada. Tal vez soy yo él está haciendo todo mal en esta relación por no cuidar el amor que tengo seguro. —Espero que ya te hayas dado cuenta de las cosas, porque esa mujer lo único que hizo fue despreciarte. Yo sé cómo reconquistar el corazón, déjame que lo haga. —Ella aprieta mi cuerpo, sé que para Xiomara sería una humillación llegar el día de hoy sola a su casa. —Nada tengo que confirmar Xiomara, puesto que solo eres tu mi novia. —Intento recordar, pero son pocos los instantes que mis labios la cubrieron. —¿Estás tratando de explicarme que no me vas a dejar nunca? —Ella muestra ilusión, pero aun cuando intento no fallarle ya siento que estoy padeciendo. —Podemos referirnos por el momento en solo el presente, sabes que lo mejor será que la vida nos sorprenda. —Camino con Xiomara y nos subimos en su auto, manejo yo aunque no me gusta mucho hacerlo, ya que todos creen que soy un aprovechado y para nada lo dudaran pues ella se la pasa llorando por mí. —Delante de mi papá guarda todos esos comentarios, no quiero que te llegues a equivocar porque presiento que tú le vas a pedir mi mano a él; tal vez tu esperas algo más de mí y estoy dispuesta adelantar las cosas, solo para complacerte. —Ella pasa uno de sus dedos por mi cuello, prefiero hacerme el idiota para que ella piense que nada entendí. —Yo te dejaré en toda la puerta. —Busco bajarme antes de ella. —No me dejes en ridículo, sabes que entre toda mi familia sentir que soy yo la única que ha fracasado no es lindo. Siempre nos toman como ejemplo de lo malo, pero yo sé muy bien que nuestro amor les mostrará que no vamos a cansarnos. —Ella me da la mano, de hecho, entrelaza la suya en la mía, con cada paso que doy me dan ganas de salir corriendo. —Pensé que no iban a llegar, porque mi hija es una mujer decente que nada tiene que hacer cuando cae la noche en la calle —habla mi suegro, con ese autoritarismo que constantemente saca para hacerme sentir inferior. —Ya puedes calmarte, porque mejor no te refieres hacia nosotros de una mejor manera papá. —Ella solo sigue colocándome, por delante de todos. —Robert es un milagro verte por aquí —dice la mamá de Xiomara, Maira jamás me verá a su misma distancia; precisamente ella es mucho peor que su esposo. —Lo que sucede es que la universidad me absorbe demasiado tiempo —expongo la misma excusa de siempre. —Definitivamente que a mí se me perdió completamente el apetito, no puedo continuar ni siquiera hablando de mis cosas privadas delante de un desconocido. —Carlos se levanta, él es un hombre provocador y es lo que pretende hacer conmigo. —Siendo así lamento mucho incomodarlos. —Me estoy sintiendo tan mal, precisamente ellos me hacen recordar los defectos que yo más tengo. —Sería mucho mejor que ninguno de ustedes este aquí. —Xiomara me lleva hasta su habitación, ella cierra la puerta para tener un poco de intimidad, pero probablemente es lo que menos puede haber aquí. —Creo que todo lo que te inventas es una mala idea ¡Xiomara me estás escuchando! —Ella se sienta sobre la cama con las piernas bien unidas. —¿Qué sucede Robert? Me imaginé que sabías a qué veníamos, es que te di una pista con mis palabras y ya deberías estar aquí enseñándome a amar. —Ella me manda besos, sé que está buscando que hagamos el amor, sin embargo, ya no soy capaz como antes lo planeaba, siento que no voy a encontrar esa química que deberíamos tener al unir nuestros cuerpos. —Yo no te estoy despreciando Xiomara, que quede eso claro desde ya. Es solo que tú siempre soñaste con algo mágico, créeme que no lo va ser está noche. —No quiero ni siquiera sentir el cuerpo de ella, pero no sé cómo decirle. —¿Entonces cómo le llamas a eso? Es que soy yo la mayor equivocada, en verdad pensé que siendo yo misma sin necesidad de cambiar un poco te iba a provocar, pero veo que no. —Ella baja su cabeza muy deprimida. —Tu eres hermosa y me gusta que pienses eso —le digo, sin embargo, para ella no es suficiente. —Pero eso termina siendo vacío, Robert me has dicho que ya habías estado con una mujer y que con ella no fue por amor, entonces si a mí me quieres porque, aunque nunca me hayas dicho te amo, tus expresiones me lo demuestran; no comprendo cuál es el sacrificio, es desgastante que para suceder algo tengo que rogarte, aunque ya estoy acostumbrada a hacerlo en distintas cosas, pero en el amor es un infierno. —Ella está moviendo sus piernas, por una parte, es una ventaja estar en la casa de sus padres, así ella no estalla de la rabia. —Es que yo no tengo experiencia Xiomara, además si nos referimos al cariño que yo siento por ti es mucho, en cambio por esa persona absolutamente nada. Puedo yo conocer muchas mujeres, pero mis sentimientos nunca se mezclarán —solo hablo, pero mucho más empeoró las cosas. —Claramente que no porque lo primero que te sale por mí es agradecimiento, es lo más obvio sabes que mi papá dice que tú jamás lo vas a igualar; aun cuando te estés preparando y seas el mejor de la clase, pero yo sé que sí eres superior a él, sólo espero que siempre estemos juntos y no únicamente cuando necesites, porque parte de tí me lo debes a mí, aun cuando intentes negarlo quizás admitirlo no está de más, sabes que te aceptan solo por ser mi novio —ella habla de la misma manera a su familia, ni los mejores recuerdos que tengo con Xiomara me animan a continuar.
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