Xiomara
Me siento como la mujer más ridícula de todas, estoy aquí tratando de sacar una sonrisa que ni siquiera deseo mostrar, Robert debe estar desesperado conmigo eso lo alcanzo a percibir.
—Me estás tratando de decir que la soledad es lo que más presente va estar, porque es evidente que tu no me darás tu amor ¿Qué más tengo que hacer Robert? ¿Dime si debo llegar a rogarte? —hablo, definitivamente Robert jamás me dará todo de él.
—Nada diferente entre nosotros está pasando Xiomara, yo continúo siendo tu novio. Sabes que la virginidad es algo muy valioso, siento que la tuya no me debe pertenecer a mí, yo desaprovecharé completamente ese instante tan mágico. —Robert está serio, ni siquiera me hace sentir cómoda, ya que solo me está produciendo dolor.
—¡Tú me prometiste cuidarme! —exclamó con enfado, tengo unos inmensos celos y motivos es lo que me sobran.
—Por eso mismo no soy el indicado Xiomara —habla Robert, pero si él no está conmigo la tranquilidad va desaparecer de su vida.
—Otra vez me vas a dejar, esto ya debería ser lo más normal para mí, pero no lo es porque soy una imbécil por querer que me continúes amando; es que mi amor por ti si durara eternamente. —Lo miro, no me da vergüenza seguir rogando, pero, aunque me toque reprocharle todo, él volverá aquí a mi lado.
—Xiomara yo jamás te voy a amar, por el simple hecho de que no me produces nada, sabes que algo extraño me está pasando y estoy empezando a creerle a mi corazón. —Él me está cogiendo una de mis manos, la misma que quito agresivamente.
—Lárgate ya Robert. —No puedo dejar de llorar, aunque todos me digan que soy muy bella, el hombre que me interesa no lo hace.
—Lo haré, pero no quiero perderte Xiomara —él habla, con sólo eso ya me está regresando las esperanzas.
—Entonces vas a regresar el tiempo, sabes que acepto que hagas eso para que continuemos siendo los novios más felices. Por favor Robert demuéstrame que contigo no doy un paso en falso. —Mi llanto empieza a sonar muy fuerte.
—Todo lo llevas hacia el lado que tú quieres, lo de nosotros no transcurre más de una amistad. Si tu no asimilas lo más coherente para no lastimarte, es que hagamos como si fuéramos un par de desconocidos. —Robert agarra la manija de la puerta para salir.
—Si te vas puedes arrepentirte —digo eso entre los dientes, sin embargo, él me escucha.
—¿Vas a destruir con ayuda de tu familia mi vida? —Robert habla, él no sabe, pero me dolería hacer cualquier cosa, no obstante, tomaré decisiones para salvar este amor.
—Si me dejas puedo convertirme en la peor villana. —Tapo de inmediato mi boca, estoy actuando como no lo quiero hacer.
—Entonces que lo seas, total solo vas a cumplir con tus caprichos Xiomara. Espero que tengas mucha suerte, porque solo te vas a afectar más a ti, yo ya estoy acostumbrado a tener las piedras en el camino que tu familia me coloca. —Robert se va como si nada, maldita sea todo esto es por esa estúpida que llegó a la universidad.
Salgo de la recamara y veo que apenas Robert está bajando las escaleras, mis padres están sentados como la pareja perfecta que algún día yo espero ser con Robert.
—Espero que te vaya de maravilla —gritó, de inmediato mis papás se colocan de pie y Robert continúa dándome su espalda.
—¿Este, inepto porque no le pone cuidado a mi hija? —pregunta mi papá, atravesándose, a Robert.
—Señor tengo que irme —contestó Robert, no puedo desaprovechar esta oportunidad para llorar más.
—¿Qué le hizo a mi hija? se nota que por eso busca huir. —Mi papá agarra a Robert del cuello y lo levanta por unos segundos—. Es tan cobarde que no sabe ni defenderse. —Mi papá lanza lejos a Robert.
Robert se levanta bastante adolorido, eso se alcanza a notar, quisiera poder ir a ayudarle, pero él no lo merece.
—Usted debe estar malinterpretando todo —Robert solo tiene su mirada direccionada hacia la salida.
—Eso nunca, no sea tan imbécil que mi angelito está llorando. —Mi papá se va a lanzar nuevamente a golpearlo, corro para meterme delante de Robert.
—Papá déjalo quieto, Robert solamente está equivocado en su cabeza, pero yo lo voy a orientar —digo, mientras que le voy a consentir el rostro y él no me deja.
—Ya entiendo, por fin Robert hizo algo bien, terminó mi amor, sabe que muchacho gracias por liberar a mi hija de un fracaso. —Mi papá lo está disfrutando, esto no puede salir así.
—Siendo así ya me voy a ir. —Robert camina, no lo voy a dejar que avance tanto, que rabia, pero esto será como yo diga.
—Claramente hasta yo le abro la puerta, —mi papá solo ríe, me está dejando sin Robert y yo sin él prefiero terminar con todo.
—Quieres que yo me destruya ¿Verdad papá? —vociferó, ellos quedan con la boca abierta mirándome.
—Sé que es duro perder un amor pasajero, pero son cosas que pasan así que ya luego solo te reirás —mi mamá dice, como siempre haciéndose la recatada para simpatizarle a mi papá.
—No te hagas como si te preocuparas mamá, porque a ti en nada te afecta —no dejó de gritar, mi enfado los actos de ellos antes producen que crezca más.
—Obviamente que me angustio eres mi hija. —Ella intenta ir donde yo estoy, sin embargo, mi papá no la deja.
—Lo soy, pero. —No soporto más y me voy corriendo hacia mi habitación cerrando la puerta.
—Xiomara no me obligues a entrar, porque sabes que no me gusta que te encierres sin yo saber qué es lo que haces. —Mi papá golpea la puerta, sé que mi mamá debe estar solo diciendo que él tiene razón, porque ella solo es una tonta y quieren que yo sea igual.
—Puedes amanecer hay porque no te quiero ver papá, te estoy odiando tanto —mis palabras las pronunció fuerte, aunque si quería que él golpeara a Robert, la idea es que lo obligará a estar conmigo.