Capítulo 3: Todo pasa por algo

1004 Words
Robert Podría jurar que Alison es la mujer más bonita que he visto, aunque tengo a Xiomara a mi lado, por ella nunca sentí tanta intensidad como cuando estoy cerca de Alison. Lastimosamente tengo que ocultarlo y solo asegurar que la veo como una amiga, aunque me está gustando. —¿Será que puedes despertar, porque tal parece que estás soñando? porque no le gritaste a ella que no me fastidiará, pareciera que yo no fuera tu novia porque todo lo permites, mi amor sabes que detesto estar discutiendo contigo. —Xiomara me acaricia, siempre que se comporta de la manera más grosera lo termina por hacer. —Yo siempre tengo muy presente quien eres, puesto que no hacerlo sería algo imposible, porque te la pasas repitiendo a cada segundo que transcurre que eres mi única dueña. —Doy un giro, yo solo respiro el poco aire que ella me deja tener. —Me estas lastimando demasiado Robert, yo hago por ti lo que sea y no te interesa, ten presente que la única mujer que entregaría su vida por ti soy yo. No te debe costar para nada hacer un sacrificio. —Ella se cruza de brazos, mientras que yo no dejo de observar que de aquel lugar no se ha movido Alison. —No es mi intención Xiomara, sabes que nuestra relación cada vez está más insoportable —hablo sin ningún temor, yo lo único que busco es ser honesto. —Pero si el amor es así, no me digas que ya te estoy sumergiendo en una rutina; ya que si es así no sabes cuánto me esforzaré por cambiar. Vas a conocer una mejor versión de la mujer que tanto, amas. —Ella me sonríe, pero como no lo va hacer si jamás le doy un suelo estable, pero si la ilusiono. —Nada de eso haces Xiomara, es solo que este amor ya está gastado. —Sé que ella entenderá que ya no extraño su presencia como antes. —Eso es porque no has sido capaz de dar el siguiente paso conmigo, Robert ya es tiempo de que nos entreguemos en la intimidad. En realidad, es eso lo que yo más deseo y sé que tú también, aunque lo ocultes. —Ella me besa, no sé cómo aceptar que no la amo, pero sus súplicas me hacen no actuar. —Escúchame Xiomara esa ocasión que tanto, esperas puede ser con otro hombre, todo sucede porque el destino lo elige; yo no soy lo que espera tu familia sabes que no tengo dinero, jamás voy agradarles. —La observo, pero ella me sonríe de oreja a oreja. —Esas excusas tuyas son muy malas mi amor, entonces si me amas es solo que tienes miedo. —Ella trata de nuevo de besarme, pero lo hace con pasión sus ojos solo se cierran para sentir algo bonito que a mí no llega. —Ya es suficiente. —La empujo suavemente hacia atrás, todo sin la intención de herirla. —¿Por qué? ¿Acaso dónde está ella? sabes que la desesperanza que me da todo me tiene acechado, pero como continuo si tú no me das ni siquiera tus brazos. —Ella se tira al suelo mientras llora, Xiomara jamás cambiará eso, aunque todos nos están mirando para ella es mucho mejor para hacerme quedar como el malo, aunque tal vez si lo soy. —Xiomara nadie está, aparte de todas estas personas que para ti son invisibles. Me agota tanto las pataletas de niña rebelde con las que sales. —La levantó y ella me demuestra que eso es lo que la complace. —Sabes que, si me toca hacerlas para que solo te concentres en mí, estoy dispuesta ¡Acepta nuestro amor! —Ella se va llorando directamente donde sus amigas, unas chicas presumidas. —Definitivamente ella nunca te va a convenir bien —escucho esa voz tan bella, que obviamente es de Alison. —No creo que sea así, es simplemente que ustedes iniciaron como no debe ser. —Trato de marcharme, puesto que estar cerca de Alison definitivamente es echarle leña al fuego. —Tampoco tienes que huir de mi Robert, esa mujer ya no está por aquí. Sabes que, aunque ella me lo prohíba miles de veces seguiré viéndote como mi amigo. Ahora ¿qué tal si me cuentas algo de ti? porque nada conozco, —Alison demuestra estar con curiosidad. —Mi vida tal vez no se compara nada a la tuya; pero sobrevivo cada día, soy huérfano desde que era un niño, en realidad jamás he sabido que es tener el amor de una familia —comentó con tristeza. —Pero el amor de una mujer si te debe sobrar —ella dice, solo observo sus rojos labios como se mueven. —Si lo dices por Xiomara lo nuestro es más una obligación, para sus padres nunca soy suficiente y debe ser por eso que ella tanto se inclina hacia mí. —Me siento cómodo sé que las palabras solo me fluyen y cuando hay silencio es el mejor momento. —Ella es una engreída, sabes qué sé muy bien que algún día voy a tener más dinero que esa mujer y luego voy a pisotear cómo se lo merece, aunque a decir verdad no seré capaz sé que mi nobleza no me dejara actuar de esa manera. —Ella frunce sus hombros, creo que ahora es uno de los gestos que más me gustará ver. —Sabía que eras diferente Alison, es que tú eres única y seguramente solo te fijas en los sentimientos. —Le demuestro lo que pienso, juzgar a una mujer que me está sacando del infierno no lo voy hacer. —Si. —Ella parece estar desesperada. —¿Te pasa algo Alison? Tu rostro está muy pálido, seguramente yo te puedo ayudar, tú solo dime. —Estoy muy interesado, pero ella no deja de mirar hacia atrás, antes alcanzó a percibir que me está tomando como escudo para esconderse.
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