Capítulo 14: Seré siempre la mejor

1017 Words
Término vistiéndome, ya me está hartando la maldita meloseria que le empieza a salir a Lorenzo; él sabe muy bien que no es eso lo que busco, además para esas bobadas tiene a su mujer. Jamás ella será como yo, sin embargo, cuando me canse de todo esto solo seré el recuerdo que atormentará día tras día a Lorenzo. —No me digas que ya te vas, aunque sería lo mejor que puedes hacer, porque mi esposa no tardará mucho en llegar —dice Lorenzo y me llena de rabia cuando nombra a esa mujer, por lo menos me quito un momento el estrés que me produce Alison. —Tengo bastantes cosas por hacer, no soy una fracasada como tú, ya mismo me marcharé porque no voy a echar a perder tu triste matrimonio. —Me colocó los tacones y salgo de allí, desde lejos noto que toca la puerta una mujer, jamás había visto a la esposa de Lorenzo, es bella, pero en nada me debe superar a mí. Continuo con mi camino y me voy directamente a conducir, quiero ver qué ha sucedido con Alison; es que lo último que deseo es que ese hombre se meta en nuestros planes. Llegó a mi casa, abro y no sale mi hija como siempre lo hace sonriendo animada, me voy hacia su recámara y entró sin permiso. —¿Alison porque carajos estás llorando? —preguntó irónicamente. —Para que preguntas las cosas que no te interesan —ella responde de una mala manera, sabe exactamente cuánto me irrita que haga eso. —Obviamente que sí, además no te ves nada agradable con esa cara de tristeza, mejor arréglate porque simplemente no estamos para perder el tiempo. —Empiezo a chocar fuerte las palmas de mis manos, es irritante notar que en nada me obedece Alison. —Sabes si empezaré a actuar desde ya, por eso mismo quiero que no te metas en mi vida. —Se coloca de pie Alison, mirándose primero al espejo como siempre lo hace. —Qué bueno saber que ya estás entendiendo, porque ese hombre definitivamente que en nada te conviene, quiero que seas responsable recuerda que tu futuro depende de lo que hagas; no quiero que seas la criada de algunas personas sería mucho mejor que tuvieras tus propios sirvientes —digo a manera de manipulación, Alison demuestra ser muy inteligente con los demás, sin embargo, conmigo es distinta. —Él quería sacrificar todo por mí, pero soy tan estúpida que no se lo permití y ahora estoy segura que volvió con su novia, sabes que una vez en mi vida merecía ser la mujer oficial y no esa amante que esconden. Siento que a mi alma le falta una parte, pero esto simplemente no se puede negociar ni con dinero. —Ella baja su cabeza, no puedo creer que sea tan tonta de enamorarse. —¡Acaso no sabes diferenciar cuando es lástima! Porque precisamente eso es, Alison reflexiona y por favor deja de hacerme perder más el tiempo —le digo, en parte me gusta que ella sufra, puesto que debe ganarse cada cosa, la vida sencilla únicamente está diseñada para mí. —Jamás lo sería con él, Robert algún día será mío así te opongas. —Alison se coloca de pie y viene hacia mí, pronunciando su busto directamente hacia mí. —Te falta demasiada práctica para saber cómo estar con dos hombres a la misma vez, eres tan débil que te dejas manipular por el corazón. Espero que no continúes con esos malditos caprichos, porque yo sé muy bien cómo hacer para que tú te tragues, cada palabra que me dices con desprecio. —La empujó con mi cuerpo, no existe razón para que una mujer se sienta más bella que yo. —¡Lárgate mamá! sabes perfectamente que dependes de mí. También puedo ser peor que el mismo diablo, recuerda que en mi creaste una versión de ti, la cual no siente ni el mínimo temor. —Ella blanquea sus ojos. —Tienes tanta tranquilidad recuerda que el profesor puede fijarse primero en otra, porque aquel muchachito no te va a dar absolutamente nada. —Salgo de allí, únicamente voy por unos tragos de tequila, necesito tener sexo eso es lo único que nivelará mis emociones. Precisamente tengo que ser la amante del que sea, soy como Alison, porque carajos tengo que aguantarme tener un espacio disponible, entró al baño y desnudo mi cuerpo la toalla me cubre solo una parte del trasero, haciéndome sensual, así como me gusta ser. Observo por la ventana y precisamente está Robert, debo adelantarme como sea, porque simplemente Alison dejará de creer, que él es un santo. Abro la puerta y me doy cuenta que la tonta de mi hija no está por ahí. —La verdad es que mi hija no tiene ánimos de ver a nadie, así que puede regresar por dónde vino —digo, mientras que las piernas de él no dejan de temblar. —En serio la necesito —habla Robert, noto de reojo que Alison viene. —¿Acaso nunca has visto una mujer en tu vida? Porque eso es lo que pareciera, puedes parpadear —miento con mis palabras, necesito que parezca que Robert se está derritiendo por mí, y que Alison jamás me superará en algo. —Sí, señora sé que usted no me quiere ver, pero le ruego que le diga a Alison que la quiero ver —habla Robert, tal parece que mi hija definitivamente lo tiene mal. —Quizás si parpadeas sería mejor ¿No crees Robert? —Alison demuestra que está bastante celosa, lo cual me gusta que ella sienta, dolor porque así sabe que solo yo mando sobre ella. —No me digas que estas imaginando algo que no es Alison —Robert habla muy bajo. —Claramente que por eso escondes tu voz. —Alison cruza sus brazos. —Supongo que ya estoy sobrando aquí, solamente quiero que estés tranquila hija. —Doy la espalda para marcharme, pero ahora que nadie me está mirando solo puedo sonreír.
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