Narra Johana Había estado pensando en la propuesta de Mateo durante un par de días. Él y yo intercambiamos varios mensajes sobre algunas cosas menores como qué tipo de citas podríamos tener y si yo querría una habitación en la mansión. Por supuesto, mantuve la conversación ligera y no me comprometí todavía, pero sí dije que una habitación sería increíble. —No entiendo por qué no dijiste que sí—dijo Paola con la cabeza apoyada en las palmas de las manos. Estaba sentada a la mesa mordisqueando un croissant de huevo que los invitados no comieron esa mañana. —Fue grandioso. Mateo fue amable y sincero. Realmente pensé que teníamos una verdadera conexión. —Entonces, ¿y si lo hicieras?—ella se encogió de hombros—.No es un sitio de citas, Johana. Tú también lo sabías. —Sí—negué con la cabe