Cris y Soledad regresaban al apartamento, ella iba pensativa, no podía sacar de su mente a Ximena, un leve recuerdo de la infancia se le vino a la mente.
«¡Huele a basura! ¡Huele a basura!» Cantaban varias niñas a su alrededor.
Varias chiquillas tenían a Soledad dentro de un círculo en la escuela, como sabían que sus abuelos eran recicladores y que ella los ayudaba, le hacían bullying, se burlaban de sus zapatos rotos, de su ropa llena de remiendos, siempre buscaban algo para humillarla.
«¡Dejen de molestarla!» gritó una voz infantil.
Era la primera vez que Soledad veía a Ximena, la niña siempre tuvo su larga cabellera rizada, y alborotada, entonces Sole, notó como agarraba unas piedras y empezaba a perseguir a aquellas niñas, quienes corrieron despavoridas, luego de echarlas, se r
