Al entrar en el bosque, el grupo notó que la atmósfera se volvía cada vez más oscura y opresiva. Podían sentir la presencia de Malakai, y sabían que estaban cerca.
De repente, una figura emergió de la sombra. Era Malakai, con los ojos rojos y la sonrisa cruel.
"Bienvenidos", dijo Malakai. "He estado esperando por ustedes. Ustedes son los que destruyeron a mi amo, Zorvath. Ahora, es mi turno de vengarme".
Elian y Lirien se prepararon para la batalla, con Sophia y Finn a su lado. Sabían que esta sería la lucha más difícil de sus vidas.
Malakai comenzó a lanzar hechizos oscuros, pero Elian y Lirien los esquivaron con habilidad. Sophia y Finn se unieron a la lucha, usando sus habilidades para debilitar a Malakai.
La batalla fue intensa, con hechizos y golpes de espada volando en todas direcciones. Pero Elian y Lirien estaban decididos a derrotar a Malakai, y no se rindieron.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Malakai cayó al suelo, derrotado. Elian y Lirien se miraron, exhaustos pero victoriosos.
"Lo hemos logrado", dijo Elian.
"Pero a qué costo", respondió Lirien, mirando a Sophia y Finn, que estaban heridos.
Aethera se acercó a ellos, con una mirada seria. "La batalla no ha terminado. Hay un nuevo enemigo en el horizonte. Uno que es más poderoso que Zorvath y Malakai juntos".
Elian y Lirien se miraron, sabiendo que la aventura no había terminado.