De alguna forma, logramos acomodar los sillones en una habitación para que quedara ese lugar solo y poder tener espacio en donde permanecer, mi mamá decidió ir a visitar a su hermana para dejarnos la casa solo a nosotros, pero primero nos advirtió que nada debe salirse de control, si sucede nos va a asesinar a Raven y a mí, por suerte, eso no va a ocurrir, ya que a lo mucho solo seremos quince personas, decidí solo invitar a las más cercanas, las cuales ya han llegado las primeras, que de inmediato mi amiga salió corriendo a supervisar que ninguno trajera su celular y por supuesto lo traían, así que se los pedimos y de mala gana nos lo entregaron, fui a guardarlos con cuidado a mi habitación y volví a bajar a donde se encontraban ellos, en cuanto estuve a su lado, me llenaron de cientos de preguntas, pidiendo una explicación lógica del porqué había hecho eso, pero no dije ni una sola palabra. Que todos se den cuenta de la razón de ello cuando Sean llegue, no antes.
Poco a poco, mis amigos van llegando, algunos con sus móviles y otros que si hicieron caso a nuestra petición, pero cuando solicitamos que nos los entreguen, siempre primero se niegan, se molestan y al final, terminan accediendo, solo que no nos libramos de las preguntas exigiendo conocer el porqué de tanta exigencia.
La música ya se escucha, las pizzas ya han llegado y algunos se encuentran un poco tomados, mientras tanto yo estoy intentando beber muy poco, para cuando llegue el chico, solo que sigue sin dar alguna señal de vida, lo que me lleva a preocuparme y sentirme mal, ya que empiezo a pensar que solo dijo que asistiría para no negarse y verse grosero. Probablemente no asista y exageré todo para nada, con esos pensamientos, me uno a bailar junto a Raven y otros amigos, intentando quitar eso de mi cabeza y concentrarme solo en lo bueno que está por suceder, que esta es mi fiesta donde estoy celebrando que una de mis metas se cumplió. Decido detenerme e ir a tomar una cerveza para relajarme más, pero al tomarla, en vez de regresar a la "pista de baile" decido subir a mi habitación para revisar si nadie me ha mensajeado al celular, al llegar, abro la puerta con llave y camino hasta el tocador, debido a que se encuentra sobre este, al desbloquearlo casi me ahogo con la bebida al ver todas las llamadas perdidas que tengo de Sean, con rapidez vuelvo a marcar, suplicando que me responda, escucho los primeros pitidos y después su voz.
—Perdón por no responder, dejé el celular en mi recámara y me encontraba abajo con música y todo eso —hablo demasiado apenada.
—No te preocupes, te estaba llamando porque estoy perdido, no encuentro tu casa y ya he dado como mil vueltas.
Una gigantesca sonrisa se pone en mi rostro, todo mi cuerpo se llena de alegría y me cubro la boca para no gritar de emoción al saber que si va a venir. Le pido que me diga la calle en donde se encuentra, así voy por él para que deje de estar perdido, al decírmelo, me doy cuenta que si está a unas cuantas calles de distancia, así que cuelgo la llamada, cierro de nuevo la puerta de mi habitación y camino a paso rápido para ir por el chico, al localizar a Raven, le susurro en el oído que regresaré en unos minutos, no le doy tiempo de que me haga una pregunta y salgo corriendo hacía mi automóvil para subir a el. Al encenderlo, se escucha la música del chico, lo que me lleva a apagar la radio para no ponerme más nerviosa de lo que ya estoy y de alguna manera logro tranquilizarme, así que cuando le llamo a Sean para decirle que ya me encuentro donde me indicó, avisa que está en un auto n***o, el cual veo a metros de mí, me coloco a un lado de el y bajo la ventana al mismo tiempo que Kehlet lo hace.
—Hola.
—Hola, no estás tan lejos de mi casa, solo sígueme.
Afirma con la cabeza y emprendemos camino para llegar a donde debió de verse encontrado hace una hora, en poco tiempo nos estacionamos frente a nuestro destino, tomo aire para hacer lo posible en no actuar como una loca fan y cuando siento que ya estoy bien, bajo para ir a donde se encuentra, nos sonreímos y caminamos juntos para entrar al lugar donde la música ya empieza a escucharse. Abro la puerta, entro yo primero y después lo hace él, al inicio nadie se percata de quién es la persona que acaba de llegar, todos siguen concentrados en su mundo, hasta que de algún modo todos posan su mirada en nosotros los dos, lo que hace que me sienta tan apenada que no tenga idea de como reaccionar.
—¡Así que por eso nos quitaste el celular! —grita Joshua sorprendido y bastante emocionado, solo digo que si con la cabeza y trato de sonreír de una forma que no se vea lo apenada que me encuentro.
—Si, sí, ya saben que Sean Kehlet, está aquí, pero sigan a lo suyo y dejen de mirarlo —pide Raven, no obedecen con rapidez, pero hacen lo posible para lograrlo y minutos después se llega a hacer, aunque aún se sigue sintiendo las miradas de sorpresa de mis amigos.
Le invito pizza al chico al igual que una cerveza, toma solo la segunda diciendo que comió antes de venir y nos quedamos en una orilla de la casa, mientras intentamos iniciar una conversación.
—¿En serio les quitaste el celular a todos? —pregunta asombrado e intentando no reírse.
Me cubro el rostro con las manos sin soportar su vista sobre mí.
—¿Tal vez? —digo riéndome.
—No era necesario, dudo mucho que los medios averiguaran donde me encontraba.
—Somos como... —me detengo al darme cuenta que hablé en plural— Tus fans son el FBI, por supuesto que iban a enterarse.
Suelta una carcajada y niega con la cabeza divertido por lo que dije.
—En eso tienes razón, probablemente ibas a estar en la vista de todos, mucho más que ahora —hace una pausa y solo se me queda viendo, hago lo posible para soportar su vista— Te ves muy linda hoy, por cierto.
Por segunda vez en la noche, casi me ahogo con lo que estoy tomando al escuchar el cumplido que mi ídolo me ha dicho.
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