Una vez que dejamos en claro nuestros sentimientos, la relación de pareja se desarrolló de una forma muy natural. A las dos nos gustaba pasar tiempo juntas, pero eso no significaba que descuidáramos nuestros estudios; por lo que al día siguiente nos juntamos a estudiar. Tuvimos sexo, pero fue algo rápido, para romper la tensión y dejar de imaginarnos, una a la otra, sin ropa. El sábado ella me invitó a su casa a mirar unas películas. Sus padres estaban en un casamiento al que Lara no quiso ir, para tener tiempo a solas conmigo. Estábamos sentadas y abrazadas en el sofá. Lara tenía la cabeza apoyada sobre mi pecho y yo la estaba rodeando con los brazos. Hice memoria y casi siempre que nos quedábamos abrazadas, lo hacíamos de esta forma. Era como si yo tuviera que protegerla todo el tiempo