Llegó nuevamente al departamento dónde parece ser todo diferente, al menos los hijos de David están alejados de mi, a excepción de Santi que es el único que es quien me recibe amorosamente.
Vuelvo a mi rutina diaria, universidad, trabajo y casa, es algo cansado más por qué ya empiezo a tener mucho sueño durante el día pero todo parece ser por el cansancio.
Mis amigas ya están enteradas de lo sucedido con los hijos de David tras la noticia de mi embarazo y la amenaza que Cassandra me lanzó referente a mi bebé.
Nathasa se ha mostrado más preocupada que Kenia pero ambas coinciden que mantenga mi distancia con ella, ya que sus problemas más que emocionales parecen mentales.
Estoy en la obra del departamento de Diego y Jessica, que está avanzando rápidamente lo que me da gusto para que no tengan que vivir en el pen house.
Cada vez salgo más a obras ya que me han cambiado de área de supervisión de becarios y los arquitectos nos han dejado más responsabilidades.
Estamos despidiendonos de los ingenieros en el segundo piso de 10 que tiene la torre no del todo terminados cuando veo caer a un joven albañil de pisos arriba de dónde yo estoy.
Bajamos rápidamente a querer ayudar pero es evidente la tragedia, tras ver la sangre en el pavimento, sabemos que perdió la vida.
El arquitecto con el que estoy en supervisión e ingenieros de la obra nos reunen a todos los trabajadores que parecemos impactados por el suceso y hacen una pequeña reunion tras el accidente.
En la reunión analizamos los peligros pero sin duda la responsabilidad recae en el jefe de albañiles, llegan peritos y policías, toma declaraciones de cada uno, lo que hace más largo mi día.
Llego más tarde a casa de lo habitual y ya todos cenaron, cada uno esta en sus habitaciones seguramente tras el silencio.
Llegó a mi habitación solo con ganas de dormir pero me inquieta que David parece no estar y tal vez nos cruzamos en el camino.
Me recuesto en la cama y aunque apenas se esta notando un bulto en mi vientre plano no dudo en acariciar a mi bebé.
Al amanecer veo entrar a David muy triste, parece que no ha dormido y usa la ropa algo desarreglada, parece otra persona a la que frecuentemente veo.
Le pregunto como le fue en la obra pero él no me contesta y se va a la ducha, parece que no me ha escuchado o tal vez esta molesto conmigo.
Me levanto de la cama y voy por un vaso de agua a la cocina mientras David termina de ducharse, que por solo verlo y su reacción se que no quiere verme, asi que le doy su espacio para no discutir.
Veo entrar a la cocina a Diego con tristeza y me extraña su indiferencia ante mi presencia, lo que hace que me inquiete aún más.
No es normal que David y su hijo Diego esten igual de tristes.
Asi que le pregunto temerosa a Diego que sucede, se que su respuesta puede ser alguna grosería pero para mí sorpresa me responde con la cabeza agachada.-
Sandra al parecer ya falleció.
Me asombro por la noticia, es algo que no esperaba escuchar y le pregunto preocupada .-
¿Cómo lo sabes?
Diego me dice con tristeza.-
La enfermera le aviso en la cena a mi papá que le faltaban signos vitales y vino la ambulancia por ella.
Voy rápidamente a la habitación con David, ahora se lo que tiene y estoy segura que necesita cariño en estos momentos.
Ya se cambió de ropa a una camisa negra, lo veo devastado en la orilla de la cama, lo abrazo y el responde a mi abrazo, sin decir ninguna palabra nos quedamos así un par de horas hasta que me pregunta casi sin habla.-
¿Me acompañas a la funeraria?
Lo abrazo con cariño, parece reconfortante para ambos, le doy un beso en la cabeza y le digo mientras lo acaricio.-
Por supuesto.
Llegamos a la funeraria tomados de la mano, vemos llegar a pocas personas y entre ellas me sorprende ver a Casandra y su madre, las hipócritas lloran en el ataúd como si fuera para ellas una gran perdida pero yo sé todas las groserías que le hicieron en vida, así que logró mantener mi rabia para no armar un escándalo más.
El pequeño Santi llega a la funeraria con Diego y Jessica que parece no querer estar en el lugar así que pronto se van, al menos él si tiene culpa de todo lo que le hizo a Sandra.
El pequeño Santiago esta a mi lado llorando y devastado por la perdida de su mamá, aunque Sandra ya habia hablado con el niño del que pasará este momento, no deja de doler asi que lo tomo en mi brazos y lo abrazo.
Santi se siente más tranquilo cuando está en mis brazos, aunque David ha querido abrazarlo, el niño simplemente rechaza estar con alguien más.
David está preocupado por la fuerza que realizó al estar cargando a Santiago, así que en privado me dice su preocupación tras mi embarazo pero le digo que todo está bien y yo tambien me siento bien con el niño en mis brazos.
Al tener abrazado a Santiago, le enseño que su mamá estará siempre a su lado con Dios y la virgen como un sacerdote nos dijo a mi hermano y a mi cuando falleció mi madre aunque la gran diferencia es que nosotros nosotros no éramos unos niños pequeños, ya éramos mayores de edad pero la herida en nuestros corazones fue igual de dolorosa.
Al amanecer vamos al panteón donde Sandra ha escogido descansar, en el funeral somos muy pocas personas, ya que ella no tenía familia y tenía pocos amigos pero lo que parece más sorprendente es que nadie de la constructora este en estos momentos.
El momento del entierro es algo difícil de entender para Santi pero lo cargo en mis brazos como un bebé y David nos abraza a ambos.
Mientras nos despedimos en la tumba de Sandra reafirmó la promesa que le hice, lo cuidare como a mi propio hijo hasta la muerte.