Capítulo 04. La universidad.

1749 Words
Era lógico que debía entrar a una universidad especial, para personas como yo, regularmente utilizo mis sentidos auditivos, no me gusta usar el bastón, aunque si, lo llevo conmigo por si lo llego a necesitar algún día, a veces pienso que fue necesario perder mi vista ya que a raíz de eso he podido desarrollar otras habilidades, mismas que solo mi hermana conoce, papá creé que soy una chiquilla frágil que no puede defenderse sola en la vida, si hasta me tiene niñero, en fin, al llegar a la universidad lo primero que hice fue detenerme en la entrada, respirar y escuchar detenidamente todo lo que sucede a mi alrededor, así me guío, así sabré a dónde ir, mi hermana Rumina siempre me pregunta que como lo hago, a veces ni yo misma se como ni cuándo, esto pasó, pero lo que para otros es algo normal (escuchar) para mí es como un regalo divino.   Entré a mi salón de clases, en el se encontraban algunas personas, lo sé porque respiran muy fuerte y puedo escucharlos, nos presentamos y empezamos las clases de lo más normal, cuando de pronto sentí el olor de un perfume para hombres, era un olor realmente dulce y muy suave al olfato, ¿será que ese chico es como el invencible de Steven? Pero que tonterías estoy pensando, me acaban de romper el corazón en mil pedazos y aún así sigo pensando en que alguien podría llegar a amarme, ¡ay Gema! Que ingenua eres, mis pensamientos me abrumaban y me hacían sentir aún más mal de que estaba, todo pasó normal, está clase solo era un inducción ya luego todo será a fondo, me enfocaré en mi carrera, me enfocaré en lo que quiero llegar a ser, me prohíbo enamorarme, me niego a pensar en una compañía emocional, mi enfoque solo será llegar a ser la primera y mejor abogada penalistas no vidente de Las Vegas Nevadas, no tengo ni tendré nunca más otra meta.   El primer año fue excelente para mí, sarcásticamente le dije a papá que me regalara un auto por mis buenas calificaciones, por supuesto él se escandalizó de inmediato, me gritó y me dijo hasta loca, él no entendía de sarcasmos. El año pasado fue muy duro para mí, ya que mi único apoyo que es mi hermana estaba lejos, muy lejos de casa, Rumina tenía unos meses que se había marchado, ella estaba de gira por los países vecinos, mostrando su trabajo y trabajando para grandes compañías, es que el orgullo que siento por ella no me cabe en el pecho, a pesar de su corta edad, ella ha sabido madurar rápidamente, hablamos casi todos los días, pero no es lo mismo que sentirla cerca de mi, me he quedado sola por completo, he visto a mamá pocas veces desde el divorcio con papá, a veces hablamos pero no tenemos esa conexión madre e hija como se supone debería de ser, ella siempre ha sido una madre sin presencia en nuestras vidas, no puedo decir que la extraño porque sería una completa mentira, a pesar del temperamento de papá he descubierto que él es y seguirá siendo el único incondicional para mi, aunque en ocasiones debo de escoger entre mi hermana y mi padre, porque desde que Rumina decidió llevarle la contraria a papá, se convirtió en su peor enemiga, ellos a veces tratan de hablar pero lo que debería ser una conversación tranquila, se convierte en una terrible discusión. Pasaron dos años y ya mi carrera como abogada penalistas estaba a punto de llegar a su final, ya estaba casi graduándome de derecho, en el transcurso de los años papá me obsequió una casa con jardín atrás, lo sé porque puedo oler las flores, y el aire que se respira es sumamente puro, cuando cumplí veinte el señor Pompeyo me sorprendió con esa casa, antes de entregarme las llaves, él me dio un recorrido una semana antes, diciéndome que esa era la casa que su mejor amigo había comprado, yo la vi y la sentí con mis manos, aprendí dónde estaba cada cosa en solo un día, y según lo que sentí me agradó aquel lugar, después de eso el día que cumplí mis veinte años, papá me volvió a llevar a ese lugar, y yo de inmediato lo reconocí, esa casa fue mi regalo de cumpleaños, no puedo negar que me encantó, y que estoy muy agradecida con él, pero por otro lado no veo justo que papá nunca le obsequiara nada de valor a mi hermana, quizás por sus opiniones cruzadas, lo malo es que yo soy la que está en medio de todo este problema.   Aunque ya soy adulta papá sigue cuidándome como si fuese yo una niña chiquita, aunque ya no vivo bajo su techo, pero el que ya no viva bajo su techo no implica que él no esté casi siempre en mi casa, observando que todo esté bien, hasta seguridad me asignó, y por supuesto empleadas del servicio también, yo no quería esas comodidades, pero la condición que el me puso para entregarme las llaves de mi casa fue tener, seguridad privada y señoras del servicio, obvio que no me negué, estaba ansiosa por salir debajo del regazo de papá.   Por ser una de las mejores estudiantes de la universidad, y ser tan aplicada mi graduación se llevaría a cabo en solo unos meses, ya que terminé la carrera antes de lo previsto, como aún no puedo trabajar papá me costea absolutamente todo y yo solo tenía la responsabilidad de estudiar, quizás las personas que me rodean digan que como yo, una chica ciega y que siempre ha vivido bajo la protección de papá saldrá adelante después de graduarme, muchos hasta cuestionan mis estudios, “que si papá los compró” “que si voy a ejercer” y entre otras dudas más, pero no me importa lo que digan los demás, yo seré *Gema Pompeyo, la Licenciada*   Mientras los meses pasaban, yo trataba de convencer a mi hermana de que volviera, de verdad que la extraño mucho, pero ella está de gira otra vez, no sé si es solo una excusa para no ver a nuestro padre o es que de verdad está muy ocupada, volví y le llamé, pero esta vez esperando mejores respuestas Riinn… Riinn… contesta hermana por favor   “Este es el número de Rumina Pompeyo, deja tú mensaje después del tono, piiii….”   Maldita sea Rumina. Mientras trataba de comunicarme con ella a Brasil, que es donde se supone está, alguien llamó a mi puerta, la empleada abrió, y con solo su aroma la descubrí —Rumina ni creas que me vas a asustar, sé que eres tú—   —Siempre me he preguntado cómo es que haces esas cosas, eres más peligrosa sin visión, que con visión, ¡hola hermanita hermosa! Te extrañé mucho—   —¿Hermosa? Si fuera tu hermanita hermosa no me hubieses abandonado tanto tiempo, tenía meses sin sentirte cerca ¿y ahora es que te dignas a venir? —   —Gema, por nada del mundo me perdería tu graduación de la universidad, ya eres toda una Licenciada en Derecho, y sé que también serás la mejor defensora que exista, estoy muy orgullosa de tus logros, y prepárate que está vez quien te vestirá para esa gran noche seré yo, ah y otra cosa, esta vez no habrán chicos estúpidos, ¿o ya tienes algún pretendiente? —   —Sabes que si hubiese alguien en mi vida, tú serías la primera en saberlo, me prometí esa noche que nadie más lastimaría mi corazón, yo sola me basto, además nadie quiere estar con una ciega, es mejor estar sola que mal acompañada —   —Tienes mucha razón en lo que dices y también respeto la manera en la que piensas, pero no dejes que una mala situación del pasado arruine tú futuro, yo estoy segura de que ahí afuera hay un buen hombre, un hombre que no le importará tu ceguera, un hombre que te amará con tus defectos y virtudes, así que no te me desanimes hermanita—   —Gracias por siempre darme esas palabras de aliento que a veces tanto necesito, pero quizás mi destino es estar sola por el resto de mi vida, en fin, ya no quiero hablar más de eso, tu respóndeme algo ¿cuánto tiempo te quedarás aquí? —   —No lo sé, quizás cinco meses o mas, es que ya terminé mi gira por Brasil, y como tú te gradúas en dos meses decidí quedarme hasta y después de tu graduación, quiero ayudarte en lo que pueda y si me lo permites, me gustaría quedarme aquí en tu casa —   —¿Sabías que te odio Rumina? Eso ni se pone en dudas, claro que te puedas quedar aquí en nuestra casa, porque está es también tu casa, tienes el mismo derecho que yo aquí, así que no se diga más, trae tus maletas que desde hoy serás mi acompañante —   —Gracias mi Gema hermosa, yo te amo más que a mi propia vida, nunca lo dudes, pues iré al hotel a recoger mis maletas y nos vemos en unas horas—   Rumina había vendido su departamento aquí en los Ángeles, ella viaja mucho y no le parecía justo tener una casa tanto tiempo cerrada, así que un día solo vino y la puso en venta, ese fue el primer lugar que ella compró con el sudor de su frente, su primer hogar. Meses después… Me levanté muy temprano, me tomé un té y tomé mi desayuno, este día debe ser especial, ya que en solo horas seré oficialmente una Abogada, y no veo el momento de tener mi propio bufete, aunque soy una persona no vidente eso no me resta para nada, al contrario, me suma más responsabilidad a la hora de elegir cualquier caso. Y como mi hermana lo prometió, aún Rumina estaba a mi lado, y eso me hacía sentir aún más feliz. Llegó la hora de la ceremonia, y como era de esperarse, yo me gradué summa cumlaude, eso fue un total orgullo para mis padres, mamá estaba allí a mi lado, por lo menos estaba conmigo en este día tan especial para mí, papá estaba junto a mi y Rumina también, mi pequeña familia disfuncional estaba tratando de hacer un esfuerzo para no matarse unos a otros, y me alegra saber que yo soy ese equilibrio que toda familia necesita.  
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