Capítulo 5CUANDO bajó a desayunar, Carola se sentía un poco tímida.
Se preguntaba cómo iba a expresar el Marqués el supuesto cariño de que había hablado.
Y se preguntó también si recordaría que la había besado. Se dijo a sí misma que el beso era sólo una expresión de gratitud por la ayuda que le había prestado.
Sin embargo, le parecía una cosa muy íntima. El sólo pensar en ella la hacía ruborizarse.
Llevaba puesto su traje de montar, lista para retar a Mary Lee tal como habían acordado.
Lo único que tenía que hacer después del desayuno era ponerse el sombrero de copa que su madre usaba cuando iba de cacería.
Su traje, aunque ya viejo, estaba muy bien cortado. Había tenido buen cuidado de anudar correctamente el corbatín almidonado, para ofrecer la mejor apariencia posible. Por mucho
