CAPITULO 8

967 Words
- ¿Te gusto la habitación que te dieron?- Estaba en otro mundo cuando esa pregunta me saco de mis pensamientos, era Jin el mayor del grupo, estábamos todos sentados en la mesa, cenando como ya el Ceo había autorizado que podía socializar con ellos, insistieron en que comiera con ellos así que no me pude negar. - ¡Si! Muchas gracias, esta muy linda, les aseguro que no notaran que estoy aquí. -¡No te preocupes! Igual no estaremos mucho tiempo en casa por las múltiples ocupaciones que tenemos, así que tú también no sentirás que estamos en casa- Dijo Jimin. - ¡Es raro! Que estés hablando así con nosotros y no diciéndonos que no puedes porque para eso no te pagan ¿Te gusta mucho el dinero? - ¡Si! Pero tengo una buena razón, quiero ahorrar para irme del país a estudiar- Sabia que en algún momento me harían esa pregunta, no era que me ofendiera, pero no me gustaba hablar mucho de mis planes… - Era cierto lo que dijeron Tae y Kooki, Tae Eul tiene una sonrisa muy linda, cuando estábamos en el cuarto la hubieran visto, parecía una niña con juguete nuevo, eso miraba todo asombrado, no pensé verla sonreír así. Me estaba colocando nerviosa, yo solo podía permanecer en silencio, no quería entrar a opinar en muchos de los temas que hablaban, solo sentía una mirada insistente posada sobre mi… así que decidí alzar la cabeza para ver quien era, y era él, me miraba con tanta insistencia que lograba alterar mis nervios. - ¡oh! Hobi, tienes nueva vecina. - ¡Ya se! Sera genial tenerla de vecina- Me dio una sonrisa que hizo que mi corazón se acelerara, las manos me comenzaron a sudar ¿Qué es lo que tiene este chico que hace que mi corazón se acelere de esta manera? Terminamos de cenar, y cada uno se iba a descansar, había finalizado el día libre al día siguiente tendríamos una agenda demasiado apretada, estaba comenzando la promoción de nuevos conciertos, giras, eventos, lanzamientos de canciones así que los chicos tendrían mucho trabajo por ende yo también. - ¿Quieres que te ayudemos a limpiar?- Me pregunto Suga. - ¡Si! Si quieres te ayudamos a limpiar y organizar al cocina- Dijo Tae - ¡No! Yo puedo sola, no se preocupen, vayan a descansar que mañana es un día pesado y tienen que estar descansados y relajados, yo me encargo de esto- Los chicos subieron a sus habitaciones y yo me quede sola en la cocina, ya estaba por terminar de limpiar todo esta organizando cuando se me dio por subirme a una banquita para subir unos platos, como no era tan alta me tocó subirme ahí. La banquita se estaba moviendo y yo sentía que me iba a caer, perdía el equilibrio y pasó lo que me tenía, no pude mantenerlo más y me iba cayendo, cuando de repente sentí que alguien me agarro fuerte, caí en sus brazos, tenia los ojos cerrados del miedo de la caída, que los fui abriendo poco a poco cuando vi quien era me quería dar un infarto. Era él, me tenia en sus brazos con una gran sonrisa, y yo solo quería que me bajara, pero de la impresión no podía modular palabra alguna. - ¡Te tengo! Te acabo de salvar la vida… ¿Qué haces montada en esa banca? Es peligroso… Me alegro de que viniera llegando porque pude salvarte. Quedamos mirándonos a los ojos, el ambiente fue tornándose un poco extraño, el me miraba fijamente, sin bajarme de sus brazos. - ¡Quiero hacer algo! Pero no sé si estaría bien- Se fue acercando poco a poco a mis labios yo sentía que mi corazón se quería salir de mi pecho, era una sensación que no había sentido jamás, mi cuerpo temblaba, estaba ahí inmóvil, mi cuerpo no me respondía, solo podía ver como él se iba acercando cada vez más, hasta que pude reaccionar. - ¡No lo hagas! ¿Me puedes bajar por favor? - Sabía que había dañado el momento, aunque en el fondo quería dejar que pasara mi razón pudo mas que mis ganas y pude evitar que las cosas fueran mas lejos, él me fue bajando poco a poco, vi en su cara un poco de decepción. - ¡Lo siento! No quería sobrepasar el límite, solo que tenerte tan cerca no podía evitar las ganas así que me deje llevar, pero no vuelve a pasar… - ¡Eso espero! No quiero que haya malentendidos entre nosotros, y sobre todo en mi trabajo, lo necesito para poder alcanzar mis sueños, y no voy a permitir que nada ni nadie se interponga para lograrlo, así que, si el estar aquí se va a prestar para estas situaciones prefiero hablar con el Ceo y con la señorita Jung para decirles que yo puedo hacer mi trabajo pero que regresaré a mi apartamento. - ¡No! No es para tanto, prometo que no vuelvo a pasar los límites, no es necesario que te vayas. - ¡Bueno! Ahora me retiro, gracias por evitar que me cayera, con permiso- Sali lo más rápido que pude de ahí, no sé si había sido grosera o demasiado dura, solo sentía una presión en el pecho que no lograba explicar, ¿Qué era esta sensación? Llegue a mi cuarto en cuestiones que segundos, tenía vergüenza por lo que había pasado, y sabía que no había sido la manera de hablarle y decirle las cosas, solo que… no quiero que haya mas este tipo de acercamientos no es bueno para ninguno de los dos, el debe cuidar su imagen y yo… debo conservar mi trabajo, nuestra relación no puede ir mas allá, de un vínculo laboral.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD