—Te escucho, Peter –la voz de Evan tiene un tono tan frío y sombrío, que un espasmo involuntario me recorre entero. Sin embargo, no permito que el miedo me asalte nuevamente y merme mi poca voluntad, o no podría decirle todo a Evan sin omitir algún detalle. No quiero que vuelva a ocurrir, no quiero que haya más secretos entre nosotros. Decidí contarle sobre el encuentro con Miles, como todo había sido en plan de broma por una apuesta con Carlson, sin sospechar que estaríamos lidiando con un peligroso delincuente. Evan frunce los labios de vez en cuando y sacude la cabeza de manera reprobatoria, manifestando su descontento, siento un nudo en mi estómago y sé que es sólo el comienzo de todo lo que tendría que comenzar a pagar. —El día de mi cumpleaños hace dos años, Miles pensó que i