Un abismo insalvable se abre paso ante mí entre lo que es correcto o lo que es enteramente mi satisfacción. O quizás “satisfacción” no es la palabra adecuada para el sentimiento que quiero expresar, más bien sería sosiego o calma, algo que no he podido tener últimamente. Chasqueo la lengua, descontento por el mensaje recibido y con miles de ideas aguijoneando mi cabeza como un montón de molestas abejas. Ni siquiera sé cómo demonios proceder. Además, sigo sin darle crédito a la imagen de Jazmín muerta y en lo que eso puede significar para mí, ni siquiera consigo calmarme lo suficiente para volver a casa y ver a mi hermano, por lo que me tomo bastante tiempo merodeando por los alrededores, quizás hasta asegurarme de no despertar sospechas en Evan. Siento mis manos temblar y al pasar por