Capítulo XVI XVIEl señor Pardon, como Olive observó, se mantenía un poco al margen de aquella conversación; pero tampoco era una persona que se dejara desanimar fácilmente. Se sentó al lado de la señorita Chancellor y comenzó a tratar un tema literario; le preguntó si seguía alguna de las novelas que se publicaban en las revistas. Cuando le comunicó que jamás se había interesado en nada del género, él emprendió una defensa del sistema de folletines, y ella le recordó al instante que nunca lo había atacado. Pardon no se desanimó por esa réplica, y saltó volublemente al problema de Mount Desert; la conversación, cualquiera que fuese el tema, constituía al parecer una necesidad de su naturaleza. Hablaba con gran rapidez y en tono bajo, con palabras y frases imperfectamente pronunciadas: habí