Capítulo X XAl día siguiente Verena Tarrant viajó de Cambridge a Charles Street. Aquel barrio de Boston está en comunicación directa con la zona universitaria. Pero tal vez no tan directa, debió parecerle a la pobre Verena, ya que en el congestionado tranvía que finalmente la depositó frente a la puerta de la señorita Chancellor había tenido que permanecer de pie todo el tiempo, agarrada a un asa de cuero que pendía del techo barnizado del vehículo sofocante, como una liana que colgara de un invernadero. De cualquier manera ella estaba acostumbrada a estos viajes perpendiculares, y aunque, como ya sabemos, no se inclinaba a aceptar sin discusión las condiciones sociales de su época, nunca se le hubiera ocurrido criticar el servicio urbano de su país natal. La idea de visitar inmediatament