Me despierto somnolienta, es tanto el frío concentrado que tengo, es que todo va de mal en peor en mi matrimonio, a veces creo que no tiene caso seguir, lo que más le molesta a él es que yo actúe con mi propia esencia, esa que me hace sentir una mujer fuerte. Lo observo y está con sus ojos completamente cerrados; tal vez no quiere que yo siga sobresaliendo porque se siente opacado.
Es el machismo que tanto lo maneja y las apariencias con sus colegas, cree que terminará como el más pendejo, por permitir que yo que soy su esposa piense y actúe con autonomía, y es que mi melancolía entra cada vez que intento besarlo y él me evade, no me quiero desprender de su corazón nada es tan fácil, posiblemente me quiere aburrir la verdad es que no logro entender el motivo.
Con mi cuerpo acalambrado me levanto de la cama y mis pies descalzos caminó hacia el closet, lo abro con mi mano y sacó el álbum de las fotos, las observó una por una y me traen tantos recuerdos, teníamos una química tan fuerte al menos eso sentía yo, ahora solo se está alejando lentamente, creándome más incertidumbre sobre nuestra relación.
Término de observar todas las fotos, y encuentro una bolsa escondida en el álbum, solo puedo pensar que Adam como siempre esconde todo, para que yo no le diga nada, hasta me aprendí de memoria la frase que más me repetía “Te haces una película por todo” y puede que sí, cierro el álbum y respiro intentando bajar la presión que tengo, es que todas estas imágenes me elevan a la fantasía, esa que soñaba tanto que iba a vivir y jamás se logró hacer realidad.
Me case con un hombre posesivo, muy ambicioso, al que se le acabó la paciencia, esa que tanto yo he mantenido para no mandar todo al carajo, es que a veces pienso que si nada es suficiente sería más fácil llegar al final.
Fijo mis ojos de nuevo en el álbum, lo abro y saco esa bolsa, lo revisó y retiro lo que tiene adentro, tal parece que son unos documentos muy importantes; empiezo a leer muy nerviosa, noto que es un contrato firmado por Adam, me empieza a dar una corazonada, cuando leo que gracias a que se casó conmigo, va obtener la presidencia de una empresa, como si yo fuera la meta, sólo debe aguantar dos malditos años estando a mi lado, eso es lo que dice… Necesito una explicación del porque me ha estado engañando.
Sé que nuestro matrimonio es muy prematuro, nos unimos hace un año, pero por esa misma razón deberíamos estar en el mejor momento, y no en el peor como lo estamos viviendo, dejé de ser la mujer perfecta que según Adam veía en sus ojos, me convertí en un mueble más, creía que era todo para él y no soy nada.
Me voy caminando hacia la cama y me recuesto sobre ella, le doy la espalda a Adam como de costumbre y me derrumbó en lágrimas, él jamás me ha amado sinceramente y sus ojos no están inclinados como los míos mirando hacia el futuro, el frío que me traspasa con su ausencia es realmente agotador, simplemente sería más fácil ignorarlo como él lo hace conmigo.
Solo me repite una y mil veces las fallas que tengo, porque cualquier desconocido me trata mejor, soy simplemente una ingenua al entregar todo mi amor y recibir menos de la mitad, callar para ocultar mi dolor y seguir viéndome perfecta, tragando sin masticar, Adam se mueve un poco, él abre sus ojos, no logró actuar a tiempo para ocultar que estoy despierta, él toma su teléfono y es como si no se acordara de mi existencia, lo suelta y me arruga su frente.
—¿Qué haces despierta Emma? —me pregunta, sin tan siquiera mirarme.
—Simplemente estaba pensando, hay tantas cosas de las cuales no encuentro una explicación, y solo percibo que caigo en un error por ser como me moldearon. —Tomo aire y lo voto, Adam me mira muy confundido, es como si la vida me estuviera cuestionando, por estar tanto tiempo creyendo en una farsa, el amor es un sentimiento desconocido en su corazón.
—¿Me estás tratando de decir algo? ¿Emma por qué no hablas con claridad? y de una vez por todas se acaba el show que tanto estás haciendo ¿Es del trabajo? ¿Emma responde? sabes, mira es porque estás en un mundo donde la mayoría de los que lideran son hombres, no puedes esperanzarte a tener un lugar mayor al que te mereces, —sus palabras solo me hacen tener más rabia, él no me llena el alma, lo único en lo que se esmera en hacer es producir que me sienta como una mierda.
Todos los planes que yo sola estaba soñando se acaban de caer por un precipicio, es que me duele tener que reconocer que estaré mejor sin él en mi vida, me enamoro a punta de mentiras.
—Sí, también este hogar que está dividido en dos partes —respondo con mi voz quebrantada, es una humillación que jamás me imaginé que sentiría, ni una sola decisión podía tomar sin la opinión de Adam, ahora solo puedo decir que todo lo que por ley empieza algún día tiene que terminar, hoy es ese momento, así sea lo más difícil, sacaré todas las fuerzas que perduran aún en mí.
—Pero es tu culpa, ya que, si el buffet necesita apoyo, alguien falta tú cubres ese hueco, haber Emma llegas hasta los últimos extremos para que tú te sientas bien, no molestes más. —Gira sus ojos, pero no voy a quedarme así, él me responderá porque el amor es lo último que existe, en esta casa.
—Claramente me aviento al vacío por cualquiera —sé que Adam entendió a la perfección mis indirectas.
—Emma, mi amor todo está mucho mejor, que en todo este tiempo que ha transcurrido, sabes que tengo miles de cosas en la cabeza por el trabajo, en cambio tú no tienes que estar utilizando tanto tu cabeza, solo defiendes a muchos de tus clientes sin tener argumentos, eres una abogada como muchos de los que existen, solo por dinero tienes que perder un poco tu ética profesional, pero no te angusties, porque para mí eres la mujer más correcta. —Él se ríe con ironía.
Confirmó que solo somos polos opuestos, difíciles de juntar, los intentos ya se están agotando y deseo pisotear las estrategias que él tiene, sólo debe aguantar dos años de matrimonio y ya, pues en el primero ya está que manda todo al carajo con esa actitud, en este instante quiero tener la valentía para hacer algo con esta relación, pero definitivamente me falta.