Emma Íbamos camino al tribunal. Mi corazón palpitaba a mil por hora, y como no hacerlo. Hoy, precisamente iba a terminar eso de lo que tanto soñé un día. Recuerdo muy bien con la ilusión que me casé, era tanta que me creí la idea que la sociedad nos mete en la cabeza… “para toda la vida” Derek me mira de reojo, puedo notarlo. Agradezco que él esté haciendo todo el trámite porque o si no, no sabría cómo afrontar todo esto, debo decir que Derek me ha ayudado incluso más de lo que yo creí. —¿Segura que te sientes bien? porque si deseas puedo detenerme y bebes algo —me pregunta Derek, le doy una sonrisa cálida. —No, debo hacer esto de una buena vez. No puedo posponer esto. Antes he esperado mucho tiempo —respondí con la mirada perdida. —Sabes que cuentas conmigo para cualquier cosa,