Escuchó con mucha atención a Derek estando muy afligida, probablemente no podre disimularlo.
—Yo te entiendo. Siempre voy a estar de parte tuya, eres la mujer más hermosa que ha pasado por mis ojos, anhelaba ser el primero que observaras cuando despertaras, me castigo el corazón que te hubieras inclinado por Adam, él no te merece, yo te presumiría donde sea, haciendo las cosas a mi manera y teniéndote en cuenta como lo más preciado. —Sus ojos me hacen sentir paz, puedo asegurar que Derek supera en muchos aspectos a Adam, lo que no logro digerir es porque tanto interés, si me veía como una abogada más.
—Se acabó mi matrimonio y esta vez es definitivo, no estoy dispuesta a morir por amor, sin embargo, no soy suficiente y todos mis defectos salen muy a la luz.
—¡Defectos! ¿Dónde? Emma tu perfección es inigualable, por algo estoy tan enamorado, intentando buscar cual es la entrada más ideal para ser parte de tu corazón, es que no me gustas como un pretexto para escapar, te deseo como mi más verdadera certeza —Derek habla muy bonito, por eso debo silenciarlo ya mismo.
—Dejemos mejor así —hablo, sin embargo, él continúa.
—Esos labios delgados, tus ojos verdes como la más preciosa esmeralda, ese cuerpo que adorna una silueta cargada de sensualidad, tu piel trigueña bronceada que expresa suavidad, y me dan tantas ganas de explorar con mis manos, y te había dicho que me encantan las mujeres de estatura baja, con esas pestañas tan largas que, con solo parpadear alcanzó a ver el cielo —él me halaga con todo lo que dice, es como si el alma me la devolvieran al cuerpo, todo plasmado en una sonrisa.
—Quede sin palabras.
—¿Dónde te vas a quedar? porque mientras te acomodas mi casa está disponible, si deseas vamos y descansas, no te afanes aquí solucionan —lo escucho y es mi única salida.
—Gracias, te aceptaré la invitación, pero solo por un corto tiempo, además tengo que ir por mis cosas a la casa de nuevo. —Le sonrío y él me aprieta mi mano, salimos del buffet y en su auto él conduce hasta llevarme donde Adam.
Este es el camino que siento más largo y romper el hielo de pronto me da menos incomodidad, paramos en un semáforo esperando que cambie la luz, Derek se acerca y coloca su mano sobre mi mentón, le da unas leves caricias para luego llevarme hacia él.
Me besa y me siento confundida, cierro mis ojos y percibo algo diferente, que siendo muy sincera me provoca demasiado, los abro lentamente y él me está observando cada movimiento, me sonrojo del bochorno que me produce, sinceramente es algo bonito.
—No fue mi intención seguirte en eso ¡Perdón! —me expresó.
Es que como no sentir ilusión de alguien que me trata bien, normalice tanto los desprecios de Adam y percibir que si soy muy atractiva me genera un no sé qué, por buscar más de donde no debo, quizás ese es mi mayor problema empezar a delirar por unas simples palabras.
—Toda mi vida he estado enamorado de ti, por eso termino mi amistad con Adam, él tenía muy claro que mis sentimientos hacia ti eran y son muy latentes, pero se empeñó a conquistarte y logró casarse contigo, quizás él solo lo hacía por sentir que me ganaba, porque Emma él no te debe amar, es de los hombres que desean tener a todas las mujeres a su disposición —dice, y solo puedo escuchar tan verdaderas sus palabras, es increíble en el infierno que estaba entrando y me enamore.
Quizás el amor no permite notar la realidad y muy cerca de mí está el paraíso, que me anhela mostrar Derek, él continúa manejando hasta que llegamos, se estaciona baja y me abre la puerta como un caballero, es bonito sentirse especial.
—Me puedes esperar aquí, no voy a causar incomodidad en ti Derek. —Meto la llave en la puerta, la giro y la abro, entro manteniendo mucho silencio, todo está patas arriba, prácticamente destruyó lo que con tanto esfuerzo conseguimos, hay unas botellas de whisky desocupadas debe estar completamente ebrio.
Voy hacia la recámara y él está acurrucado sobre la alfombra, con sus ojos pequeños de tanto llorar, eso me parte el alma en dos, pese a que no debería conmoverme con nada de Adam, está situación me estremece, está muy afectado, quiero pensar que es por el amor que siente, todo como ilusa que soy.
—Adam no más, ¿crees qué es justo contigo? ten dignidad y afronta las cosas como deben ser, nos equivocamos cada vez que pensamos que nos necesitábamos, que lástima haber tenido que pisotear tu estrategia, y triste por mí, al sentir que era algo especial para ti —le digo y aunque él no me está agarrando, esto significa soltar su mano para siempre.
Pero merezco ser amada a que me sigan atrapando con más falsedad, lo observó, él levanta su mano y se mira la argolla de matrimonio, solo desearía poder tener la fuerza de gritarle, para que me diga en que me equivoque y poder arreglar todo, aunque el daño es irremediable.
—Emma ¿A qué viniste? ¿pensaste todo? es que una unión tan bonita no se puede acabar por un instante de rabia, dime lo mismo de siempre ¡que me amas! el amor nos está doliendo, pero este sufrimiento lo vamos a superar. —Se levanta y se hace al frente mío, guardando la esperanza que ya se perdió, estrellarme contra el mundo al saber que la cura para esto es olvidarlo.
Derek me hace ver la vida más bonita, pero no puedo sentir cosas por dos hombres, no es lo más coherente, Adam siempre va ser mi más desenfrenada locura, y Derek es el hombro que me permite recostarme, ese beso me confundió claramente.
—Por mi ropa, no hay nada más que me interese de esta casa —hablo con tanta frialdad, y todas las palabras que oculte solo por intentar tener paciencia, están a punto de explotar, quizás de la manera más cruel.