Capítulo 2

1413 Words
  PDV Gael Keneth “¿Cuánto más debo esperar en la maldita fila?”Gruñí para mis adentros, no hacía más que refunfuñar en toda la hora que llevaba en la interminable fila para comprar mis galletas favoritas, tenía unas guardadas en caso de emergencia en casa pero en mi opinión nunca estaba demás un par de paquetes extra, afuera de la tienda podía ver copos de nieve empezando a caer y más por reflejo que por otra cosa mi nariz se arrugó con fastidio “Maldito frio de mierda” pienso mientras el frío empieza a calar en mis huesos, a pesar de ser un felino eso no era rival para esta gélida época Aunque bueno, quizás exagero un poco, después de todo hasta donde sé a un conservo mis bolas Había salido temprano de la empresa con la esperanza de conseguir un regalo para mi mismo, ¿qué mejor que mis galletas favoritas? Hoy había sido un día normal y común en el trabajo y por desgracias también en mi vida privada, detrás de mi escritorio de caoba que costaba billones, leyendo, firmando y sellando archivos como para que el resto de sus horas laborales como “El jefe” tuviera el desquiciado pensamiento de quemar toda la oficina solo para luego suspirar y volver a los malditos papeles, para empeorar realmente no tenía opción, no solo por ser el dueño de la mitad de los contratos de su clientes sino porque a diferencia de sus empleados que podían ir a sus casa para vacaciones y pasar navidad con sus familias él no tenía con quien estar en la fría y aparentemente “maravillosa” navidad, en su casa no lo esperaba nada más que una casa fría y una cama a un más fría La verdad debería estar contento por estar estancado en una fila, por lo menos no estaba realmente solo, no? “Si, lo sé, eso sonó muy deprimente”, el pensamiento solo empeoro mi humor, por lo menos mis bolas no se congelarían y caerían en casa Reviso el celular en lo que parecía ser la octava vez en una hora, para ver si tenía algún mensaje de Rhett Keneth y no me sorprendo al ver que no era así, ahora mismo mi hermano debe de estar ligando después de salir de una reunión y ofreciendo nuestros servicios a algunos potenciales clientes que necesiten el servicio de “Seguridad K”, no me extrañaría no tener noticias de él hasta mañana por la mañana, Rhett era el hermano del medio de una camada de tres, y el dueño de la otra mitad de los contratos de la empresa, mi hermano Jhosua era el mayor, y siempre había sabido que su lugar no era detrás de un escritorio, o hablando todo elegante y educado frente algunos clientes, no, Jhosua había dejado en claro que ese no era su sitio, así que se volvió parte del personal de empleados queriendo siempre estar en donde hubiera algo de acción, eso fue hace unos diez años, actualmente forma parte del SWAT vigilando algunos hijos de puta y siempre ansioso de eliminar a su objetivo. Si, los años de corretear niños desnudos que no querían ponerse la ropa y seguir en su forma de cachorro puma habían terminado para Eloisa y Marc Keneth, ahora sus padres vacacionaban  en un lujoso crucero por el Caribe, su madre añorando el día de navidad para poder consentir a sus cachorros  (algo que secretamente él también esperaba) y mi padre de seguro deseando que su suplicio termine para poder bajarse a tierra y alejarse de su enemigo, si había algo que Marc Keneth detestaba, eran los barcos o cualquier cosa que amenaza con hacerlo vomitar las delicias culinarias de mamá Cada vez que admiro el indestructible y solido acoplamiento siento una emoción en mi pecho que amenaza con provocarme un infarto, no lo iba a negar, deseaba encontrar a mi compañero y tener eso que tienen mis padres, pero lo había estado buscando por tanto tiempo que simplemente había perdido las esperanzas “Lo bueno tarda en llegar, no?” bufe intentando ser positivo Había pasado tantas navidades sintiéndome vacío dentro de mi, frío y solo, había tenido siempre la compañía de la familia pero añoraba encontrar a mi compañero y formar mi propia hogar Deseaba despertar abrazado a alguien que simplemente no pudiera dejarme y no solo eso, sino que también me amara y estuviera siempre sin importa que Quería tener mi  propio equipo Joder! Incluso haría todas esas cosas cursis que los humanos hacían,  tendría una cita con mi compañero si eso lo hacía amarme y no querer abandonarme jamás Debo dejar de llenar el vacío con las galletas y comida de mamá o simplemente ya no cabré en mi escritorio –Suspire para mis adentros, a decir verdad seria algo imposible esto último pues el acelerado metabolismo de los cambia formas me impediría tal cosa Dejo la línea de pensamientos que volaban por su mente cuando noto que la fila al fin había avanzado y era mi turno, pido dos docenas de mis galletas favoritas, compro leche y me marchó hacia mi auto, el Porshet estaba cálido cuando me deslizo dentro y eso era justo lo que necesitaba o mejor dicho lo que mis bolas congeladas necesitaban Una hora después pude ver a lo lejos la casa, se encontraba a las afueras de la  Toronto, escondida por algunos árboles y arbusto dándole la perfecta privacidad para dejar correr a su puma, y solo porque podía también había logrado que el gobierno vendiera el terreno alrededor de su casa para tener a un más espacio para su felino interior Simplemente les había hecho una oferta que no podían negar Estacioné el auto sobre el camino de graba en la entrada y noto por primera vez algunas luces del interior encendidas, un hábito que no tengo como la mayoría de las personas al salir de su casa Llámenlo confiado, pero quería vivir en su propiedad libremente, en todo el significado de la palabra Sin la más pizca de temor en  mis huesos y sin tanto titubeo, me acercó sigilosamente a la puerta maldiciendo cuando la cerradura hizo un sonido al abrirse amenazando con arruinar el “factor sorpresa”, manteniéndome  en silencio mientras traba de acechar al intruso como si fuera una presa y quien sabe? tal vez lo era, me dirijo sigilosamente hacia la sala de estar de donde parecía que un brillo salía de ella,  con más curiosidad que otra cosa dejé el rollo de cazador – presa y me colé dentro, deteniéndome al ver un jodido enorme árbol con adornos navideños en el centro de su sala de estar, de ahí provenía todo el asunto del brillo pero lo que capto aun más mi atención  y fue un aroma que hizo que miu cuerpo se entumeciera y la sangre huyera directo a su v***a, todos mis sentidos aun más agudizados Entonces lo vi          Ahí, al lado de la “Estrella” brillante que era el árbol, se encontraba un chico delgado, pelirrojo y sin camisa, con unos graciosos zapatitos que terminaban en punta que le recordaban a los enanitos de Santa que veía a veces por puro aburrimiento en los especiales navideños, pero el chico no era tan enano para los estándares humanos, el chico probablemente le llegara al hombro Simplemente Perfecto Pero lo que de verdad lo excito fueran las orejas puntiagudas del chico que no paraba de mirarlo como un siervo asustado que no para de observar su alrededor listo para echar a correr a la primera oportunidad Yo… Lo siento por entrar asi a su casa… ¡Yo no robe nada! -El chico tartamudeaba y se excusa sin parar mientras que su pecho bajaba y subía erráticamente Su olor impregno la sala, sus pulmones y su corazón Su cuerpo era muy consciente del chico como nunca lo ha sido por ninguna otra cosa o persona Di un paso adelante y un gruñido escapa de mi boca cuando el chico retrocedió todo asustado ¡MIO! –Rugí tomando al pelirrojo por sorpresa y alcanzándolo en mis brazos No pensó, sus caninos descendieron, su m*****o se crispo y lo mordió en el hombro, empezando asi el ciclo del apareamiento, ronroneo cuando el grito del chico murió en apenas un gemido de placer mientras se aferraba a sus hombros Quizás… Lo bueno tarda en llegar?
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