«Nosotros los asesinos seriales somos sus hijos, somos sus esposos, estamos en todas partes. Y habrá más de sus niños muertos mañana» Ted Bundy. 10. 9. 8. 7. 6. 5. 4. 3. 2. 1. Como en una película de guerra, el grupo de caníbales/cocineros corrió hacia las presas quienes por simple impulso animal corrieron despavoridos moviéndose en todas direcciones. Los más fáciles de tomar sin duda alguna fueron los niños. Polly tomó en sus manos a una pequeña. Tendría unos nueve, quizás, y temblaba de miedo. En su cabello habían unas trenzas y tuvo que arrebatarsela de las manos a Caín Romanov quien le gruñó como una fiera. Jean David estaba ocupado, él perseguía ansioso a una corpulenta mujer que corría en dirección norte y no estaba pendiente de su novia. -Alto, aquí hay para todos- le recordó